Venecia ya ha desvelado las que serán principales competidoras por el León de Oro en la próxima mostra, y como era de esperar no han faltado grandes nombres que se unan a esa Birdman de Alejandro González Iñárritu —que servirá como cinta de apertura— en busca del preciado galardón en el tercero de los grandes festivales europeos del año.
De entre esos grandes nombres, destacan algunos que se podían intuir fácilmente y cuya ausencia —en algunos casos de films que estaban terminados— llegó a sorprender muchísimo en Cannes. Bien podría ser uno de ellos el The Cut de Fatih Akin, cineasta bávaro que presumiblemente tenía su trabajo —con Tahar Rahim al frente, por cierto— terminado para poder ser presentado en la Costa Azul y sin embargo se quedó a las puertas. Más presencias destacadas serían la del sueco Roy Andersson, que con A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence vuelve con una comedia de perdedores tras títulos tan laureados como Canciones del segundo piso, el ya esperado paso por el certamen italiano del siempre polémico Abel Ferrara, que traerá su biopic Pasolini protagonizado por un Willem Dafoe que ya colaboró con el italoamericano en 4:44 Last Day on Earth, el nuevo drama sureño —esta vez, con Al Pacino a la cabeza— de David Gordon Green, el cineasta independiente que vuelve tras Joe y Prince Avalanche, o incluso el retorno de un Andrei Konchalovsky que lleva años perdido entre films televisivos o de tono infantil (como aquella El cascanueces 3D), y que en esta ocasión llega con The Postman’s White Nights.
Otros cineastas a destacar bien podrían ser el de Ramin Bahrani, quien tras A cualquier precio vuelve con 99 Homes, un drama sobre un hombre que quiere recuperar la casa donde vivía protagonizado por el magnífico actor Michael Shannon, el de un Benoît Jacquot que ya estrenaba trailer para su 3 coeurs —protagonizada por Charlotte Gainsbourg— el pasado mes de junio, la sorprendente inclusión del bizarro Shinya Tsukamoto que estrena un film totalmente atípico para él, lo que —deducimos, por su título Nobi (Fires on the Plain)— vendría a ser un remake de Nobi (Fuego en la llanura) de Kon Ichikawa, e incluso los de un Andrew Niccol que ha completado un trabajo más menudo —en especial, comparado a su última incursión con The Host— con el thriller Good Kill, que encabeza Ethan Hawke, el documentalista Joshua Oppenheimer, que firmó uno de los grandes trabajos del pasado año con The Act of Killing y ahora llega con su nueva pieza, The Look of Silence, o el director galo Xavier Beauvois, responsable de uno de los éxitos de 2010 en Francia, De Dioses y hombres, que presenta el drama La rançon de la glorie con Benoît Poelvoorde a la cabeza.
No falta esa ración de autores no tan conocidos que bien podrían dar la campanada, y que está encabezada por el chino Wang Xiaoshuai (en realidad, no tan desconocido si tenemos en cuenta que es responsable de títulos como La bicicleta de Pekín o Sueños de Shanghai), que estará en Venecia con Red Amnesia, al que siguen otros nombres como los del veterano cineasta italiano Mario Martone, quien con su Il giovane favoloso pone la representación patria en el festival, Saverio Costanzo, otro director nacido en tierras transalpinas, aunque no con tantos títulos a sus espaldas (pero sí con algunos conocidos por el público español, como La soledad de los números primos o Domicilio privado), que probará suerte con una Hungry Hearts protagonizada por Adam Driver y, por último, el iraní Rakhshan Bani-Etemad, que codirigiera junto a Mohsen Abdolvahabel film Gilaneh en 2005 y debuta ahora en solitario con Ghesseha (Tales).
Proclives a dar la campanada también podrían ser los debutantes o con pocas obras en su haber en un grupo que quizá encabezaría Francesco Munzi por los buenos resultados cosechados con su debut, Samir (que ganó incluso dos David di Donatello), que ahora vuelve con Anime here, y al que seguirían cineastas como el galo Alix Delaporte, otro que debutara años atrás con El amor de Tony y traerá el drama Le dernier coup de marteau, el turco Kaan Müjdeci con su ópera prima, Sivas, y otro francés, un David Oelhoffen que pondrá un poco de glamour con la posible presencia de Viggo Mortensen, que estrenará el drama Loin des hommes (Far From Men).
En definitiva, parece que la cosa estará reñida y, desde luego, seguiremos de bien cerca los avances del festival.
Larga vida a la nueva carne.