El gremio de la fotografía cinematográfica ha perdido estos días a uno de sus principales baluartes dentro de la industria de la Serie B. Gary B. Kibbe fallecía el pasado 12 de marzo a los 79 años de edad, siendo uno de los más fieles compañeros de uno de los nombres propios del cine fantástico moderno: John Carpenter. Ejerciendo como su director de fotografía de cabecera desde finales de los 80 hasta casi la totalidad de sus posteriores obras, Kibbe supuso un leal camarada de fatigas para Carpenter en un imprescindible catálogo de films de personal autoría y contestatario mensaje, aportando las texturas cromáticas idóneas para una de las máximas del director de La Cosa: el tratado impulsivo del fantástico bajo las aristas más salvajes del género, dentro de un pulso narrativo recubierto de clasicismo. Manteniendo con el paso de los años una fiel relación profesional que se manifestaba a modo de amistad fuera de los sets de rodaje, Carpenter pierde a la que fue su mano derecha en algunos de sus rodajes más importantes; films como El príncipe de las tinieblas, Están vivos, En la boca del miedo o 2013: Rescate en L.A., conjunto de obras a las que hoy se dedica una incuestionable reivindicación actual, además de las salvajemente divertidas Vampiros y Fantasmas de Marte, fueron algunas de las colaboraciones que marcaron la carrera de ambos.
El oficio en el gremio de Kibbe se había iniciado a principios de los 70 como operador de cámara en cintas como Coffy de Jack Hill o Convoy de Sam Peckinpah; sería su participación en Halloween 2. ¡Sanguinario! como camarógrafo adicional la que le permitió unirse a John Carpenter y su clan. Dean Cundey, excelente director de fotografía que había acompañado al director de Asalto a la comisaría del distrito 13 en algunos de sus primeros trabajos, daba el salto a Hollywood a mediados de la década de los 80 con títulos como Regreso al futuro, firmando en Golpe en la pequeña China su última colaboración con John. Justo a continuación entra en juego Kibbe, que ya como operador experimentado recibía la oportunidad en El príncipe de las tinieblas de debutar en el puesto más alto de sus labores en un set de rodaje, la dirección fotográfica. Esto no le impidió seguir sus labores como camarógrafo en otras en cintas importantes, ya bien como operador o director de fotografía adicional: Cuenta conmigo o Misery de Rob Reiner, Alien 3 de David Fincher o Virtuosity de Brett Leonard serían algunas de ellas.
El fallecimiento de Gary B. Kibbe se ha recibido con mucha tristeza entre la multitud de aficionados al cine fantástico, sintiendo ya su ausencia como una importante pérdida dentro de los ya de por sí bien considerados trabajos urdidos de su colaboración con John Carpenter. Reivindicando su labor tras la cámara, conviene destacar la relevancia de Kibbe en las dimensiones tonales y atmosféricas de la personalidad del director desde finales de los 80, como ha quedado demostrado en un conjunto de películas que ya son un legado inmortal para el cine de género.