Pablo Maqueda y las redes sociales. Pablo Maqueda y sus ideales. Es cierto: Pablo Maqueda se ha quedado atrapado en internet. El joven director, fiel al proyecto #littlesecretfilm sigue la estela de su primera película para el movimiento y vuelve a recurrir a las redes sociales, los primeros planos y la camaleónica Rocío León para dar forma a su #RealMovie.
La ambición crece, en esta ocasión deja de lado el efecto fan que desarrolló en Manic Pixie Dream Girl, donde se hacía eco de youtubers y creaba su ficción a través de historias que corren por la red y hacen un guiño a lo conocido para desarmar la realidad, dejando que la ya citada Rocío León diera rienda suelta a sus personajes en la interpretación múltiple más solitaria de su vida.
Pero redes sociales hay muchas y Maqueda las aprovecha en esta ocasión para generar una historia interactiva añadiendo a su ecuación otra actriz que puede moldear al gusto: Eva Llorach. Los tres sumidos en su mundo y activos colaboradores del movimiento más accesible creado por cineastas hasta el momento, se sumergen en la intriga para simular la película más realista que fueron capaces de imaginar, una #RealMovie en toda regla.
En un supuesto tiempo real, vivimos el intento de una afamada actriz por salvar a su hermana pequeña, una famosa bailarina, de su repentino secuestro. Dos mujeres, un rapto y una cuenta atrás, lo suficiente para ambientar y justificar esta carrera por las calles de Madrid. La película maneja dos discursos, la rápida acción que necesita seguir los dictados del captor para liberar a la joven y una relajada y emotiva mirada al pasado para comprender cómo han llegado a esa situación. A dos ritmos tiene la capacidad de montar dos películas totalmente distintas con los mismos personajes, también dos, sin necesidad de incluir a nadie más. Aún así, involucra un morboso anonimato que da vida a la realidad que padecen.
Es el juego a tiempo real una muestra de la inquina social que se vive tras ese anonimato, representado por una pequeña ventana emergente que le escribe a Rocío unas normas para que Eva las comparta vía Twitter con sus seguidores, contabilizando siempre la necesidad de compartir vidas ajenas sin sentido alguno. Este juego es original y atrevido, pero queda descafeinado pensando en el nivel de ligereza y atención que gana la segunda historia, la que permite relajar a las dos mujeres y planear sus futuros con pequeños detalles que engrandecen la trama, pareciendo una apuesta más firme y sofisticada esos flashbacks que nos llevan a la premeditación, que los ataques hackeados a dos famosas que deben salir de su burbuja sin que nadie sea realmente consciente de ello.
Maqueda no se quiere alejar en ningún momento de lo conocido, y como un guiño a sí mismo, hace en esta ocasión referencia a divos del cine y la danza contemporánea, pequeños reflejos de la realidad que inspiran cierta grandeza a esas dos mujeres que se envuelven en papeles con los que otros han triunfado verdaderamente. También Madrid se somete para dar forma a los escenarios necesarios para esta carrera cronometrada, con mil cámaras siguiendo los apresurados pasos del más íntimo secreto.
Teniendo en cuenta los límites que provocan las #littlesecretfilm, #RealMovie se atreve, actúa y resulta más que interesante, con su crítica activa y sus reminiscencias artísticas, dejando constancia que no sólo Rocío León es ágil y sabe manejar la atención, es ahora Eva Llorach la que nos deja con ganas de más, con este, «el papel más importante de su vida».