Cineasta habituada a estar a caballo entre la producción cinematográfica y la televisiva, Birgitte Stærmose, que ha realizado films como Darling o Room 304, regresa ahora con la que parece su obra más ambiciosa hasta la fecha, una Afterwar cuya filmación se ha prolongado durante 15 años.
Para ello, la cineasta se ha trasladado a las calles en ruinas de Pristina, durante la posguerra de 2009, donde un grupo de niños vende cigarrillos y susurra historias de pérdida y esperanza. Ahora, ya como adultos jóvenes con hijos propios, la guerra permanece en sus corazones y todavía luchan por la supervivencia y la dignidad en una de las naciones más jóvenes y pobres de Europa: Kosovo. La única vía de escape a la dureza de su realidad es el fundamentalismo religioso o la emigración.
Un film, en definitiva, a caballo entre el documental y la ficción, que estos días está en Panorama de la Berlinale, y que merece la pena tener en cuenta.
Trailer de Afterwar
Póster de Afterwar