If I was God es el último cortometraje del reputado animador canadiense Cordell Barker. Una historia bastante sencilla y simpática sobre la imaginación infantil, en la que vemos a un niño que comienza a fantasear con la idea de convertirse en Dios mientras disecciona una rana en clase de biología. ¿Qué decisiones tomaría si fuese capaz de cambiar cualquier cosa a voluntad? ¿Aprovecharía para llamar la atención de la chica que le gusta? ¿Utilizaría sus poderes frente a esa otra niña que no deja de molestar?
Sin dejar de poseer una cierta tendencia al humor negro y a recrearse en situaciones retorcidas, la sensación que da If I was God es bastante distinta de la que dejan sus obras anteriores. Frente a la vena absolutamente satírica, cruel e irreverente de aquellos, este nuevo corto parece más centrado en reflejar con un tono benevolente la ingenuidad infantil de su protagonista. El propio director menciona que la idea principal detrás de este proyecto era narrar en clave de comedia y desde una perspectiva nostálgica un pequeño cuento sobre las emociones de la infancia.
A pesar de su escasa experiencia en este tipo de narraciones, Barker sale razonablemente bien parado del proyecto. En gran parte esto se debe a una destreza muy remarcable en la descripción de personajes, ya demostrada de sobra en sus obras anteriores, aunque en esta ocasión en un contexto distinto. La habilidad de la que hace gala al proporcionar una personalidad e individualidad efectiva a cada uno con apenas un par de trazos es impresionante y da cuenta de la eficiencia de su director al contar una historia en este formato, administrando con gran eficiencia sus recursos narrativos y visuales. Pero lo más destacable es sin duda la solidez a nivel de la animación, muy sorprendente teniendo en cuenta la chocante elección estética de esta obra, que constituye una mezcla heterogénea de estilos entre los que destacan principalmente técnicas variadas de stop motion (claymation, animación con papel) que rompen con el estilo del autor visto hasta ahora, y que a pesar de todo lucen muy depuradas.
Por todo lo mencionado este cortometraje es un esfuerzo sin duda encomiable, más teniendo en cuenta que se mueve por terrenos poco acomodaticios para su director. Es una historia que evoca las emociones infantiles con efectividad, y muy destacable por su tremenda imaginería visual en lo que se refiere a trasladar en pantalla las fantasías de su protagonista. Pero al mismo tiempo, deja una cierta sensación agridulce, de estar presenciando un buen trabajo que podría aspirar a algo todavía mejor. Como primer intento, desde luego, no está nada mal, pero al final no ofrece nada nuevo a la temática que trata, y ni el desarrollo ni las conclusiones a las que llega parecen diferenciarse de muchas otras historias parecidas. No encuentro nada en este cortometraje que sea capaz de elevarlo a la altura de las obras maestras realizadas en este formato; ni a nivel visual, a pesar de sus cualidades, ni a nivel argumental.
En cualquier caso, aunque no tenga el toque de genialidad necesario para hacerlo realmente memorable, If I was God es un buen corto, irreprochable a nivel técnico y con un mérito tremendo en su narrativa, que logra recrear efectivamente un tema manido en la ficción y proporcionar una visión del mismo muy ligera y disfrutable, no exenta de una cierta perspectiva personal, que pone de manifiesto ante todo la versatilidad creativa de Barker y su capacidad para adaptarse a nuevos retos.
