On the Other side (S one strane en su título original) es una cinta croata que nos cuenta la historia de Vesna, una mujer que lleva una monótona existencia en la capital croata y que su vida se resume en estar siempre al servicio de los demás. Así, mientras hace de niñera para su hijo y prepara la boda de su otra hija, su trabajo consiste en ser una enfermera a domicilio.
Su sencilla y trabajadora vida se viene abajo cuando recibe una llamada de teléfono. Pero qué llamada. Al otro lado del teléfono, un hombre se identifica como su marido, al que hace 20 años que no ve. Y al que nadie querría volver a ver, vivo.
Y es que Vesna era la mujer de un hombre que metralleta en mano y banderita en la otra, se dedicó a masacrar a sus vecinos en las guerras de la antigua Yugoslavia en el nombre de la Gran Serbia. Un hombre que acaba de salir de prisión, donde, irónicamente y como se nos recuerda en una de esas conversaciones de teléfono que pueblan el relato y mantienen al espectador agarrado a la butaca, compartió prisión y vida con otro criminal de guerra pero de nacionalidad croata.
Vesna duda y nosotros nos echamos las manos a la cabeza. Pero Vesna duda, no cuelga el teléfono y comienza a mantener una relación a distancia con el hombre que, a pesar de los pesares, aún ama. O no, pero les une un pasado y una familia de tres hijos, aunque uno de ellos fue asesinado precisamente por ser hijo de quien era.
Vesna no es un personaje débil e inocente. Ella sabe quien está al otro lado de la línea del teléfono. Es un criminal de guerra que ahora parece atormentado y que pregunta si puede volver a ver a su familia. Pero para los hijos él está bien muerto y por ellos que siga así.
Una de las escenas más duras y conmovedoras es cuando aparecen en escena unos antiguos vecinos de Vesna, musulmanes, que le piden que se ponga en contacto con su marido. No quieren venganza, sólo que el hombre que dirigió las matanzas del pueblo les diga donde están enterrados sus seres queridos. Incluso se ofrecen a pagar dinero al tipo que les arrebató a sus familiares. Vesna no es inocente, ella misma sufrió la guerra, pero su vida cotidiana se ve trastocada inexorablemente con las llamadas de teléfono.
On the Other Side sigue el día a día de Vesna, entre su trabajo y sus hijos, ya adultos. Siempre está dispuesta a ayudar y a echar una mano. Uno puede atisbar un cierto sentimiento de culpa oculto a los ojos de quienes rodean a Vesna. Por otro lado vemos a una familia croata que intenta mantener en secreto el apellido que llevan, por todo lo que significa ese apellido paterno. Croacia es un país al que tengo la sensación que ha intentado dejar atrás los desastres de la guerra sin mirar atrás y pensando sobre todo en el futuro, pero en este y otros largometrajes se insiste en la idea que algún día habrá que mirar de frente al pasado más inmediato, por mucho que ya haya una juventud moderna y europea al que la guerra le es totalmente ajena.
La cinta de Zrinko Ogresta tiene uno de esos giros finales que dan sentido a todo lo anterior visto en la película. No diré ahora en que consiste dicho giro, pero lo cierto es que construye un final demoledor, triste y terrible, pero coherente con todo lo que se nos ha mostrado.
Con ese final las ideas del director acerca del pasado más inmediato de Croacia quedan al descubierto. La herida no ha cicatrizado, y tal vez para muchos ya nunca cicatrizará, mientras que las próximas generaciones ya no tendrán ninguna deuda saldada con un pasado que parece ocultarse. Pero insisto en que ese final es maravilloso, te coge por sorpresa y su último plano te parte el alma. Las víctimas siempre serán las víctimas. No hay venganza que calme la sed.
On the Other Side es una película donde sus mejores momentos son esas largas llamadas de teléfono, donde si dicen muchas cosas y otras no se dicen pero se intuyen. Unas conversaciones con un tono que huye de la pornografía emocional, del dramatismo más facilón o de la polémica. El asesino muestra arrepentimiento, y ese simple hecho, hace que el espectador sin que se de cuenta empatiza. Pero nada es lo que parece en una obra como la de Zrinko Ogresta.
A destacar, por supuesto, a sus dos actores principales. Ksenija Marinkovic es una de las actrices más afamadas en su país y este mismo año estrena A Good Wife, la película de temática parecida que dirige en su primera incursión como directora la maravillosa Mirjana Karanovic. Por otro lado, Lazar Ristovski en su papel del marido de Vesna despunta con una actuación contenida en todo momento.
Hay pocas pegas que se le puedan achacar a la cinta, más allá de no mantener un tono acorde durante todo el relato y unas tramas secundarias que vienen a reforzar las ideas que su cineasta va dejando al espectador, pero que pierden intensidad en comparación con otros momentos. Es igual, On the Other Side es una película pequeñita, más ambiciosa de lo que parece, pero cumple sus objetivos y propósitos a las mil maravillas.