El irritante tono de alarma del teléfono móvil te da los buenos días. Son las ocho y media de la mañana. El calendario marca un evento: «Pase de prensa: Nos veremos en el Infierno». Tras terminar de despertarte con la necesaria ducha de rigor, decides leer algo sobre la cinta. Parece ser un thriller de terror realizado en España, de producción medianamente modesta, y cuya historia gira en torno a un psicópata que se reencuentra con su progenitor —con quien posee una malsana relación paterno-filial— tras ser liberado después de varios años de condena. A priori la cosa no pinta mal del todo, así que decides tomar otra taza de café para evitar dormir durante la proyección. Grave error. Tras media hora de película, los ronquidos de los críticos más veteranos de la sala se convierten en objeto de envidia y deseo, y comienzas a arrepentirte de haber tomado esa última taza de café. Nunca pensaste que el título del filme fuese una invitación personal y, mucho menos, que ese “infierno” al que alude resultase una metáfora tan explícita de soportar el visionado durante sus infames cien minutos de duración en los que desearías estar compartiendo somnolencia con tus colegas periodistas.
Me van a disculpar lo literario de la introducción, pero a la hora de escribir unas líneas sobre este largometraje —tercero en la filmografía de su director, Martín Garrido— sentí estrictamente necesario el incluir unos párrafos más ligeros y menos analíticos para no convertir la lectura de esta reseña en algo tan tortuoso como la experiencia de contemplar Nos veremos en el Infierno. Experiencia que queda perfectamente dibujada durante los pocos minutos que dura su secuencia introductoria: un prólogo que sirve como carta de presentación no a la historia —de hecho, resulta especialmente inconexo— sino al despropósito formal que resulta ser el filme.
De tener que optar por un sólo adjetivo para describir la factura de Nos veremos en el Infierno, ese sería, sin ninguna duda, amateur. A nivel visual la obra resulta un auténtico desastre, combinando una dirección de fotografía plana y pseudo-televisiva que no pretende en ningún momento camuflar el horrible ‹look video›, con una planificación que resulta, cuanto menos, aberrante, estática, sin ningún tipo de intención dramática y que no muestra ningún reparo a la hora de recortar personajes o ignorar la correcta gestión de los aires, entre otras florituras técnicas.
Si visualmente Nos veremos en el Infierno posee un interés nulo, sus interpretaciones van un paso más allá. Actores secundarios que olvidan sus líneas y que recitan a trompicones con entonaciones impostadas, sobreactuaciones, desastres interpretativos arreglados en post-producción con doblajes limpios y de perfecta dicción que dejan en evidencia al equipo de sonido directo… ¡Incluso hay cadáveres que respiran! Esto no sería tan grave —quede remarcado el “tan”— de no haber sido transferido al elenco protagonista, en el que actores veteranos de la talla de Valentín Paredes muestran una capacidad interpretativa nula que sólo puede ser sinónimo de una labor pésima a la hora de dirigir actores por parte de Martín Garrido.
Como siempre defenderé, una factura pobre no tiene que ser equivalente a un producto fallido si el filme resulta interesante a nivel narrativo. Desgraciadamente, el guión de Nos veremos en el infierno resulta ser un disparate de dimensiones épicas. Los personajes —tremendamente desdibujados y caricaturescos— están descritos mediante el uso la palabra en tortuosos diálogos descriptivos que no facilitan la identificación con ninguno de ellos, la trama avanza a trompicones repleta de eventos aleatorios y ‹deus ex machina›, existe un mensaje socio-político metido con calzador que resulta incluso cómico y reiterativo, los giros dramáticos no tienen ningún tipo de sentido… Y así podría seguir durante horas.
No me gusta destruir de esta manera ninguna obra cinematográfica. Soy plenamente consciente del esfuerzo que conlleva sacar adelante un largometraje, pero en el caso de Nos veremos en el Infierno no he podido mostrar merced alguna ante tamaño desatino que, eso si, resulta un interesantísimo manual para todo aquel cineasta que desee tener bien claro lo que nunca, bajo ningún concepto, debe hacer si desea crear un producto válido y de calidad.
Víctor es tan obvio tu necesidad de protagonismo, protagonismo que es obvio te negó la vida, que casi ninguna producción es buena. Me gustaría, tu que sabes tanto, rodarás una película y nosotros te criticaremos y ojalá le pusiéramos un 10. Detrás de una producción hay mucha vida y situaciones para que venga un desconocido con las manos limpias para hundir una producción, » ES MÁS FÁCIL CRITICAR QUE DAR TRIGO » espero no te olvides nunca y no borres el comentario.
