Las primeras impresiones pueden fallar, la falta de información solo lleva al miedo, preguntar no es ofender y otras medias verdades son disueltas en la animada My Sunny Maad, segunda película de la checa Michaela Pavlátová, que tras un corto que llegó a los Oscar (Words, Words, Words de 1991) se pasó a la imagen real con Night Owls, nos sorprende con esta adaptación de la novela Frista de la periodista Petra Procházková. Ivan Arsenjev y Yaël Giovanna Levy se encargan del texto, que narra lo siguiente:
Cuando Herra, una joven checa, se enamora de Nazir, un afgano, no tiene ni idea de la vida que le espera en un Afganistán post-talibán, ni de la familia que va a conocer: un abuelo feminista, un niño adoptado que brilla con su inteligencia y Freshta, que haría cualquier cosa para escapar de su violento y controlador marido. Como todas las mujeres de la familia, Herra usa un burka y se esconde en un armario cuando llegan los invitados. Pronto, comienza un nuevo trabajo con una mujer estadounidense, Heidi, que realmente no entiende cómo viven las mujeres en Afganistán y menos aún que todo el mundo no quiera ser salvado por los occidentales.
Esta ambiciosa producción de los responsables de Alois Nebel nos descubre una visión vitalista que no podemos perdernos.
Trailer de My Sunny Maad — Moje slunce Mad
Póster de My Sunny Maad — Moje slunce Mad (clic para ver completo)
Redacción: Cristina Ejarque