Venecia continúa y lo hace con otra de sus sorpresas y, por lo que se comenta, clara candidata: Après de mai de Olivier Assayas. La acompañan un Malick pagado de sí mismo (o eso dicen) con To the Wonder, un Kitano que vuelve a ser Kitano otra vez en Outrage Beyond, al igual que Susanne Bier que parece repetir esquemas con Love is All you Need. Culminan las jornadas de domingo y lunes respectivamente Fill the Void de Rama Buhrstein y Disconnect de Henry-Alex Rubin.
To The Wonder (Terrence Malick)
«Otra vez, esa caligrafía rota, precisa, sensible. Tan retórico, cursi y moderno, en el sentido correcto del término, como suena. […] De golpe, el espectador asiste atónito a una autoindulgente procesión de lugares, digamos poéticos, completamente ajenos a asuntos tales como la emoción, el rigor o el entendimiento. Malick, ebrio de sí mismo. […] Malick abandona la pudorosa e inteligente vocación por mostrar, por insinuar, por dejar que las conclusiones se construyan en la mirada del espectador; para adoptar la siempre molesta posición del predicador. […] En definitiva, una parodia de El árbol de la vida, una falsa imitación del propio cine de Malick.»
«To the Wonder es, de lejos, la peor película de Terrence Malick. […] Si El árbol de la vida era una película sobre la Gracia, To the Wonder lo es sobre la naturaleza, esquiva pero intensa, del amor. Existe en ella una molesta contradicción: si el estilo de Malick, tan evasivo y etéreo, desea evocar una catarata de emociones en el espectador sin atarlo a una psicología, obligándole a que se entregue a la cadencia poética de imagen y sonido, tampoco logra despegarse de la lógica de un relato al que hay que darle carne y hueso. […] Malick pertenece a ese grupo de cineastas funambulistas que se tambalea sobre la tensa y fina cuerda que separa lo ridículo y lo sublime. En To the Wonder, la cuerda se ha roto y las heridas son graves.»
Love is All You Need (Susanne Bier)
Luis Martínez / El mundo
«Una pareja de consuegros se conocen el día de la no-boda (fracasa el asunto) de sus hijos. De ahí hasta el final, todo es lo que cualquiera es capaz de imaginar que acabará por ser. Y éste es el principal problema: lo previsible y gastados que lucen cada uno de los resignados argumentos. Eso sí, la gracia con la que están dibujados los personajes ayuda a liberar el pecho y, sin duda, relaja mucho los diafragmas.»
Sergi Sánchez / La razón
«Los filmes de la danesa Susanne Bier deparan pocas sorpresas. […] En Lo que necesitas es amor, todos los clichés del cine romántico se citan en un jardín de limoneros, en una hermosa villa italiana, para celebrar una boda en la que los secretos y miserias familiares saldrán a la luz […] Si no fuera porque la actriz Tryne Dyrholm inyecta una tierna naturalidad a su imposible personaje, la cinta de Bier firmaría su sentencia de muerte y olvido a los cinco minutos de proyección.»
Fill the Void (Rama Buhrstein)
Luis Martínez / El mundo
«Por primera vez en la historia de la humanidad (y más allá), una película ultra-ortodoxa trasciende los estrechos límites de la comunidad ultra-ortodoxa para llegar a sitios algo más heterodoxos como un festival de cine. […] El drama de una hija que quiere casarse […] se mueve por la pantalla con un extraño ritmo determinado por algo a medio camino entre la artrosis y la ausencia de ideas. Por momentos parece un documento antropológico y a ratos una historia de amor bizarra. […] Todos son felices en su acrítica y anti-ilustrada sumisión. Premiosa, cargante y simple. Por supuesto y por absurdo, gana la resignada resignación (o reducción) a lo absurdo.»
