Diao Yinan estrena Black Coal, gran triunfadora del Festival de Berlín este año, una película negra y arrebatadora sobre un crimen cometido hace cinco años. Desde Cine Maldito hemos querido entrevistar al cineasta chino, con quien hemos hablado con calma sobre su trabajo, su película y algunas de sus ideas como creador.
Al final, más que una entrevista tenemos una agradable charla. Cada palabra es cuidadosamente meditada, pensada largamente antes de contestar. No le importa explayarse ni hacer de entrevistador cuando un concepto le interesa especialmente. Lo que sigue es el resultado de media hora con Diao Yinan.
Black Coal sigue un poco la senda iniciada el año pasado por ‘A touch of Sin’ de Jia Zhang Ke. Parece que el cine asiático últimamente realiza grandes obras de cine noir. ¿Qué le puede aportar el cine oriental a este género?
Cuando me lancé a este proyecto no pensé que fuera a hacer cine negro, no tenía una idea tan clara. Si hubiera hecho una película de cine noir al estilo occidental habría sido un fracaso, yo pretendía buscar mi propia voz. No fue tampoco algo accidental, no se me ocurrió un día porque sí. Cuando empezó este género, a principios del siglo XX, en Occidente coincidía con la grave crisis económica mundial y la II Guerra Mundial hizo a la gente que empezase a dudar de todos los buenos recuerdos que tenía de los tiempos previos a la guerra.
En China pasó algo parecido en el año 58, con la dimisión y la apertura al exterior, la gente empezó a tener dudas, dudas sobre los valores tradicionales. Todo esto produjo luchas internas en la sociedad que causaron muchos delitos violentos. Por eso es normal que los creadores chinos realicemos contenidos que reflejen este contexto social.
Hablando de cine noir, esta película quizá sea un poco diferente del cine negro occidental. Es más pausada, más racional. Distinta.
Se puede apreciar en la película una particular atención al detalle, cómo si todo lo que apareciese tuviera un significado. ¿Crees que tu trabajo previo como guionista hace que cuides mucho cada cosa que aparece en pantalla?
¿A qué tipo símbolos te refieres?
Por ejemplo, creo que la escena con unos patínes, que son un símbolo de ocio y de diversión, como arma, llama mucho la atención.
Cuando escribía el guión en general no pensaba significados especiales. En el caso del patín por ejemplo, es llamativo, llama la atención como arma, y además da la sensación de ceremonia de la violencia. Esa es la clave. Como me gustaba tanto que fuese un arma homicida tuvimos que rodar la película en un lugar muy frio en pleno invierno. Solo para hacer la secuencia del patín o del lago helado solo podíamos rodar en invierno. Perdímos mucho tiempo, casi un año. Es cierto que para mí era importante que este fuera símbolo del asesinato, aunque no tanto el significado. Si hay que decir algo, probablemente sea una explicación psicológica de Freud.
El personaje principal, Zhang Zili, es un hombre roto que recuerda de algún modo a personajes habituales del género, como el detective Marlowe de Raymond Chandler. ¿Está basado en alguien en concreto?
Este personaje es la imagen de un hombre fracasado. En las primeras películas que hice los protagonistas eran del mismo género. En la vida real es una persona fracasada, pero en su interior tiene su lucha interna y su propia pasión. A mí me encanta describir a las personas corrientes y describir su vida precaria, porque se trata de la vida de la mayoría. Es como el motor de mi trabajo como guionista, y también un autorreflejo de mí mismo.
Si hay que hablar de alguna referencia, me gustan mucho las películas de detectives. En todas ellas los personajes tienen vicios: el alcohol, las mujeres… pero sin embargo realizan muy bien su trabajo y son buenas personas en el fondo. A veces incluso me encuentro a mí mismo en los personajes de mis guiones.
Llama mucho la atención, como has dicho antes, el ritmo de la película. Pero también la tendencia que tiene a ser simbólica y poco explícita. ¿Eres de los que piensan que sugerir es mucho mejor que mostrar?
No puedo decir que eso sea muy de mi propio estilo, pero es un punto muy importante para hacer una buena película. Hoy en día la audiencia está acostumbrada a películas de tipo telenovela, que te cuenta todo con todos los detalles, y para las que no hace falta pensar nada. Solo quería volver al cine tradicional, sumergir a la audiencia en la película para que haga una interpretación. Porque una buena película es una buena conversación, una interacción con el público.
También el ambiente es fascinante. Una ciudad alejada de esa China cosmopolita e industrial que se suele ver. Un sitio pequeño, frío y sucio, que esconde mucho más de lo que parece. Como los personajes, que parecen muy simples al principio. ¿Influye de forma trascendente el lugar en el carácter?
Quería rodar esta película en una ciudad pequeña, porque en una ciudad pequeña quizá pueden ocurrir más cosas. No quiero decir que nada pase en las grandes ciudades, pero yo crecí en una pequeña ciudad, y estos sitios me generan más recuerdos. Los recuerdos de infancia de un escritor siempre son las fuentes de las que beben sus historias. Yo de pequeño crecí en un sitio pequeño, así que no siento mucho cariño por las grandes ciudades. Naturalmente, si ruedo una película siempre intento buscar un entorno parecido al sitio donde yo crecí, porque lo puedo dominar y me da confianza en mí mismo. Con un espacio así puedo tener una conversación. Además, este tipo de lugar está lleno de recuerdos y tradiciones, algo que lo hace mucho más atractivo a mi entender que una gran metrópoli.
Con el gran desarrollo económico de China hay cada vez más ciudades modernas, desarrolladas, y este tipo de lugares cada vez menos. Para nosotros es casi como si fuera un sueño. Lo que acabas de comentar de los personajes y su evolución es interesante, ¿a qué te refieres exactamente?
Personajes muy simples al principio, cuando se presentan. La protagonista, por ejemplo, se muestra como una simple recepcionista, casi como una víctima
Ambos tienen un proceso en el que se ve su complejidad. El protagonista también lo tiene.
A mí me parece que ella tiene un proceso más radical que él
La evolución de ella a mí me parece más ordinaria, más típica de película de detectives. No puede ser que ya al principio ya fuera la femme fatale que es al final, haría la película poco atractiva. Para mí es más interesante la evolución de Zhang Zili, que al principio es un hombre sencillo pero después sufre unos cambios en su interior. Eso quiere decir que la persona debe tener vida laboral, vida familiar… pero también vida interior, que es lo que sucede con estos personajes.
El uso de la violencia está muy controlado, pero es escalofriante. La violencia se muestra como algo frío, seco, duro, muy cotidiano, integrado en el ambiente. ¿Es la violencia una parte significativa de la vida? ¿Está tan arraigada?
Está basado en la realidad misma, en la sociedad de hoy día. China es una sociedad tan grande, más de 1200 millones de habitantes, en cualquier rincón de la sociedad puede ocurrir cualquier cosa. No solo hablo de los crímenes visuales que uno contempla, sino también de lo que se oye por la radio, lo que ves por la televisión o por Internet. Lo peor es la fantasía de violencia que sientes tú mismo después de saber de esta violencia de la vida diaria.
Has sido el flamante ganador del Oso de Oro este año ¿Cómo valoras el premio?
Estoy feliz por haber ganado este premio y estoy muy agradecido especialmente por el espíritu de exploración del jurado de Berlín.
Para acabar ¿Podrías recomendarnos alguna película maldita?
La bella de día, La Belle Jour, de Luis Buñuel, que es mi director de cine favorito.
* Imagen de Diao Yinan cedida por Nacho López