¡Muy buenas, Salvador!
En primer lugar, muchísimas gracias por leernos y por dejar constancia de tu paso por esta web.
Como no soy muy de entrar en polémicas y me acabo de levantar después de dormir como nunca lo había hecho tras disfrutar de diez días de películas ESTUPENDAS en el festival de Sitges me limitaré a decirte que, en efecto, estoy en el proceso de levantar un proyecto, que soy plenamente consciente del esfuerzo que hay detrás de una producción, sea del tamaño que sea, y que simplemente soy un espectador más que da su opinión sobre lo que le ha parecido una película.
Por cierto, te recomiendo ver mi lista de puntuaciones en webs como Filmaffinity para sorprenderte con la cantidad de puntuaciones desorbitadas que otorgo a todo tipo de filmes de todo tipo de países.
De nuevo, y antes de despedirme, gracias mil por participar en nuestra pequeña comunidad y por darme ese deseado momento de protagonismo que llevaba siglos anhelando.
Mucha suerte en tu próximo proyecto y espero darte un 10 en puntuación. Un abrazo
Escribí en esta web o como se llame, escribí un comentario inteligente y objetico digno de mí, y el tal Víctor López no lo ha colgado como seguramente no colgará este. Menos mal que estas páginas no las lee nadie. Qué vamos hacerle, hay gente que desgraciadamente (o afortunadamente) se pasan la vida en la sombra.
Los comentarios que llegan para ser validados, están a la vista de todos. Por tanto, si alguien envía un comentario correctamente, lo estaría, ya que de ello no se encarga Víctor, que no ejerce más que de redactor, sino un servidor, por lo que le agradecería no ir mintiendo por ahí. Que ya tenemos una edad. Y sí, es una pena que esta página sólo casi 2000 visitas diarias, y que esta entrada tenga varios me gusta, que no deben ser ni 1/5 parte de la gente que ha leído la entrada. Una pena para usted, claro.
El comentario que busca se encuentra en este enlace:
http://www.cinemaldito.com/estrenos-de-la-semana-ii-18-de-octubre-2013/
Fue usted quien lo publicó en la ficha de la película y no en la crítica a la que se refería. Está a la vista de cualquiera que esté interesado en leerlo desde el momento en que lo escribió, y allí, como es lógico, se dieron las respuestas.
Ayer se estrenó en Palma de Mallorca la película de Martín Garrido «Nos veremos en el infierno», Martín un nuevo Director a tener en cuenta.
Película muy recomendable, en la Sala Augusta.
Buena dirección, destacar la interpretación de actores como Beatriz Barón, Raquel Prieto y Valentín Paredes, entre otros, Calidad técnica, etc. Todo esto es el nuevo Cine Español.
Yo he visto la película y no entiendo lo que dice el señor Víctor López. Con personas como esta es normal que vaya mal el cine español, porque si la película fuera mala, aún tendría perdón, pero con las muchas críticas que han salido en la red más que positivas -creo que he visto 2 malas incluida la de este señor- es evidente que se equivoca con su crítica. Seguro que ni ha visto la película, porque decir que esta película es mala es no entender de cine. Lo siento.
Señor «Pere Martorell» o señor Garrido como quiera llamarse. Las únicas críticas buenas que hay en internet de semejante basura que se llama «nos veremos en el infierno» son de los mismísimos Garrido. No puede haber otra explicación. Todo el mundo que entienda algo de cine se puede dar cuenta de que esto es muy malo. Y los que no entienden de cine no aguantarán ni media hora. No solo es una mala película, si no una de las peores que ha podido parir nuestro cine español. Me sentí muy indignado al pagar por ver semejante mierda, no solo porque sea mala sino porque está muy mal grabada. Los planos, el montaje, las interpretaciones, los dialogos, todo es de parbulario. La resumiría con la siguiente frase: Vergüenza para el cine Español.
¿Donde están las tan buenas críticas que había en filmaffinity?
Señor Martín Garrido, se le ve el plumero y los de filmaffinity no son tontos. Lea usted los términos y condiciones de la web:
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Es cierto, la película es mala en los amplios contextos cinematograficos, mas creo que una película a igual que un libro intenta transmitir algo ( guión ) y de ello no se habla. Importa mas el continente que el contenido.