Chocando contra el futuro, creciendo contra el pasado
The Spectacular Now es una historia romàntica de adolescentes y su transición hacia la edad madura. Con semejante entrada a modo de sinópsis la primera reacción que suscita es hacer caso a las sabías palabras de Gandalf cuando decía aquello de «corred insensatos». Esta es, por decirlo de alguna manera una temática de fácil abono para clichés, tópicos manidos y sobre todo construcción argumental reiterativa e inducción al «happy end» facilón o a la moralina, demasiado a menudo ultraconservadora, digitalmente aleccionadora.
Por ello parece la mejor opción el abordar de forma sino escéptica si al menos prudente el visionado de una película como esta. Sensación que se confirma nada más empezar al observar como una vez más vamos a ser introducidos en la historia voz en off mediante, ¿original verdad? No obstante The Spectacular Now se desplaza sorprendentemente hacia otros ámbitos, quizá no intencionados, pero igualmente efectivos que hacen que lo narrado se sostenga en un plano inferior al como se traza el recorrido emocional del argumento.
Efectivamente The Spectacular Now, salvando las distancias, no nos cuenta nada que no se hubiera dicho ya mil veces en producciones como por ejemplo Las ventajas de ser un marginado, sin embargo consigue desplazar el polo de atracción, el foco principal de la acción más allá de las vivencias en primera persona del protagonista. Eso lo consigue articulándose en tres ejes, tanto de distracción como de construcción, narrativos.
El propio protagonista, un ser tan repelente, tan poco atractivo, tan adolescente en el sentido egoista del término, consigue que por momentos nuestros sentimientos oscilen entre la indeferencia hacía el deseo de retribución. Un personaje cuyos dolores de cabeza existenciales nos parecen tan inanes que si la película dependiera en exclusiva de sus vivencias se convertiría en artefacto absolutamente olvidable.
Para compensar esta falta de carisma emerge un contrapunto en forma de personaje femenino que consigue, para bien o para mal, imponer su presencia desde la autoridad del encanto absoluto. Dificilmente recordamos un personaje cuya capacidad para provocar empatía sea mayor. Y lo mejor, no se trata sólo del diseño de guión o de la (magnífica por otro lado) interpretación de Shailene Woodley, sino la capacidad de irradiar un aura que sí, deja en segundo plano al resto del reparto, pero al mismo tiempo consigue que seamos capaces de obtener un prisma netamente positivo sobre todo lo que gravita alrededor de ella.
Pero si por algo consigue destacar The Spectacular Now es por su puesta en escena. Con ello nos referimos no solo a los elementos como su iluminación cálida, de ribetes casi oníricos, o su localización en barrios plasmados no como focos de miseria sino como fuertemente dignos en su modestia, no. Nos referimos a la capacidad del director, James Ponsoldt, de crear una película de fuerte componente ético. Un film que consigue ponerse a escala humana, huyendo del sentimentalismo pornográfico y situando los conflictos en su justa medida, la que corresponde por supuesto a lo épico que nos parece todo en la adoloscencia y al mismo tiempo lo realmente pequeño que resulta ser en realidad.
Por supuesto no todo es perfecto, en especial el uso de la subtrama familiar como disparador de conflictos internos y una tendencia a buscar un toque dulce al desenlace del film (que no «happy end» tradicional) aún a costa de desequilibrar un tanto el tono general. The Spectacular Now, es una propuesta que funciona porque permite una rápida corriente de afección a su historia, a su entorno, a sus personajes aún siendo ajenos a nuestro acerbo cultural. Una película que traza un relato mínimo con cariño delicadeza y atención. Una película que no solo habla del amor, sino que lo respira por todos sus poros.