Tiene aire de profesor despistado y la calma que da el estar acostumbrado hablar en público. Mariano Barroso (Barcelona, 1959) es un hombre de mundo. Estudió en Estados Unidos y ahora imparte su sabiduría en la Escuela de Cine de Madrid, con unos cuantos premios a sus espaldas y una dilatada trayectoria como director, guionista y productor. Medita cada pregunta antes de pronunciarse, sin esa tendencia tan catedrática de irse por las ramas, así que sus respuestas acaban siendo precisas.
Dijiste que con esta película pretendías volver un poco a “La esencia del cine”, poco más que un guión y unos actores ¿Crees que ahora estamos influenciados por otros elementos más allá de esta esencia en la gran pantalla? ¿Se trata de distraer la atención del espectador?
Creo que todo puede distraer. Te pueden distraer unos efectos especiales y te puede distraer un vestuario que no esté bien elegido o una localización que no corresponda. Todos los elementos tienen que ir acordes a la idea central, a la historia que se quiere contar. El problema es que a veces se le da más importancia a lo de fuera que a la estructura y se hacen películas sin columna vertebral, que son pura fachada. La idea de ir a la esencia es contar con lo básico, el guión y la intepretación como medios principales, sin ellos no se puede hacer nada.
El hecho de que la película transcurra prácticamente en el mismo escenario y se base en los primeros planos ¿Es la mejor manera para construir un retrato psicológico?
La idea era centrar toda la acción en una unidad de espacio y casi de tiempo, y recrear un mundo que transcurre entre el protagonista y las mujeres que pasan por allí. La idea central es esa, sin artificios, mostrar lo que había entre ellos, los rostros, la emoción, los silencios. Y claro, necesitamos tener la cámara muy cerca
En una cinta con un título como este ¿Qué puedes destacar del reparto femenino?
Destaco la entrega total y la ilusión, y la pasión de todas ellas, de las seis. Grandes actrices todas y generosas y que tienen el reto de estar a la altura de Eduard y que a mí me parece que cumplen con creces.
Os presentasteis fuera de concurso en el Festival de Málaga, dónde dejasteis buen sabor de boca. La crítica dijo que, de haber participado, esta película habría sido candidata al premio. Ganó sin embargo 15 años y un día, que ahora es la controvertida candidata al Óscar ¿Qué puedes contarnos del festival y del film de Gracia Querejeta?
No nos presentamos a competición porque el comité de selección nos propuso ir fuera de concurso y para mí fue una alegría. Yo los festivales los sufro mucho. Ir a concurso está muy bien, pero lo más probable es que no ganes, y si no ganas el premio parece que pierdes. Uno se repite muchas veces que lo importante es participar, pero lo que quieres es ganar. Así que veremos que tal nos va ahora cuando se mueva un poco más.
Respecto a la ganadora, pues bueno, fue la película más votada y eso ya demuestra algo. Cuando tú no participas en una cosa de estas solo queda desear suerte a Gracia, que es una cineasta espléndida, y esperar que se lleve el premio.
Esta película iba a ser primero un largometraje, luego pasó a ser una serie y ahora vuelve a la gran pantalla. ¿Qué ventajas y desventajas hay en cada formato?
Ventajas de la serie fueron el hacer posible el proyecto. Los directores de TNT apostaron por esta idea y tuvo buena acogida. Pero realmente está pensado para ser una película, la película permite seguir la idea de una forma distinta, llevar otro ritmo, no tener tantas pausas entre una historia y la siguiente, por lo que uno acaba entrando más de lleno en lo que es la idea central.
¿Hay prejuicios contra el cine hecho para la televisión o que deriva de ella?
No, yo creo que no hay prejuicios. Ten en cuenta que estamos en una época en la que los formatos están cambiando, y que la gente convive tanto con lo audiovisual que los distintos soportes nos permiten ofrecerles más perspectivas. En ese sentido, todo lo que se haga es bienvenido. Todas las mujeres, por ejemplo, ha demostrado que puede funcionar como serie y como película. No descartamos tampoco hacer una obra de teatro, porque la idea se presta a ello. E incluso podríamos sacar una secuela, a lo mejor como web serie. Quién sabe.
Montoro ha dicho que quizá los problemas del cine español tengan que ver con la calidad…
¿Eso ha dicho? ¿De verdad?
Sí, lo ha dicho esta mañana. Sin embargo, los que seguimos un poco el cine español vemos que, pese a la crisis, están saliendo grandes películas. Parece que, a menos presupuesto, mayor calidad. ¿Está sirviendo este período como acicate para el cine? ¿Qué piensas de las declaraciones del ministro?
El cine español yo creo que pasa por un mal momento en lo económico, pero esto no es lo único que construye el cine. Con tiempo y con medios se pueden hacer grandes películas, y España ha demostrado que es capaz de realizar grandes películas. Tengan la calidad que tengan, hay una realidad en la industria. Y lo que me parece muy triste es que se la maltrate, porque es una industria como cualquier otras. El cine no vale menos que las minas o los barcos. Sin las ayudas lo que se están perdiendo es una gran cantidad de puestos de trabajo. Es lo que me parece incomprensible.
Lo de Montoro aun no lo he oído, no me gusta… No sé, creo que Montoro como lingüista y como miembro del Partido Popular vive del dinero público, porque el Partido Popular está subvencionado con dinero público a un 95 %, entonces todas estas personas que se llenan la boca hablando de la libre competencia y del mercado libre y la privatización resulta que llevan toda la vida viviendo del dinero público, pero eso no lo dicen. O sea, que ellos no entran en el mercado libre. Algo tendrá lo público para ellos que no lo quieren dejar.
Todos los trabajos que has hecho con Eduard (Hormigas en la boca, Lobos de Washington) parecen tocados por una varita, al final se llevan algún premio. ¿Qué esperas para Todas las mujeres?
Espero, y parece que se está consiguiendo, que quien vaya a verla se lo pase bien y disfrute mucho y se identifiquen con un personaje que pese a ser miserable, mezquino, pero muy humano. Que la gente lo vea y la pueda disfrutar y reir, que se divierta con ella, con un personaje que es a la vez tan delirante pero tan cercano como es el de Nacho.
Para acabar, recomiéndanos una película “Maldita”
¿Tiene que ser española? ¿De dónde sea? Bueno, yo recomendaría El extraño viaje, de Fernando Fernán Gómez.
Pero sobre todo una película que hizo un compañero mío en Los Ángeles, que se llama Carl Franklin, y cuyo título es One False Move (Falso Movimiento) Un peliculón, muy pequeño, muy básico, pero que es una joya.
*Imágenes cedidas:
La entrevista se realizó en la galería Ministerio de Asuntos Importantes