El cine ha abordado temáticas muy duras y lo ha hecho de diversas maneras, dependiendo del enfoque que le quiera dar un director o un guionista. En el caso de la película Enigma, estrenada en 2018, el realizador chileno Ignacio Juricic Merillán aborda las secuelas que dejan en una familia el trágico final de uno de sus miembros.
Enigma se basa en una historia real sucedida en Chile hace muchos años, cuando una mujer fue asesinada al salir de una discoteca y nunca se supo quién lo hizo. Es decir, un caso sin resolver que, por más que la sociedad haya olvidado, siempre estará presente en sus familiares cercanos y en alguna investigación de la prensa.
Nancy, la madre de la víctima (Sara), asume todo el protagonismo en este filme, ya que la historia se centra en las dudas que tiene en aceptar o no una entrevista para un programa de televisión que asegura tener pistas de lo sucedido con su hija hace 8 años atrás.
De este modo, se estructura un eje transversal narrativo en toda la película ya que la indecisión de Nancy hace que comente con varios de sus allegados la propuesta periodística recibida para que le aconsejen qué hacer. Pero en estos diálogos profundos, ella irá descubriendo algunos elementos que rodearon la muerte de su hija y que, en su momento, no estuvo en posición de descubrir.
En esta secuencia argumentativa, el filme va relatando además las secuelas del paso del tiempo, ya que el shock inicial que afectó a Nancy y a su esposo por la muerte de Sara, se ha transformado en un vida de inercia y sin esperanza. La tristeza emerge en cualquier hecho cotidiano, al igual que las contradicciones. Por un lado, algunos miembros de la familia anhelan conocer la verdad del misterioso asesinato y, a la vez, otros prefieren que el tema no se reactive porque no lo quieren recordar o porque se puede ver afectada la memoria de Sara, ya que creen que llevaba una conducta no apropiada por ser lesbiana.
Juricic se adentra así también a los prejuicios mentales que son parte de determinadas sociedades y que inciden incluso en decisiones trascendentales como avanzar en el descubrimiento de la verdad o mantener intocable una situación, por más delicada que sea, para no ser criticados.
Enigma enfoca momentos íntimos de la familia para alcanzar un determinado realismo. El recuerdo de Sara y la controversia de revivir su muerte en televisión se hacen presentes en el trabajo de peluquera de Nancy, en el momento en que ella se acuesta a dormir junto a su esposo, cuando se mira en un espejo en el baño, etc.
En lo técnico, el filme recurre al recursos de mantener la cámara estática y con un encuadre fijo que permita que dos o más personajes cubran la escena, casi siempre en conversaciones discretas, donde la voz parece perderse por la angustia y la desesperación. Los diálogos adquieren así un protagonismo sustancial.
Enigma también enseña el aporte que puede brindar una investigación periodística para descubrir hechos que han sido olvidados por la justicia ordinaria. Sin embargo, también podría reflejar un lado negativo del mundo de la televisión donde todo está permitido y que un hecho trágico puede ser un factor que contribuya a crear programas de gran audiencia.
La pasión está también en el cine.