Ya habíamos hablado de ella. Sí, es Shia Labeouf intentando demostrar que puede salir bien parado más allá de ungüentos comerciales tipo Transformers varias, Indiana Jones o La conspiración del pánico, entre otras. Bueno, lo cierto es que Labeouf ya había intentado salirse de los meandros comerciales, primero dirigiendo el corto Maniac, y más tarde protagonizando una chaladura de Sigur rós titulada Fjögur píanó (muy amantes de su tierra, ellos), aunque claro, una interpretación de garantías en un largo (no, me niego a ponderar el nuevo Wall Street de un Oliver Stone que está más acabado que la carrera de Kaká) es algo distinto, pero en esta The Necessary Death of Charlie Countryman parece que se podrían dar los suficientes ingredientes como para que Labeouf dé el do de pecho.
Entre esos factores, está un grandísimo reparto que encabezan nombres como los de Evan Rachel Wood (El luchador) o Mads Mikkelsen (The Hunt) acompañando a Labeouf, además de seguir con otros como los de la genial Aubrey Plaza (A Glimpse on the Mind of Charles Swan III), Melissa Leo (The Fighter) o Til Schweiger (Sobreviviendo al amor). Vamos, que por actorazos entre los que sentirse arropado no será y al fin podremos comprobar si es capaz de aguantar el tipo ante auténticos monstruos de la interpretación como Mikkelsen.
Otro de esos ingredientes es una sinopsis suficientemente atractiva que nos lleva en esta cinta independiente al debut de Fredrik Bond, quien ha dejado el guión en manos de Matt Drake (escritor de Project X, que generó escisiones entre los que la consideran lo mejor del año y quienes la odian), que nos pondrá tras la pista de Charlie Countryman, quien viajando por el extranjero se enamorará de una belleza rumana que, sin embargo, parece tener su corazón ganado por un violento y carismático criminal. Es entonces cuando Charlie decidirá jugárselo todo a una sola carta: o ganarse su amor o morir en ello.
Su última baza parece residir en el poderío de unas imágenes que, si bien ya mostraban tablas en su primera aparición, siguen llegando con cuentagotas pero, eso sí, dejando una gratísima impresión gracias a un estilo visual compacto y muy atractivo. Aunque una de las dos que os traemos ya tiene unos días (no vamos a hacer un artículo cada vez que aparece una imagen) pero resultaba ciertamente impactante, la otra nos llegó ayer y fue la desencadenante de estas líneas que están leyendo. En definitiva, que la cosa pinta de fábula y esperemos que con las primeras impresiones en Sundance no quede torcida. Mientras, vayan disfrutando del material.