El oscarizado Steve McQueen, director de películas como 12 años de esclavitud y Shame, ha regresado a la gran pantalla con una obra de más de cuatro horas de duración, Occupied City. Esta película está inspirada en el libro de investigación Atlas de una ciudad ocupada de la directora holandesa Bianca Stigter. McQueen, conocido por su enfoque visceral y emocional, explora en esta nueva producción las profundidades históricas y los matices de una ciudad bajo ocupación, la cual el propio director describe en su trabajo como «aquello que duerme bajo nuestra cama y llama a nuestra puerta».
Occupied City es un documental que narra los años de ocupación en la ciudad de Ámsterdam, Holanda. La ciudad fue testigo de detenciones, torturas, deportaciones y fusilamientos que se llevaron a cabo de manera sistemática y consistente, al igual que en el resto del continente europeo. Este retrato, al abordar la historia y sus cicatrices, trasciende su época y explora la condición humana en su totalidad.
El documental no solo se enfoca en los eventos históricos, sino también profundiza en las experiencias personales de aquellos que vivieron esos años oscuros. Mediante testimonios, imágenes de archivo y recreaciones, Occupied City ofrece una visión conmovedora y detallada de la vida bajo la ocupación. La obra invita a la reflexión sobre la resiliencia, el sufrimiento y la lucha por la libertad, temas universales que resuenan en cualquier época y lugar.
Occupied City se presenta como un recordatorio poderoso de los horrores de la guerra y la ocupación, así como un homenaje a las víctimas y sobrevivientes que enfrentaron esas adversidades. Al hacerlo, el documental nos insta a no olvidar el pasado y a aprender de él, para evitar que tales tragedias se repitan en el futuro.
McQueen fusiona los espacios y, donde antes hubo horror, miedo y actos de valentía, hoy se abre paso la modernidad. El director nos muestra cómo los cuartos donde los holandeses almacenaban sus conservas contrastan con las habitaciones donde ocultaban a los judíos. Estos lugares, que en un tiempo fueron escenarios de protección y traiciones, ahora han sido transformados, revelando una nueva faceta que desafía el pasado. En su obra, McQueen nos invita a reflexionar sobre la evolución de estos espacios y el significado que han adquirido con el tiempo, destacando la tensión entre la memoria histórica y la vida contemporánea. Y ese diálogo de espacios, se da de manera constante y precisa, como también sucede, aunque de forma más original, en La zona de interés de Jonathan Glazer.
Occupied City va más allá, y en este diálogo no solo se abordan los espacios, sino que también se abre un intercambio entre la contemporaneidad y la posmodernidad. En ese lapso de tiempo, pequeño en términos históricos, se ha producido una transformación absoluta y total. Steve McQueen nos ofrece una obra que ha pasado desapercibida, pero a la que debemos regresar, pues es un grito de socorro para nuestro tiempo: ridículo y banal, despistado y senil, que nos exige una mayor verdad. Es decir, debemos volver a las raíces de nuestra historia, conocerla y no someternos a ella, sino cambiarla para mejor. Ese es el credo de estar vivo. Siempre.