Un año más se despide el Festival de Cannes que ha celebrado su 67ª edición entre carreras, largas colas, ovaciones y algún abucheo, aunque éstos han sido los menos. Para el que escribe es el primer año que aterriza en este caos maravilloso llamado Festival de cine, y tras haber probado antes Venecia y San Sebastián, podemos afirmar que como Cannes no hay ninguno (que me perdonen Berlín, Sundance, Locarno, Tribeca y un largo etcétera). Cannes conjuga perfectamente el ideal de un pueblo costero y la magnanimidad de una ajetreada ciudad llena de viandantes, y durante 11 días, se viste de gala para recibir estrellas y grandes autores del mundo del cine. He podido compartir con algunos cinéfilos, habituales de los Festivales, esas horas de placer, y los pocos ratos comentando y compartiendo impresiones de los títulos son impagables. Merci!
A las puertas del “Palais de Festival” se aglutinaban los mendigos con vestidos de noche y esmoquin rogando por una invitación para los pases del Gran Teatro Lumiere, una gran sala que puede recoger bajo su techo a unos 2.000 espectadores. Pero para la prensa, la gran anfitriona es la Sala Debussy, algo más pequeña que su hermana mayor, pero con tanto encanto como ella, y que nos ha dado tantas horas de satisfacción, pero también alguna decepcionante. En apoyo a estas dos grandes salas, hemos contado con la Soixantième, la Sala Bazin y la Buñuel, más modestas en espacio pero con tanta calidad como sus progenitoras. Son las niñas mimadas del Palais del Festival, y aunque las hemos podido ver poco, sus ratos también han sido acogedores.
Pero Cannes no sólo se nutre de la Sección Oficial. Dos secciones paralelas han hecho que público y prensa hayan podido disfrutar de este trozo de la Costa Azul un poco más. La Quincena de Realizadores y la Semana de la Crítica, aunque modestas, han venido pisando fuerte. Con una mirada diferente y algo más transgresora, nos presentan títulos con bastante fuerza que difícilmente verán la luz en nuestro país (alguna excepción habrá). Allí nos hemos quedado espantados de la crudeza de imágenes que presentó Miroslav Slaboshpitsky y sus protagonistas sordomudos en The Tribe, más efectista que otra cosa, pero con una técnica y unos planos secuencia envidiables, que le ayudaron a llevarse dos de los tres premios de la Semana de la crítica. El tercero de ellos fue para Hope, de Boris Lojkine. En Quincena Fabrice du Welz, Lola Dueñas y Laurent Lucas nos pusieron los pelos de punta con A‘. En esta sección, Les combattants (Love at first fight), de Thomas Cailley arrasó con los 3 premios que se otorgaban, más el FIPRESCI de las secciones paralelas. Bande de filles, de Céline Sciamma, era la que abría el certamen, y también asomaron Daniel Wolfe (Catch me Daddy), Frederick Wiseman (National Gallery), John Boorman (Queen and country), Isao Takahata (Kaguya-hime no monogatari) o el ganador a mejor película y premio del público del último Festival de Sundance, Damien Chazelle (Whiplash), que nos ha sorprendido con una película que mezcla sonido e imagen de una forma magistral. Sudores al acabar la proyección. Además, la Palma Queer, el premio a películas con temática LGTB, recayó en una película de la Quinzena, Pride, de Matthew Warchus. Por desgracia las horas no dieron para más visionados, y alguna se quedó en el tintero.
Pero los que mayor expectación despertaron fueron los títulos de la Sección Oficial. Estrellas tan internacionales como Julianne Moore, Juliette Binoche, Jessica Chastain, Tommy Lee Jones, Nicole Kidman, James McAvoy, Ryan Gosling, o Channing Tatum pasearon por la alfombra roja de la Croisette, compartiendo espacio con autores de prestigio como David Cronenberg, Jean-Luc Godard (aunque éste al final no hizo acto de presencia), Nuri Bilge Ceylan, Ken Loach, Ruben Östlund, Wim Wenders, Mathieu Amalric y con una única representación española, la de Jaime Rosales. Un certain regard ha sido la sección sorpresa, donde se han presentado títulos muy arriesgados y otros de una belleza y realismo apabullantes, todos ellos con merecidos premios, Palmarés que ha terminado así:
Mejor película: FEHÉR ISTEN (White God), de Kornél Mundruczó
Premio del Jurado: TURIST, de Ruben Östlund
Premio Especial: THE SALT OF THE EARTH, de Wim Wenders y Juliano Ribeiro Salgado
Mejor reparto: PARTY GIRL, de Marie Amachoukeli, Claire Burger y Samuel Theis, que además se lleva el premio CÁMARA DE ORO
Mejor actor: David Gulpilil (CHARLIE’S COUNTRY)
Premio FIPRESCI: JAUJA, de Lisandro Alonso
De las 18 películas a competición, 5 han sido las que nos han gustado, o la que más alegrías o sorpresas nos han otorgado: Mommy, de Xavier Dolan; Leviathan, de Andrey Zvyagintsev; Deux jours, une nuit, de los hermanos Dardenne; Relatos salvajes, de Damián Szifrón; y Saint Laurent, de Bertrand Bonello. Aún así reconocemos que la competición ha sido difícil, llena de grandes títulos, pero los ganadores han sido estos:
Mejor actor: Timothy Spall (MR. TURNER)
Mejor actriz: Julianne Moore (MAPS TO THE STARS)
Mejor guión: LEVIATHAN, de Oleg Negin y Andrei Zvyagintsev
Premio del Jurado (Ex Aequo): MOMMY, de Xavier Dolan y ADIEU AU LANGAGE, de Jean-Luc Godard
Mejor director: Bennet Miller por FOXCATCHER
Gran Premio del Jurado: LE MERAVIGLIE, de Alice Rohrwacher
Palma de Oro: WINTER SLEEP, de Nuri Bilge Ceylan
Au revoir Cannes, y hasta la próxima.