Mostra de València 2024: Sección oficial y paralelas

La Mostra de València llega este año 2024 a su edición número 39, que se celebrará del 24 de octubre al 3 de noviembre, manteniendo la fidelidad intacta a su histórico compromiso con la creación cinematográfica producida en los países bañados por el mar mediterráneo. Una vez más, las películas seleccionadas proceden de enclaves tan diversos como Líbano, Túnez, Francia, Serbia, Turquía, Italia, Montenegro, Argelia, Croacia, Bosnia Herzegovina o España, están recorridas por la diversidad, tanto formal como temática, y llegan avaladas por los principales festivales internacionales —como Cannes, Berlín y Locarno—. En todos los casos, se trata de películas que tendrán su estreno nacional en València y que contarán en su presentación en el festival con la asistencia de sus directores y directoras y equipos artísticos.

Para comenzar, en su sesión inaugural en el Palau de la Música, arrancamos con una producción española y valenciana. Un bany propi, ópera prima de la joven realizadora Lucía Casañ Rodríguez, que tuvo su estreno mundial en el Festival Internacional de Shanghái y también ha pasado por el Festival de Jakarta (Indonesia), es un relato sobre la emancipación femenina de una ama de casa con una incontenible fascinación por los baños, a los que acude en busca de una privacidad necesaria desde la que reivindicar su individualidad y abrazar su verdadera vocación como escritora, armando así la cineasta una potente reflexión sobre la relación entre intimidad y espacio público y privado segregado por sexos, en un ocurrente homenaje al ensayo seminal de Virginia Woolf.

La sección oficial nos ofrece propuestas que exploran los conflictos sociales y bélicos actuales abordando temas como la identidad y la memoria, los prejuicios, el duelo, la gentrificación, las crisis familiares, la corrupción del poder, las migraciones forzosas, la radicalización o el yihadismo, desde enfoques y géneros diversos.

Para empezar, la apuesta por la capacidad reparadora del sufrimiento a través del ejercicio artístico, está presente en films como Moondove, presentada en estreno mundial, cuarto largometraje del joven cineasta libanés Karim Kassem, habitual del circuito internacional de festivales y poseedor de una de las voces más interesantes dentro de la joven generación de directores en su país, que en modo documental nos cuenta sobre la dureza de la vida en un contexto de sequía severa y el poder revitalizador del teatro. Backstage, primer largometraje del dúo formado por la actriz tunecina Afef Ben Mahmoud y Khalil Benkirane, recrea el universo emocional, vibrante y caótico, de una compañía de danza en plena gira, que accidentalmente se ve aislada una noche en medio de un bosque del Atlas marroquí donde es difícil dilucidar entre realidad e ilusión. La cinta cuenta con la interpretación del célebre actor palestino Saleh Bakri y su virtuoso apartado técnico fue reconocido con el Premio Cinema & Arts en la Giornate degli Autori del Festival de Venecia. Por su parte, el prestigioso director italiano Marco Tullio Giordana, viejo conocido de la Sección oficial de la Mostra con Nome di donna (2018) —Premio À Punt por su compromiso para avanzar en la igualdad entre hombres y mujeres—, regresa de nuevo al festival con The Life Apart, un relato de prejuicios y ambigüedad familiar redimidos por el talento musical de su joven protagonista, que sufre un cruento rechazo social a causa de una marca de nacimiento en el rostro en la Italia de los años ochenta del siglo pasado. La cinta, co-escrita con el mítico Marco Bellocchio, llega a València tras su estreno mundial en el Festival de Locarno. Por último, Fotogenico, la atropellada comedia indie-punk de los franceses Benoît Sabatier y Marcia Romano (guionista de la aclamada El acontecimiento), sigue los pasos de un estrambótico padre que se traslada a Marsella para investigar sobre la vida de su hija fallecida y descubre todo un universo personal oculto, como su pertenencia a una banda de rock femenina o su afición por las drogas.

En el ámbito de reflexión sobre los extremismos, Who Do I Belong To, debut de la tunecina Meryam Joobeur, que recala en la Mostra tras su paso por la Sección Oficial de la Berlinale, es una profunda reflexión sobre la radicalización islamista a través de la crisis personal de una madre cuando su hijo regresa de la guerra acompañado de una mujer cubierta con un nicab, elaborada desde un tono formal pivotante entre el realismo y el onirismo fantástico. La problemática yihadista subyace también en Les enfants rouges, en la que el cineasta tunecino Lotfi Achour muestra sin ambages la agresión que sufren dos pastores adolescentes en la montaña, la decapitación de uno de ellos y la obligación del superviviente de llevar la cabeza cortada del asesinado como mensaje macabro a su familia.

