Un debate que ha permanecido inquebrantable a lo largo de toda la historia es el de nuestra existencia como seres humanos. La famosa cuestión “¿De dónde venimos? ¿Hacia dónde vamos?” ha tratado de ser respondida desde un punto de vista científico y también desde diversas ópticas religiosas, pero pocas son las personas que se quedan plenamente satisfechas con los argumentos que se les ofrecen. Sin pretender ser grandilocuentes o muy trascendentes, no se puede negar que la vida, en su esencia misma, es el ente más bello y a la vez más curioso que existe en este planeta.
Cosa distinta es la apreciación subjetiva que cada uno pueda tener de la existencia humana. A diario, mucha gente de todas partes del mundo no para de sufrir por diversos motivos. Enfermedades, hambrunas, guerras, agresiones, violaciones, depresiones… Aunque existen zonas más propensas a registrarlas, tales circunstancias pueden llegar a afectar a cualquier ser humano. Bajo esta premisa se cimenta Human, el nuevo documental que el aclamadísimo fotógrafo francés Yann Arthus-Bertrand se ha encargado de elaborar. Esta cinta llega más de un lustro después de que el parisino triunfara entre crítica y público con Home, una pieza de no ficción que analizaba el planeta Tierra y cómo la mano del hombre ha podido perjudicarlo. Por tanto, Human nace casi como la contrapartida del citado documental.
En Human vemos a personas que, delante de la cámara, van narrando diversas experiencias que han tenido a lo largo de su vida. Entre las confesiones se intercalan pequeñas secuencias de diversa índole, desde un mero barrido cenital por unas llanuras hasta aglomeraciones de gente en una playa o contemplando un espectáculo, todas ellas de una belleza visual impecable y con el objetivo de relajar la mente del espectador entre testimonio y testimonio.
Tal planteamiento podría parecer que ostenta una ejecución muy sencilla, quizá demasiado asequible como para poseer algún tipo de ambición. Pero donde Human se hace fuerte es en la brutal sinceridad con la que los entrevistados ofrecen sus palabras. De hecho, al final de la cinta, el propio equipo da las gracias a estas personas por su honestidad. Sean ciertas o no las revelaciones, cosa que difícilmente podremos llegar a saber y que, en cualquier caso, no son ni mucho menos dudosas de ser verídicas (experiencias similares hemos visto y leído en los medios de comunicación), es complicado que puedan dejar a alguien indiferente. Especialmente porque hay de todo tipo: algunas que levantan una pequeña sonrisa, otras que encogen el corazón y varias que giran en torno al lado más puro de la existencia reflejado por el amor y la creación de vida.
Y es todo lo mencionado en el anterior párrafo lo que hace de Human un documental recomendable para los que quieran catar una obra tan ligera en su forma como profunda en su fondo. Eso sí, es necesario recalcar que la versión que se estrena en España es la de 143 minutos, una pieza reducida respecto a la original de 191 minutos. Servidor no ha podido comprobar si nos hemos perdido cosas importantes del material desechado para este montaje, aunque desde luego no sería la primera vez que una versión más corta es más satisfactoria que la extendida (caso de The Act of Killing, cuya director’s cut frenaba notablemente el ritmo de la cinta). Montajes a un lado, lo cierto es que este de duración inferior a las dos horas y media deja una impresión lo suficientemente buena como para no preocuparse en exceso por lo que se pudo quedar en el camino. Mejor dedicar ese esfuerzo a reflexionar sobre las cosas interesantes que se comentan a lo largo del documental.