El director Todd Stephens vuelve con Swan Song (2021) a su pequeña ciudad natal, Sandusky, para completar ahora lo que ha denominado su trilogía de Ohio —compuesta además por sus anteriores películas Edge of Seventeen (1998) y Gypsy 83 (2001)—. Udo Kier da vida a Pat Pitsenbarger, un antiguo peluquero gay que atendía a toda la alta sociedad de la región. Ahora ya retirado y viviendo en una residencia para mayores, recibe una extraña oferta para arreglar el estilismo para el funeral de una celebridad local que le abandonó, Rita (Linda Evans). De aquí parte el relato para describir, a modo de ‹road movie› física y emocional, su regreso a los espacios y los recuerdos de una vida ya perdida hace mucho tiempo. Después de su rechazo inicial, Pat escapa de la realidad gris y rutinaria de su presente, vestido con ropas neutras y desprovistas de personalidad, con los tiempos marcados y los cuidados obligados por las enfermeras, que le impiden disfrutar de algo tan simple como fumar un cigarrillo de su marca favorita. Incluso en ese entorno vemos destellos de su humanidad, sensibilidad y atención a los demás, compartiendo sus cigarros y arreglando el cabello de otra residente con extrema delicadeza.
Estos pequeños gestos de amabilidad y empatía registrados por la mirada del director se ven a lo largo de todo el metraje: una mujer que le lleva en su vehículo le coge de la mano, las empleadas de la que era su tienda predilecta de productos de belleza le dan un sombrero, una antigua cliente le regala un traje pantalón después de que la recordara pese haberla atendido únicamente una vez. Estas interacciones marcan profundamente el tono emocional del filme, mientras se configura un retrato único y desbordante de carisma, que da pie a multitud de momentos de gran comicidad. A través del uso de la cámara en mano, la tensión en la composición de los planos añade por un lado una profunda inmersión psicológica mientras mantiene la proximidad, fijándose en su rostro. Por otro, provoca sistemáticamente contrastes con el entorno o las casas típicas en planos generales, según camina y avanza hacia su destino lentamente con sus zapatillas. En el trayecto va reconstruyendo su estética, buscando los elementos para realizar su encargo y rememorando su pasado incluyéndose en sus propias memorias junto a su pareja David o hablando con su amigo Eunice (Ira Hawkins). Revisita así la desaparecida época de la generación perdida, de la que él es un superviviente entre todos aquellos que murieron por la pandemia del SIDA en el punto álgido de la cultura ‹queer› en Estados Unidos.
Porque Pat está basado en una persona real que el director conoció en su juventud en un local de fiesta que reunía a la comunidad gay del lugar en los años 80, The Universal Fruit and Nut Company. La cinta está creada como un homenaje no sólo a ese Mister Pat real que bailaba como ‹drag queen› en en su pista de baile, sino también a todos aquellos que crearon un colectivo que con su mera existencia, reivindicaciones y activismo dieron los primeros pasos para que se reconocieran sus derechos más adelante. Un reconocimiento, un recuerdo, saber que ha dejado huella en alguien y su marca en la ciudad perdurará de alguna forma es lo que preocupa a Pat mientras busca un bote de descatalogado Vivantè siendo consciente de la cercanía de su propia muerte. En una conversación con su amigo Eunice se aborda explícitamente la desaparición de todo aquel movimiento cultural donde se refugiaban y podían expresarse libremente, al mismo tiempo que celebran cómo las personas fuera de la heteronorma han sido cada vez más incluidas e integradas socialmente. Esto es un punto de conflicto central en la obra, con la ambigüedad que mantiene el personaje de Udo Kier respecto a Rita y su amistad con ella, sobre la que se aborda el estigma del VIH y sus consecuencias en su contexto histórico, construyendo una conmovedora escena de reconciliación y un final que trasciende lo individual para proyectarse en la dimensión política.
Puedes ver Swan Song en Filmin:
https://www.filmin.es/pelicula/swan-song
Crítico y periodista cinematográfico.
Creando el podcast Manderley. Hago cosas en Lost & Found.