Responsable de títulos como La resurrección de los muertos (que sería germen de la serie Les Revenants) o Eastern Boys, el trabajo que finalmente lanzaría a la fama a Robin Campillo es esa 120 pulsaciones por minuto que le llevó a ganar el FIPRESCI y el Gran Premio del Jurado en Cannes, y por la que lograría multitud de nominaciones y galardones. Han pasado ya unos años desde aquello, y tras un prolongado silencio, el cineasta galo rueda ahora su nuevo film, una École de l’air que además tendrá representación patria en su elenco.
Quim Gutiérrez (a quien vimos en la maravillosa Ventajas de viajar un tren) será ese representante, acompañado por Nadia Tereszkiewicz (Solo las bestias), el debutante Charlie Vauselle y Sophie Guillemin (absorta en el mundo de las series estos últimos años, la hemos visto en títulos como Harry, un amigo que os quiere), entre otros.
Con libreto de Campillo, École de l’air nos trasladará al Madagascar de finales de los años 60 y 70, donde en una base aérea del ejército francés los soldados viven los últimos años despreocupados del colonialismo. Influenciado por sus lecturas de Fantômette, Thomas, un niño que aún no ha llegado a los 10 años, forma gradualmente su propia visión del mundo que lo rodea.
Se espera que el rodaje del cuarto largometraje de Campillo termine el próximo mes de noviembre, por lo que no sería raro verle en la temporada de premios del año que viene.
Vía | Cineuropa
Redacción: Rubén Collazos