En 2011, el cineasta francés Philippe Grandrieux y la teórica y profesora Nicole Brenez pusieron en marcha una serie de films sobre figuras del cine combativo del siglo XX. La serie se nombró como su film inaugural, It May Be That Beauty Has Strengthened Our Resolve, un ensayo del propio Grandrieux sobre el director japonés Masao Adachi. La idea era reflexionar sobre artistas que, desde la valentía y el compromiso político, hubieran sido capaces de crear imágenes y/o documentar algunos de los más importantes conflictos sociales contemporáneos.
El último film de la serie, The Image You Missed, gira en torno al documentalista norteamericano Arthur MacCaig, quien durante cuatro décadas retrató el conflicto norirlandés desde un punto de vista cercano a las posiciones del IRA. En este caso, se trata de un ensayo muy personal realizado por su hijo, Donal Foreman, quien usa las imágenes de Irlanda del Norte rodadas por su padre y las mezcla con otras rodadas por él mismo.
Es interesante observar el hecho de que las dos películas premiadas en la sección oficial de L’alternativa tengan tantos puntos en común. Tanto el film de Foreman como El silencio es un cuerpo que cae, de Agustina Comedi, usan el valor de las imágenes para acercarse a sus padres, buscando aquello que falta, una cierta manera de completar su relación: la razón de los secretos, en el caso de la película argentina, o a la falta de interés, en el film de Foreman.
The Image You Missed gravita entre tres ejes: la relación padre-hijo, el conflicto norirlandés y su significado en relación a la lucha de clases, así como a la reflexión en torno a la figura del cineasta documental y su necesario (o no) compromiso con las imágenes. En el primer eje, Foreman lamenta la falta de relación con su padre, el hecho de que escogiera retratar la realidad antes que a su familia. El director pone en juego un diálogo de imágenes entre las suyas propias y las de su padre, en las que percibimos un buen número de emociones mezcladas: el duelo, la rabia y la incomprensión, pero también una gran admiración y una voluntad de rendir homenaje a un cineasta comprometido y valiente.
El segundo eje, el político, es extraordinario en tanto las imágenes de Arthur MacCaig lo son, pero no exclusivamente por ello. Foreman logra trazar una comparativa visual a través de lo personal entre el norte y el sur de Irlanda, donde él vivió durante esos años. Se trata de un resumen a vista de pájaro del conflicto, un punto de vista de los sueños, fracasos, violencia inútil y lucha necesaria.
Finalmente, en el tercer eje, encontramos algunos de los mejores pasajes, especialmente el viaje del director por unas calles de Belfast donde los antiguos murales se han convertido en objetos turísticos, donde queda muy poco de aquella posibilidad de cambiar las cosas que parecía tan real en los 70. Foreman consigue dar en el clavo cuando se lamenta, usando sus imágenes del Occupy Wall Street, por la falta de conflictos reales a documentar, por una generación que vive en la resignación y en un mundo que parece mucho menos interesante que el de sus padres y abuelos.
La forma de The Image You Missed bebe claramente de otros ensayistas como Chris Marker, Farocki o incluso Godard, y pese a no tener ni de lejos la intensidad ni el poder simbólico de aquellos, consigue hacer pensar sobre los poderes personales y políticos de una imagen.