El Festival de Cine Europeo de Sevilla volvía, tras dos ediciones, a emplazarse en los cines del centro comercial Nervión Plaza, abandonando su ubicación de la zona de la Alameda y alrededores, un lugar mucho más acorde con la idea que se quiere transmitir de lo que es el festival. Y eso es todo lo lejos que ha estado el certamen de traicionarse (y ni siquiera era debido a la organización, que no han tenido más remedio que “mudarse” por tema presupuestario (el centro comercial hizo una oferta imposible de rechazar).
La fiesta del cine que tiene lugar en la ciudad hispalense a principios de Noviembre sigue en fase de expansión y de consolidarse. Este año el aumento de la prensa proveniente de distintos puntos de España o del extranjero ha sido considerable. Y eso es bueno, porque significa que un servidor no ha estado como alma en pena deambulando en silencio viendo a todos los amigos y parejitas disfrutar en compañía del cine como años atrás. También significa que el festival comienza a tener un nombre digno de consideración fuera de la ciudad, pero ¡bah!, lo mejor ha sido disfrutar de la buena compañía.
El festival parece cada vez más cómodo con su condición de lugar de encuentro de “ese otro cine español” a la vez que sigue recogiendo gran parte de las películas que han triunfado por festivales europeos. Estas dos vertientes son las que realmente dan sentido a un certamen que tras tomar Cienfuegos las riendas hace unos dos años, parece tener las ideas claras y una dirección constante y decidida, donde cada año se intenta mejorar el anterior sin traicionarse.
No todo es tirar manteca al techo. Hay detalles a corregir. Empezando con una película inaugural que lleva siendo año tras año un error, no tanto por calidad, si no porque no tiene cabida en los planteamientos del propio certamen. Pero bueno, supongo que es un pequeño peaje que hay que pagar, algo más… con recorrido mediático, para entendernos. En el plano más personal se han echado de menos cintas rumanas. ¡Cintas rumanas! Es todo lo que le pido a un festival de cine Europeo. Ni una en la presente edición. Cabe preguntarse si es esto se debe, a parte de ser un fanboy de tres al cuarto del cine que se destilla allí, a que el filón de dicho país se está acabando o a una cierta ceguera por parte de los programadores. Lo cierto es que no importa, el nivel de películas ha sido bastante bueno. Por otro lado llevo todo el año constatando que el cine georgiano parece vivir un boom del que todavía no somos conscientes y es una pena que todavía no se le haya tomado el pulso. Pero esto son chorradas. El festival bien y punto.
Las películas… las obras vistas en Sevilla nos hablan de un mundo a la deriva, donde absolutamente todo es cuestionado y replanteado. Ya no se trata tanto de mostrar de la crisis moral y ética que asola el continente, tampoco de la impotencia frente a esta, como en pasadas ediciones. Ahora se ve un malestar creciente en buena parte de las películas, donde todo es puesto en duda y se buscan enfoques nuevos a esquemas antes obvios. Desde la sexualidad y la identidad en Something Must Break, el retorno al hogar en Las altas presiones, el cambio de la política en Maidan, el camino de la Rusia soviética a la podredumbre moral en la etapa actual en Leviatán, el fin de la infancia en Incompresa o el rol arquetipo masculino en Turist, todo es replanteado.
Y todo ha cambiado.
¿Estamos en el momento anterior al inicio del cambio como dijo un amigo? ¿Nos encontramos después de la muerte de lo viejo y antes del nacimiento de lo nuevo? Porque esa es otra idea que podría asociarse a buena parte de las películas vistas; el cambio como algo inevitable, desde las mencionadas a La Sapienza, Le Meraviglie, Amour Fou (no se engañen, se habla y mucho del romanticismo, pero el fondo habla sobre el cambio y adaptarse a él) o incluso Negociador, donde el cambio resulta menos visible, pero cierra perfectamente la cinta con ese mensaje esperanzado.
Por último toca hacer un repaso a las mejores cintas del festival que he podido catar. Este año el nivel medio ha sido mejor que los anteriores y uno sale muy contento. Allá voy:
1- Leviatán [reseña]
2- Maidan [reseña]
3- La Pivellina [reseña]
4- Turist [reseña]
5- Las altas presiones [reseña]
6- Something Must Break [reseña]
7- Le Meraviglie [reseña]
8- Blind [reseña]
9- La Sapienza
10- Amour Fou
Bonus track: A Pigeon Sat on a Branch Reflecting on Existence
Nada más.
Y hasta el año que viene.