Otro film presente en Locarno —y que se reivindica como una de las propuestas más audaces— es When the Phone Rang de la directora serbia afincada en Estados Unidos Iva Radivojević, que plantea una narración circular para indagar en la Historia de su país y reconstruir su memoria, un relato sobre la Historia reciente de los Balcanes ambientado en 1992, que investiga la dislocación y la naturaleza del recuerdo y la memoria a través de la llamada telefónica que recibe una niña y que borra de su mente todo rastro de sus orígenes y su identidad. That’s it for Today vuelve a traer el cine del serbio Marko Đorđević al festival valenciano tras su paso hace cuatro años por la Sección Informativa con My Morning Laughter. Su nueva película se erige como un canto a la vida a través de la convivencia de tres hermanos durante un verano en el que el tiempo parece detenerse y la felicidad se impone de manera natural, con el que ha sido reconocido este año como mejor director en el Festival de Serbia. Por su parte, la cineasta turca Aslı Özge ensaya un simulacro de documental en Faruk, a través de la inminente demolición del edificio de un barrio de Estambul, asediado por la gentrificación, donde vive su padre, un hombre casi centenario que poco a poco asume el protagonismo de esta película reconocida con el premio FIPRESCI Panorama en la Berlinale.

En el apartado de indagación sobre las oscuras corruptelas del poder encontramos Algiers, el primer largometraje del joven director argelino Chakib Taleb-Bendiab, premiado en el Festival Internacional de Rhode Island y escogido por Argelia para competir en los próximos Oscars, es un thriller de investigación que explora las sustracciones de menores en el pasado de su país por medio de la tensión social que genera el secuestro de una niña en Argel. Por otro lado, It All Ends Here es la última película del veterano cineasta croata Rajko Grlić, otro viejo conocido del festival que obtuvo la Palmera de Oro con Tres son multitud, y ahora regresa a la Mostra con otro thriller ambientado en el Zagreb actual que combina el romance, el neo-noir y la sátira, para contarnos sobre un abogado y su examante, enfrentados con un poderoso magnate cuya red de relaciones y estatus social le han permitido salir impune de diferentes asuntos turbios, como el asesinato de dos de sus trabajadores.

La Sección informativa — Premio del Público, mantiene la línea de indagación socio-política característica del certamen. Por mi parte destaco, entre las varias propuestas de interés, la última película del prestigioso cineasta portugués Rodrigo Areias, que en su A pedra sonha dar flor se atreve con el desafío de llevar al cine la obra de Raul Brandão, auténtico tótem de la literatura portuguesa —antes fue Manoel de Oliveira, que a sus jóvenes 103 años filmó la pieza teatral O Gebo e a sombra—. Húmus es un texto de forma y lenguaje nada convencionales, sobre el que consigue evitar el yugo de un argumento donde no existe, para capturar en toda su potencia expresiva un universo entero, para hacer propias –y hacerlas cine– su angustia existencial, sus palabras resonantes y su empatía dolorida por los derrotados. Sugerente también resulta el documental semi-kitsch de Fil Ieropoulos Avant-Drag!, que sigue las andanzas de diez artistas drag por la calles de Atenas para cuestionar y socavar problemáticas como la justicia social, el conservadurismo, el patriarcado y el racismo, por medio de diferentes medios de expresión, Como la última película de la actriz y directora  Mirjana Karanović, Mother Mara, que aborda la debacle personal de una brillante abogada a causa de la repentina muerte de su único hijo y su camino de recuperación mientras inicia una inesperada relación amorosa con un hombre más joven.

En esta edición, la Sección Focus está dedicada a la cineasta y activista franco-tunecina Nadia El Fani, cuya trayectoria se caracteriza desde sus inicios por la voluntad de cuestionar los dogmas y dar testimonio de la realidad en primera persona. Algunos meses antes de que floreciera la Primavera Árabe en su país, El Fani levantó la ira de los extremistas con el documental Laïcité Inch’allah! (2011), donde denunciaba la hipocresía religiosa y la necesidad de una Constitución laica para impulsar el progreso social de Túnez. Desde entonces aprendió a convivir con las amenazas de muerte y el destierro, pero no lograron su objetivo: en Même pas mal (No me duele, 2013) llevó a la pantalla la brutal persecución a la que fue sometida por atreverse a cuestionar ciertos aspectos del Islam, que también coincidió con el periodo en que le fue diagnosticado un cáncer.

El Fani nació en 1960, hija de madre francesa y padre tunecino. Creció en el país africano, en un piso encima una sala de cine, donde logró colarse muchas veces con su hermana. Posteriormente se trasladó a Francia junto a su madre divorciada y allí empezó a trabajar como ayudante de dirección en 1982 con cineastas como Roman Polanski, Nouri Bouzid, Herbert Ross o Franco Zeffirelli. En 1990 dirigió su primer cortometraje, Pour le plaisir, que remite al mito de la creación, a la par que expone la diversidad del deseo femenino. Poco después creó su propia productora, Z’Yeux Noirs Movies, en Túnez, tras el éxito internacional del mediometraje Fifty-Fifty, mon amour (1992), en el que abordaba la relación que mantiene con sus dos países.

