«— ¿Tú amas a tu marido?
— Sí
— Entonces estás a salvo»
En el mundo contemporáneo occidental las personas están obsesionadas con la libertad, la comodidad y la individualidad, por esto el amor se empieza a convertir en un sentimiento que hay que afrontar con rechazo, entendiéndolo como un entretenimiento pasajero, como una experiencia efímera y fútil, esto dado que el amor verdadero es peligroso, es una emoción atroz que nos encadena, que nos obliga a pensar y hacernos cargo del otro, y que nos vuelve frágiles e inseguros poniendo al desnudo nuestros vicios y defectos. Pero hay que recordar que el amor y la vida van de la mano, y esa es la lección que tiene para nosotros este filme en el que el thriller no se usara solo (como ya es costumbre) para revelar la oscuridad de las almas, sino también para reivindicar la necesidad del amor en las sociedades.
Empleando un estilo narrativo fragmentado donde los hechos se perciben desde los distintos puntos de vista de los personajes, cada protagonista tiene un episodio en el que podemos ver cuál es el carácter de sus relaciones y a la vez cómo se mezclan sus vivencias con las del siguiente hasta revelar el por qué del suceso trágico inicial. El relato es como un rompecabezas donde cada historia es una interesante pieza para encajar que nos desvía de suposiciones iniciales dando giros sorprendentes pero justificados; el giro más abrupto quizás sea el episodio final, que es a la vez un comentario interesante sobre las relaciones parasitarias que aún subsisten entre Francia y sus excolonias. Un detalle importante es que el tratamiento audiovisual no es el de un thriller clásico, ya que no está creado para crear tensión o suspense, sino que opera más enfocado en analizar en detalle las emociones y sentimientos de los protagonistas de una manera realista con una mayor aproximación al drama.
La historia nos presentara varias infidelidades y amores imposibles, explorando distintos ejemplos del amor tales como el amor materno, el amor distante, el amor entre personas con gran diferencia de edad, el amor piadoso o el amor platónico, y del compromiso de cada personaje con el amor dependerá su destino; en este sentido estamos frente a una historia idealista y fabulística que tiene inclusive toques de realismo mágico donde el amor se comporta como una fuerza mística a la cual se debe pagar un alto precio si se traiciona.
Hay en la película también una idea curiosa con los animales ya que como el titulo indica unos cuantos personajes al parecer solo pueden convivir en armonía con los seres de otras especies. «¿Para que tienes un perro si te gusta estar sola?» pregunta una de las protagonistas, y es que el relato hace una pequeña critica a las personas que utilizan a las mascotas para llenar el vacío emocional que les supone el ser incapaces de afrontar una relación personal. Un tema que hubiera sido interesante ver más desarrollado ya que al final quedó un poco relegado entre los demás.
«El que ama da de lo que no tiene» reza el chamán en la historia, es este salto de fe el que permite trascender porque los que aman sufren, pero sobreviven, o al menos es quizás esta la moraleja a la cual nos quiere llevar el realizador. En conclusión Solo las bestias es una grata sorpresa, pues es común encontrar películas que hablen de los problemas contemporáneos, pero es raro ver apuestas en las que también se señalen posibles soluciones. Tal vez esta historia peque un poco en su idealismo, pero sin embargo presenta una filosofía interesante de analizar y de tener en cuenta para el desolador panorama de las relaciones de hoy.