La entrevista se desarrolló en una cafetería enfrente de la Filmoteca de Catalunya, donde Paskaljević presentaba su nueva cinta, Kad svane dan (Al nacer el día en su traducción al español). Fue una charla corta aunque muy agradable donde no pude preguntarle todo lo que tenía en mente ya que no disponíamos de muco tiempo y había otros medios esperando para entrevistarle, creando un pequeño caos entre nuestro mutuo inglés macarrónico (él habla francés de manera brillante), los camareros, el acompañante que me invitó a un café y me echaba una mano de vez en cuando , el periodista de un periódico esperando su turno y la grabadora que me ha dado más de un quebradero de cabeza.
Paskaljević es un cineasta que ha conseguido plasmar los últimos 60 años de Serbia y Yugoslavia entre todas sus películas, con una mirada crítica y normalmente negra. Su trabajos han versado sobre el Titismo, la emigración, el pueblo gitano, los ultra nacionalismos, la Serbia posterior a la posguerras de la antigua Yugoslavia, la primavera del 68 y la sociedad yugoslava oprimida por el comunismo. Así mismo, ha tenido que largarse temporalmente dos veces de su país por sus duras críticas al poder establecido en Serbia, de la misma manera que en su juventud fue acusado de anti-comunista en la Checoslovaquia donde estudiaba cine y donde sus primeras cintas fueron censuradas e incluso destruidas.
Goran Paskaljević no se ha llevado bien con el nacionalismo, especialmente con el serbio, pero él siempre ha hablado con connotaciones negativas del “ultra nacionalismo”, no del nacionalismo per se. De todas formas, su último trabajo resulta algo especial en su filmografia, ya que la historia surge de su amigo y guionista David Filip y su viaje al pasado para conocer su identidad y recuperar la memoria de sus padres, judíos asesinados por los nazis ayudado por entusiastas colaboradores serbios.
Aquí os dejamos con la pequeña entrevista y recordamos que aún se puede ver en cines Kad svane dan (Al nacer el día).
Sus películas están pobladas de personajes víctimas del odio.
Goran Paskaljević: Muy frecuentemente. Desgraciadamente hemos vivido los últimos 30 años en odio. El problema es que todas las guerras de la ex-Yugoslavia han sido creadas por el ultra nacionalismo. Y el ultra nacionalismo ha sido apoyado por el odio. Incluso yo hice una película, How Harry Became a Tree, que no pude rodar en Serbia, así que la hice en Irlanda, una película sobre un hombre que vivía para el odio.
Pero incluso antes de la desintegración de Yugoslavia, usted hizo películas como Andjeo cuvar (Guardian Angel), con el odio sobre el pueblo gitano y las mafias.
Sí, incluso en mi última película meto una subtrama de gitanos en paralelo con las otras historias que se cuentan…
Parece que los gitanos son los nuevos judíos de Europa.
A lo largo de Europa toda la gente los acusa siempre de cualquier cosa. Cuando hice Andjeo Cuvar estuve mucho tiempo conviviendo con gitanos. ¿Qué se puede esperar de un chaval que nace en una pequeña casa llena de pobreza, que no puede ir a la escuela, está sucio, incluso no habla serbio muy bien y lo acusan siempre que hay un robo? Hay mucho prejuicio. ¿Qué puedes hacer?
En la película, el hijo del protagonista, un joven serbio, rechaza mirar al pasado.
Él pertenece a la edad moderna, simplemente mira al futuro. Aunque tú no puedes construir un futuro sin recordar el pasado. Él está ocupado en sí mismo. Es agradable con su padre, pero no tiene tiempo para estar con él, pertenece a una nueva generación. Es un choque entre generaciones. Ocurre siempre.
Sí, de echo parece haber un conflicto entre los conflictos del pasado y las nuevas generaciones que no quieren miran atrás.
