Puede que Archive no plantee, ni en fondo ni en la forma, grandes novedades. Su premisa y su puesta en escena nos remiten sin duda a esta sci-fi de futuro cercano, de ritmo lento, puesta en escena fría y aséptica y un discurso que plantea dilemas filosóficos al respecto de la humanidad y su relación con la tecnología, especialmente respecto a la IA. Un planteamiento que hemos visto últimamente en la filmografía de Alex Garland.
No cabe duda que el film debut de Gavin Rothery explora estos caminos aunque, por decirlo de alguna manera, lo hace suavizando el tono, buscando una conexión no tan árida con su contenido sin perder de vista, eso sí, la importancia de su elaborada puesta en escena y su función clave en la trama.
Archive pivota esencialmente sobre el trauma de la pérdida, de la necesidad de un último adiós que nunca llega y que nos fuerza a revivir una conexión emocional humana perdida. El dilema está servido: ¿Es posible encerrar perpetuamente un sentimiento? ¿es posible su sustitución por un ente artificial? A partir de estas preguntas Archive transcurre posicionándose primero como un drama, cuyas incógnitas nos ponen alerta al respecto de un misterio más profundo, para devenir paulatinamente en un techno thriller angustioso y claustrofóbico.
Archive se sitúa en un laboratorio frío y solitario emplazado en un paraje glacial y aislado que sirve como espejo metafórico de caja de recuerdos y despedidas pospuesta, erigiéndose como un personaje más de la obra. Un paraje donde cohabitan robots en diversos estados de evolución con su creador humano. La comparación y el juego que se produce entre ellos es inevitable sugiriendo si la IA puede llegar a ser verdaderamente humana o si, en el proceso, es el humano quién acaba por asumir comportamientos mecánicos y rutinarios por su aislamiento.
Lo mejor sin duda es la capacidad de Rothery de sugerir mediante gestos y detalles todo este entramado casi filosófico. No hay necesidad de profundas reflexiones en off, ni discursos expresados en voz alta al respecto. Se trata más de un film proceso, donde los gestos íntimos y las sutilezas son los auténticos motores que dan sentido al relato narrado.
Cierto es que quizás en ciertos momentos se nota un cierto atasco en el desarrollo y una expansión argumental en diversas subtramas (esencialmente en su parte más centrada en el thriller) que no acaban de llevar a ningún punto esencial para la comprensión del comentario de fondo del film.
Quizás, si un pero se le puede poner a Archive, es su giro final. Ya no tanto por su impacto sino porque además de romper el tono general del film supone una enmienda a la totalidad de muchos de los temas que se habían desarrollado durante el metraje. Una lástima ya que, de alguna forma, el autor parece sabotearse a sí mismo, poniendo en duda su propuesta (hasta cierto punto arriesgada) en pos de una conclusión quizás más asequible, más comercial, por así decirlo, pero que en absoluto resulta satisfactoria. De todas maneras quedémonos con el trabajo realizado en el proceso y concluyamos que Archive, a pesar de lo dicho, es una propuesta más que interesante de un director al que habrá que seguirle la pista.