Katrin Gebbe debutó en 2013 en la SO de Un certain regard de Cannes con Nothing Bad Can Happen —imagen superior—, película que indaga en el fanatismo religioso y que no dejó a nadie indiferente. Demostró entonces una mirada propia, capaz de sorprender. En lo próximos días la encontraremos en Sitges con la antología de terror The Field Guide to Evil, pero está rodando en Bulgaria su nuevo film, Pelican Blood, título que saca de la simbología cristiana donde la madre pelícano alimenta a sus crías con su propia sangre para devolverles a la vida, «una metáfora de amor y fe incondicional» que interpreta la propia directora.
Pelican Blood está protagonizada por Nina Hoss (Phoenix, Regreso a Montauk) y las jóvenes Katerina Lipovska y Adelia Ocleppo.
Con un guion de la propia Katrin Gebbe, muestra el viaje por el camino del sacrificio de una madre confrontada con el dilema más aterrador. Cuando la entrenadora de caballos Wiebke adopta a Raya, una niña de cinco años de Bulgaria, descubre que la pequeña sufre un trastorno afectivo que la incapacita para establecer conexiones emocionales o sentir empatía, por lo que es un peligro tanto para ella como para los que la rodean, incluida la hija mayor adoptiva de Wiebke, Nicolina. A medida que Raya se vuelve más agresiva, la madre tiene que decidir si puede encargarse sola para mantener a la niña a pesar de los consejos que todos le dan.
La idea de la directora es retratar cómo se comporta la sociedad cuando alguien no se comporta de acuerdo a los estándares morales de comportamiento, ver hasta qué punto somos capaces de sacrificar lo que nos rodea para alcanzar unos ideales y unos sueños, volviendo a esa idea de la madre pelícano.
El rodaje hasta mediados de octubre y contará con la distribución de Films Boutique.
Vía | Cineuropa
Redacción: Cristina Ejarque