Sí, pero esta película es bastante específica en mi carrera, ya que está basada en la vida de un buen amigo mío, David Filip —El guionista de la película (n.d.r.)—, con quien llevo trabajando muchos años. Ya sabes, es la historia de sus padres y de como él sobrevivió a la guerra. Con Tito no se recordó nada de eso. Luego todo cambió y llevan 20 años prometiendo que el año que viene habrá un centro para la memoria sobre el exterminio del pueblo judío en Serbia. Y cada año es el año que viene. Es una vergüenza el olvido del pueblo judío en mi país. Es él único de Europa. Es por eso también que hicimos la película, nuestra pequeña contribución para esa memoria.
David Filip fue también el guionista de Bure Baruta (El polvorín) (película que reseñamos en la página).
Uno de ellos. Estaba basado en la obra de un joven macedonio, Dejan Dukovski. Estamos pensando en volver a trabajar juntos. Bueno, puede, nunca se sabe.
Con esta película, y desde el Titismo a la posguerra, pasando por la emigración y la primavera del 68 hasta el nacionalismo, usted ha acabado por recorrer la historia de Serbia y Yugoslavia.
Bueno, yo no podría abarcarla toda (risas). No, para ser honesto, durante el periodo de Milosevic era una “persona non grata”. Abandoné el país y fui a América a rodar Someone Else’s America (La otra América), sobre la emigración . Al gobierno serbio siguió sin gustarle mis historias, así que tuve que buscar dinero en otros lugares y me ayudaron países europeos. Tuve que irme a Irlanda a rodar, ya que fui atacado muy duramente en casa porque no estaba de acuerdo con la política oficial, y era anti serbio, y todas esas tonterías que decían de mi. Estuve en París y allí me repuse y fui a Irlanda a rodar una película, que de hecho, era sobre Milosevic —How I become a Tree es una metáfora sobre su persona, un hombre que sólo puede odiar (n.d.r.)—.
Pero con está película y su filmografía, uno puede comprender los últimos 50 años de su país.
Es un gran cumplido eso que dices. La verdad es que yo siempre quise hacer películas desde que tenía 16 años y veía el neorralismo italiano. Yo trabajé en un cine gracias a mi padrastro, en su cine. Me encargaba de los tickets y cualquier cosa y veía películas gratis. Hice muchos amigos y me enamoré del cine. Y sí, desde entonces siempre he querido hablar de los problemas que me rodean. Pero desgraciadamente, ahora, la situación económica en Serbia es terrible y es complicado hacer cine que hable de los problemas.
El pesimismo está presente en la película, como en otras muchas cintas suyas, pero usted siempre es cariñoso con sus personajes.
Me gustan mis personajes (risas). Mucha gente me pregunta por qué en esta última película hay tantos primeros planos o planos cerrados de los personajes. Y yo les respondo que es porque me encanta retratar el rostro humano. Es maravilloso.
En la película, parece que nadie recuerda el sufrimiento judío, cuando en Serbia está orgullosa de la resistencia contra el nazismo.
Es una desgracia. Con Tito y los partisanos se construyeron muchos monumentos para conmemorar la victoria. Mucha gente olvidó el sufrimiento judío, y ahora nadie quiere recordar. Es muy importante para mí que la gente joven sepa de esto, porque ahora en Europa parece que hay amnesia, e incluso en Serbia puedes ver jóvenes llevando esvásticas por la calle sin que sepan realmente lo que significa.
Muchas gracias por su tiempo. Espero verle por Valladolid, que siempre gana allí.
Su acompañante hace una divertida revelación: El presidente del Festival ha dicho que Goran ha sido el director que más veces ha ganado el festival. Siempre se ha dicho que eran dos, Goran e Ingmar Bergman (3 cada uno), pero el presidente dijo recientemente que no, que la primera vez que ganó Bergman no era aún el festival de cine de Valladolid, sino el festival de cine religioso.
G.P: Me encanta Bergman, pero por favor no me comparéis con él, eso es un poco… Bergman es uno de los grandes (risas).
*Imagen de Goran extraída de El bloc del director.