Muy cercana a los grupos activistas de mujeres, en 1993 rodó Du côté des femmes leaders, su primera incursión en el género documental, que engloba gran parte de su producción. Ese mismo año, Tanitez-moi marcó, según la misma autora reconoce, el origen de sus problemas con las autoridades tunecinas, que rechazaron las reivindicaciones de la película porque las hacían mujeres y porque tenían como referencia la herencia cultural de la antigüedad cartaginesa, desvinculada del Islam. En 2002 se mudó a París, donde todavía reside, para la postproducción de su primer largometraje de ficción, Bedwin Hacker, protagonizado por una mujer que interfiere las ondas de radio en el norte de África y Francia para transmitir mensajes políticos desde un remoto pueblo de montaña en Túnez.

En 2008 filma Ouled Lénine, en la que partiendo de la figura de su padre, miembro fundador del Partido Comunista de Túnez, traza un retrato de los militantes progresistas en el país inmediatamente después de la Independencia, así como de su legado político. Nos seins, nos armes (2013) también aborda la lucha política, en este caso de las mujeres. El documental, codirigido con la periodista Caroline Fourest, relata el origen y motivaciones del grupo Femen en Ucrania y su posterior internacionalización, a la vez que propone una reflexión sobre el cuerpo de las mujeres musulmanas.

El público de la Mostra tendrá la posibilidad de conocer el relevante trabajo de Nadia El Fani gracias al ciclo más completo sobre su obra realizado en España, que incluye la digitalización de sus primeros trabajos. Además, la directora franco-tunecina visitará el festival y protagonizará un coloquio con las personas asistentes a la proyección de Capital Parenthèse (2022), su largometraje más reciente, donde propone una reflexión sobre el confinamiento a que fue sometida la población mundial a causa de la epidemia del covid.

En el apartado de las actividades paralelas, merece una mención la exposición en la sala del Tossal de las fotografías de El Flaco. José García Poveda ha ido construyendo el relato cultural de València durante los últimos cuarenta años a base de instantáneas. Cuarenta cinco de esos retratos, tomados en sus coberturas del festival desde sus mismos inicios, nos mostrarán la potencia expresiva de actrices y actores renombrados, e incluso el esperado reencuentro de Luis García Berlanga y Rafael Azcona.

Para concluir, no podemos dejar de destacar la distinción con la Palmera de Honor de la Mostra al director Isaki Lacuesta —de rabiosa actualidad por la selección de su último film, Segundo premio, para representar a nuestro país en los premios Oscars—, acreedor de una trayectoria marcada por la búsqueda constante de la experimentación a través de la narrativa cinematográfica, especialmente en lo que se refiere a su voluntad de redibujar los límites entre ficción y realidad, que ha recorrido todos los grandes festivales y los principales centros de arte del mundo, en títulos como El cuaderno de barro (2011) que se adentra en el taller africano de Miquel Barceló, La noche que no acaba (2010) donde indaga en la trayectoria de Ava Gardner en España, Los condenados (2009) sobre dos exguerrilleros que se reencuentran 30 años más tarde en una excavación ilegal, para encontrar el cuerpo de un compañero desaparecido, La leyenda del tiempo (2006) documental dramatizado que entrelaza las historias del niño gitano y la mujer japonesa que quieren cantar como Camarón de la Isla, o su debut Cravan vs. Cravan (2002) que gira en torno a la investigación de la desaparición del poeta y boxeador Arthur Cravan en el golfo de México durante 1918. Esta impronta refractaria con las codificaciones de género, le ha convertido en uno de los cineastas más conectados con la vanguardia artística a nivel mundial, y ha propiciado retrospectivas sobre su obra en centros como el Georges Pompidou, el MoMA, el Lincoln Center, el Anthology Film Archives o el CCCB. Lacuesta impartirá una ‹masterclass› el viernes 1 de noviembre en la sede de la Filmoteca valenciana.

Sección oficial
  • Un bany propi — Lucía Casañ Rodríguez (inauguración)
  • Moondove — Karim Kassem
  • Backstage — Afef Ben Mahmoud, Khalil Benkirane
  • The Life Apart — Marco Tullio Giordana
  • Fotogenico — Marcia Romano, Benoît Sabatier [trailer]
  • Who Do I Belong To — Meryam Joobeur [trailer]
  • Les enfants rouges — Lotfi Achour
  • When the Phone Rang — Iva Radivojević [trailer]
  • That’s it for Today — Marko Đorđević
  • Faruk — Aslı Özge
  • Algiers — Chakib Taleb-Bendiab
  • It All Ends Here — Rajko Grlić

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