Se terminaron las anécdotas, se terminaron Las mil y una noches. Más de 6 horas de historias simbólicas llena de ironía, humor, tristeza y belleza. Eso sí, este volumen, El embelesado, se aleja en cierto modo de la estructura de los dos anteriores, a pesar de mantener una estructura similar (sólo que dando más protagonismo a Sherezade y eliminando la voz en off por los textos en pantallas). Un mismo contexto que permite proseguir por este viaje.
El viaje por el que nos lleva Miguel Gomes y que se iniciaba recalcando el hecho de que los gobernantes portugueses realizaron una serie de reformas económicas y políticas y se olvidaron de la justicia social. Partiendo de esa base, Gomes nos muestra, desde distintas perspectivas, la situación del país, una enorme pincelada sin brochazos de su sociedad y sus habitantes, y que juega constantemente con el surrealismo que hay detrás de la más pura realidad. Si bien al principio era difícil creer que el capitalismo y los cuentos de Sherezade pudieran tener un denominador común, la duda ahora queda más que aclarada. Un intervalo de tiempo que se inicia con el miedo de Sherezade y sus ganas de sobrevivir y la explosión de una crisis económica. Una crisis que nos enfrenta con una verdad bastante clara: que el castillo de naipes hace tiempo que se lo llevó el viento, y que, con él, el poder se ha vuelto más fuerte.
Las mil y una noches: Vol.3, El embelesado es una culminación más que digna de esta monumental trilogía. Un todo coherente y a la vez bien diferenciado, que, entre otras muchas cosas, propone una reflexión interesante sobre estos tiempos que estamos viviendo desde hace ya muchos años y del deber que cada uno como individuo, desde su posición, tiene. Amplias dosis de melancolía, piedad y burla que, en El embelesado, son acompañadas de una gran selección musical e historias para el recuerdo, derivadas de las crueles consecuencias de esta depresión: los puestos de trabajo perdidos, los suburbios en expansión, la desesperación, el miedo en el que nos hemos asentado, escasos de paz social y de ninguna paz, pero también donde los cazadores de aves que permanecen fieles a su pasión. Esa permanencia que les da fuerza para sobrevivir a todas las crisis.
Una trilogía que se levanta y se construye sobre la creencia de que lo que tiene un papel terapéutico en la vida de muchos portugueses se puede utilizar también como narración.