Hablemos con propiedad. Vengo a dar mi puta opinión sobre la jodida Redirected, la nueva película del director Emilis Velyvis, joder.
¿Ya se ve por dónde cojones van los tiros? No importa, no hieren de muerte. Tres amigos —el gordo, el flaco y el rubio (teñido)— tienen un objetivo, robar a unos mafiosos muy duros y largarse a Malasia con toda la pasta y el anillo del jefe de la organización criminal. Para llevar a cabo el plan necesitarán hacer a otro conocido —el militar— parte de él, contra su voluntad. Así, los cuatro irán a parar a Vilna, Lituania, por restricciones aéreas derivadas de la nube de ceniza originada por el volcán Eyjafjallajökull. En la película participan Vinnie Jones, unos cerdos y también gitanos, aunque ninguno se parece a Brad Pitt.
No olvidemos las palabras que una vez pronunciara Sauron: Nunca le robes su anillo a alguien más grande que tú.
Redirected ocurre principalmente en Lituania, pues tras una briosa introducción londinense, la acción se trasladará a Vilna, donde nuestros protagonistas vivirán cantidad de aventuras, ninguna agradable, pero en teoría sí desternillante para el espectador. Digo en teoría, porque el humor negro no funciona con todo el mundo, y el exceso de testosterona, tampoco. En mi caso, ni fu ni fa.
El guión, escrito para no hacer pensar mucho y sin pensárselo demasiado, lo deja todo en manos del efectivo montaje, la dirección y las coincidencias. Tanto es así que no vale la pena ni mencionar la cantidad de personajes planos o que ninguno te importe un carajo. La película mola, joder que si mola, pero no tanto como los creadores se debieron pensar que iba a molar, y es que llega más de 10 años tarde y sin aportar apenas frescura a las jodidas mierdas del subgénero “Thriller contado por partes”, salvo la nacionalidad de la cinta y la visión de un país mostrada por los propios ciudadanos de este, a quienes no deja en buen lugar, precisamente.
No es algo realmente nuevo, en los últimos años hemos visto películas como Tropa de élite o cualquier thriller surcoreano, que pretenden mostrar la realidad, más o menos de soslayo, de unas fuerzas de seguridad no tan eficientes como cabría esperarse de ellas y en ocasiones todo lo contrario. Sin embargo, en Redirected sencillamente no queda títere con cabeza en ninguna esquina de la población. No sabemos hasta qué punto será verdad lo que aparece en pantalla o cuánto de ello es exagerado o basado simplemente en la opinión que se tiene, desde fuera y como turista, de lo que uno cree que se va a encontrar si viaja a Lituania, pero en cualquier caso el resultado final dice muy poco, no sólo a favor de la policía, sino del país entero y sus ciudadanos. Hostia, hay tanta caspa que hasta sale un Tomás Roncero lituano haciendo de cura, aunque desafortunadamente no lleva a cabo ninguna sesión de Ouija.
En definitiva, ¿quién es más poderosa, la mafia inglesa o la caspa lituana? Recomendable para ir a ver con los colegas antes o después de irse de cañas y de hacer unas cuantas bromas relacionadas con “tu puta madre”. Si os descojonáis con gifs de rusos bailando o viendo por enésima vez el vídeo de “Dimitri en la disco (napravlenie? Kakoia napralenia)”, Redirected es la película que indiscutiblemente estabais esperando.
Hace ya varios años, unos amigos que estuvieron en Lituania, me contaron que unos amigos suyos les habían hablado de unos conocidos que, allí, fueron a una discoteca acompañados por unas chicas autóctonas que acababan de conocer a la salida de otro club. La historia terminaba con que cerraron la discoteca de repente con ellos dentro y les obligaron a dar todo el dinero que llevaban encima a cambio de poder salir de allí con vida. Hasta ahora no me lo creía.
…Cuando uno dice tantas palabrotas, coño, qué a gusto se queda.
