Autor de cintas que le han llevado desde a reclamar cierta atención en el panorama latinoamericano —con, por ejemplo, Verano de Goliat, galardonada en BAFICI— a desatar amor y odio entre su público, Nicolás Pereda se une ahora a Andrea Bussmann, autora del mediometraje Aquel cuyo rostro no irradie luz, para participar en una Berlinale (en la sección Forum, concretamente) que cada año encuentra un espejo mayor en el cine de suramerica (como se demostró en la pasada edición, donde hasta 5 films fueron galardonados en la SO —entre ellos, trabajos del peso de El club, El botón de Nácar, Ixcanul o 600 millas, segunda película mexicana consecutiva en alzarse con el Premio a Mejor ópera prima—).
Pereda y Bussmann, nos llevan para intentar brillar en tierras bávaras, a un envejecido bloque de pisos en Toronto, un lugar donde la gente espera a que sus solicitudes de asilo se procesen, un lugar al que difícilmente se podría llamar acogedor. Los trenes se traquetean a su lado, la policía se aposenta en los ascensores para prevenir robos y las redes que flotan bajo los balcones son un recordatorio para que la gente no salte por ellos. Un lugar difícil, quizá, pero también imaginativo, a la espera de ofertas de suelo fértil para leyendas, fábulas y sueños. Y los habitantes se repetirían historias a sí mismos, tal como repetirían qué se debe o no decir en sus audiencias de asilo. Esta es la historia de un perro muerto de hambre abandonado en un piso vacío, el cuento del hijo de un abogado, y el relato de un niño que se despertó para ver como se había transformado en un pájaro.
Una sinopsis, pues, que no deja indiferente, y que de la mano de Interior XIII, su productora, nos regala otro de esos trailers tan suyos, donde con poco se dice mucho… o lo suficiente al menos. Veámoslo, pues.
Trailer de Tales of Two Who Dreamt
Póster de Tales of Two Who Dreamt (click para ver entero)
Redacción: Rubén Collazos