La cita en Venecia cerró ayer con el incorregible Brian de Palma, al que precedieron el día anterior un conformista Robert Redford con su The Company You Keep y La cinquième Saison, que tampoco llegó a convencer. Quién si lo hizo fue el filipino Brillante Mendoza que parece estar reconciliándose con la prensa con su Thy Womb. Además, Un giorno especiale no deparó nada especial, acaparando más críticas negativas que otra cosa. Todo ello, a continuación.
The Company you Keep (Robert Redford)
«De nuevo, como en su cine reciente, se trata de abordar un asunto lo suficientemente comprometido para que nadie le tome por frívolo, tonto o cienciólogo. […] De hecho, la habilidad de la cinta, como de la mayor parte de los trabajos anteriores, consiste en disimular. Parece que habla de una cosa, pero, a poco que se analice, lo más notable es todo lo que se calla. […] The company you keep no se mueve un sólo milímetro de las frases cómodas con las que es difícil no estar de acuerdo […] Al final, queda simplemente un ‘thriller’ correcto y sin alma por el que se pasea un hombre con flequillo (otra vez, la emoción) y, todo sea dicho, algo renqueante (el thriller y él mismo).»
«En su favor cuenta su interés por desenterrar las hazañas de The Weather Underground, representantes de la faceta más extrema y violenta del movimiento antiguerra del Vietnam, y proyectarlas al presente. En su contra juega una realización gris y rutinaria. […] No hay tanto un posicionamiento ideológico como una llamada de atención a que todos aprendamos a asumir las consecuencias de nuestros actos y a comprometernos con nosotros mismos. Lo que gana en tolerancia lo pierde en fuerza dramática.»
La cinquième saison (Peter Brosens, Jessica Woodworth)
«A su lado, la sección oficial asistió a la proyección de La cinquième saison, una historia de misterio, de desolación y miseria que, sin explicación posible, asola a un pueblo. Peter Brosens y Jessica Woodworth consiguen un interesante y angustioso relato en el que se cruzan demasiadas referencias (desde Wicker man a Shyamalan pasando por el lirismo de Jeunet) para resultar original.»
Sergi Sánchez / La razón
«En La quinta estación […] lo que empieza como el retrato estilizado de la vida de una comunidad rural belga adquiere pronto tintes de pesadilla apocalíptica. […] El escenario parece una mezcla rígida y pretenciosa entre Los pájaros y The Wicker Man. Si no fuera por su premioso ritmo, y porque lleva la palabra «alegoría» subrayada en la frente, podría ser una versión ‹hardcore› de El incidente. El filme […] emite severas ondas de mal rollo, pero si quería parecerse a «El caballo de Turín», lo cierto es que no le llega ni a la suela del zapato.»
Thy Womb (Brillante Mendoza)
Luis Martínez / El mundo
«Cansado de sí mismo. Éste podría ser el subtítulo de la última película del filipino Brillante Mendoza. De repente, el director de Serbis o Kinatay sorprende con un relato costumbrista, amable, casi poético. […] Para sorpresa de incautos, el director atempera la ira de otros tiempos para pintar un fresco brillante y terso, dramático y lírico, de la poligamia. […] Lastrada, por lo que siempre está lastrado su cine, por la incontinencia, por el desprecio absoluto de la narración, la cinta se queda lejos de cumplir todas las promesas de los primeros y deslumbrantes planos. Pero queda la noticia de la redención cierta (o cierta redención, que no es lo mismo, pero casi). Debe ser cansado ser siempre Mendoza.»
Sergi Sánchez / La razón
«Brillante Mendoza ha dirigido su película más accesible hasta la fecha. […] Excepto por dos partos descarnados que abren y cierran el filme, Tu vientre discurre plácidamente en las aguas de la vida de una pareja sólo agitada por el deseo de tener un hijo. […] Buena parte de la cinta describe las costumbres de los nativos de la zona mientras estos dos enamorados buscan a la mujer ideal. […] La cinta parece un documental etnográfico financiado por el National Geographic, todo exotismo, pero sus últimos veinte minutos, en los que emerge súbitamente la bondad de una mujer capaz de sacrificarlo todo por amor, son muy hermosos y conmovedores.»
Passion (Brian De Palma)
«De nuevo, el director extiende sobre la pantalla las constantes de un cine que se alimenta de espejos, trampantojos, engaños, ilusiones y pantallas con doble fondo. Pura ilusión. […] De este modo, el director continúa mezclando viejas obsesiones (la de ‹voyeur›) con nuevas manías (la realidad contemplada desde todas las pantallas posibles, tal y como hiciera en Redacted) para así completar un extraño artefacto tan convulso como errático. Quizá disparatado. […] De alguna forma, toda la película se antoja como un resumen demente de la filmografía onírica, mentirosa (en el buen sentido) y muy cinéfila (en sabe dios qué sentido) de De Palma. De paso, en su confusión, queremos creer que consciente, todo acaba por ser tan ridículo y procaz que no puede por menos que enamorar. Hasta la exasperación.»
«Passion es la otra cara del espejo de Femme Fatale, una de sus mejores y más incomprendidas obras maestras. Juega en la misma liga, explota los mismos temas: la fascinación por la duplicidad y las trampas de la mirada; la libertad de narrar entre las leyes del sueño y la vigilia; el deseo como motor del poder; la obsesión por las máscaras y los disfraces… Y, sin embargo, y a pesar del innegable placer que provocan sus desvaríos, Passion es una película fallida. […] el segundo tramo de Passion es tan agresivo como el de Mulholland Drive en su intento de disolver desde lo onírico la mirada del espectador. […] Passion sorprende por su plano acabado visual, más propio de un “europudding” mal digerido que de los disparates acrobáticos que De Palma se marcó en títulos tan memorables como Vestida para matar o Doble cuerpo.»
Un giorno especiale (Francesca Comencini)
Luis Martínez / El mundo
«Un giorno speciale […] quiere contar el trayecto de una chica inocente desde que sale de casa hasta que, por la noche, acaba en el regazo de un senador, congresista o algo peor. […] la corrupción, los jóvenes sin futuro, el poder y el sexo. […] Lo peor no es el didactismo torpe, ni la ambición desmesurada para la ausencia de argumentos, ni el planteamiento manido, ni la obviedad lacerante, lo peor, como siempre, es lo peor. Y ello es la trampa de ocultar una película sin ideas detrás de casi un servicio a la sociedad. Trampa.»
Sergi Sánchez / La razón
«Es probable que los italianos carezcan de la distancia necesaria para entender hasta qué punto Un día especial es ridícula. Francesca Comencini quiere hablar del negro futuro de los jóvenes en un país en crisis, ahogado en la herencia de Berlusconi, pero lo que cuenta, la historia de amor entre una aspirante a ‹velina› y el chófer novato que la conduce hasta el político que la corromperá, no es más que un Antes de amanecer para multisalas.»