Deborah Young / The Hollywood Reporter
«No es sólo una primera película encantadora y cumplidora, Fill the Void se alza como una de las participantes en competición más exóticas, abriendo una ventana al mundo de una familia ortodoxa-jasídica en Tel Aviv […] Burshstein abraza con confianza un estilo sencillo y cada escena está rodada sin rodeos, permitiendo a los personajes, trajes y decorados lucir en primer plano. El resultado es más realista que hermoso, aunque cuando la historia lo requiere no tiene problemas para inyectar poesía en ellas.»
Après mai (Olivier Assayas)
«El francés Olivier Assayas presentó Après mai (Después de mayo) y consiguió lo que parecía imposible: volver a la revuelta de entonces y ofrecer una mirada tan completamente nueva como reveladora. […] A la misma distancia de la nostalgia que del ajuste de cuentas, Après mai intenta radiografiar de forma precisa un sentimiento muy cerca del caos. […] De nuevo, como en sus trabajos anteriores, la cámara de Assayas se mueve con precisión entre el devenir furioso a veces, calmado casi siempre, de las vidas que retrata. La mirada del director nunca se inmiscuye, nunca altera los hechos, no molesta. Simplemente ilumina; se cuela como el mejor de los testigos hasta confundirse con el reparto. Es, de hecho, un personaje más.»
«Lo cierto es que la grandeza de Después de mayo […] está en demostrar que la política es menos que la vida; que lo importante de una ideología es dejarse atravesar por ella y convertirla en arte. […] Si el filme de Assayas fuera un espejo […] reflejaría el rostro de una juventud que tenía fe en la transformación de la sociedad, pero que Assayas rechaza idealizar. […] A lo largo de la película, el protagonista descubre su propia mirada, y, lo más hermoso, descubre que mirar y crear imágenes también es una forma de hacer la revolución. Al menos, es la forma en que Assayas lleva un cuarto de siglo haciendo la suya.»
Outrage Beyond (Takeshi Kitano)
Luis Martínez / El mundo
«El japonés Takeshi Kitano presentaba su nuevo filme y, para sorpresa de pocos, resultó ser exactamente igual al anterior. […] Hace tres años, sin embargo, reformulaba en Outrage parte de su trabajo anterior con un estilizado, brutal y delirante cuento de ‹yakuzas› […] Outrage beyond no hace sino seguir exactamente en el mismo punto. La fría y calculada distancia que el director coloca entre el espectador y la pantalla insiste en arder en idéntico ritual de sangre y fuego.»
Sergi Sánchez / La razón
«Outrage Beyond […] repite arquetipos y esquemas narrativos rebajando las dosis de violencia de la primera parte. Aunque cuenta con algún asesinato de lo más creativo […] el filme es una sucesión de monótonas conspiraciones que cristalizan en una batalla entre clanes. Para un espectador occidental, parece un galimatías escrito en sánscrito, un intrincado laberinto de nombres y estrategias animado por la lacónica e intermitente presencia del propio Kitano.»
Disconnect (Henry-Alex Rubin)
Luis Martínez / El mundo
«La película cumple perfectamente con ese género tan de nuestros días que consiste en denunciar lo solos que estamos entre tanta comunicación, tanta red social, tanto Twitter. De Crash a Babel, ida y vuelta. […] De arquitectura precisa, la película avanza con tanta solidez como, admitámoslo, rutina. A favor, la intensidad fuera de duda de los actores y el guión de hierro; en contra, el efectismo simple secundado por la vocación didáctica (por ello cargante) de un argumento con mensaje: hay que tocar más carne y menos pantallas.»
Sergi Sánchez / La razón
«Qué mejor tema para una película de vidas cruzadas que las maldades de la sociedad de la hiperinformación. Disconnect […] tiene el dudoso honor de ser el Crash de la era Facebook. Su título dice todo lo que necesitamos saber: ahora que estamos más conectados que nunca, vivimos con el enchufe colgando. […] Disconnect toca todas las teclas de la forma más obvia y tosca posible. La moraleja es tan antigua como el hambre: no aceptes caramelos de desconocidos.»