Steven Soderbergh se ha pasado, definitivamente, al iPhone. Después de su traslado al cine de género el pasado año con Unsane, que estuvo en la Berlinale y aquí todavía esperamos, el cineasta, que hace unos años anunciara su retiro de la dirección cinematográfica para volver con más fuerza y alejándose de aquello que en anteriores ocasiones había entorpecido su camino, ya tiene nuevo trabajo, en esta ocasión bajo el sello de Netflix con una High Flying Bird que nos lleva a uno de los grandes escenarios deportivos de USA, la NBA.
Con un libreto escrito por Tarell Alvin McCraney —en cuyo proyecto se inspiró la ganadora del Oscar, Moonlight— High Flying Bird nos cuenta como, en mitad de una huelga profesional de baloncesto, Ray Burke, un agente deportivo, está atrapado en el enfrentamiento entre la liga y los jugadores. Con su carrera en juego, Ray está intentando subir las apuestas. Con solo 72 horas para llevar a cabo un plan audaz, descubrirá una laguna que podría cambiar el juego para siempre. El resultado planteará cuestiones acerca de quién es el propietario del juego y quién lo posee.
André Holland —uno de los actores de Moonlight, que ya había trabajado con el cineasta en su serie The Knick—, el mítico Kyle MacLachlan, Zazie Beetz —de la independiente Sollers Point—, Caleb McLaughlin —uno de los muchachos de Stranger Things—, Zachary Quinto —el nuevo Spock— y Bill Duke —al que vimos en Mandy— son los nombres del reparto de esta nueva aventura de Soderbergh tras las cámaras.
Se espera que, tras pasar por Slamdance en enero, llegue a Netflix el próximo 8 de febrero.
Trailer de High Flying Bird
Póster de High Flying Bird (click para ver entero)
Vía | The Playlist
Redacción: Rubén Collazos