Realizamos una entrevista a dos de las miembros del jurado de la sección oficial de largometrajes, después de la lectura del Palmarés: Hebe Tabachnik y Sonia Herman Dolz.
En esta edición de DocumentaMadrid ha habido dentro de la sección oficial 13 largometrajes a competición, la película ganadora ha sido When Two Worlds Collide ¿Cómo ha sido tomar la decisión? ¿Fue muy difícil?
Sonia Herman Dolz: Sí, ha costado mucho, porque la calidad de todas las películas era muy alta. Era como comparar peras con manzanas porque cada película tenía su mérito, su maestría, su profesionalidad y su encanto. Entonces es difícil, porque teníamos nada más que cuatro premios, dos de ellos con dinero y siempre es difícil, sobre todo si todas tan buenas. Así que hemos estados deliberando tres horas o así, para estar seguros de que tomábamos las decisiones correctas, dentro de nuestras posibilidades.
Hebe Tabachnik: Yo creo que los directores tienen su voz, deciden qué película van hacer y cómo la van a hacer, esta es una primera voz. En el festival al hacer la elección, hay otra voz y creo que cuando uno es parte del jurado tiene una nueva oportunidad de tener una voz más y en todo caso la capacidad de resaltar de alguna forma con los premios estas obras. Los premios siempre son justos e injustos porque por supuesto dejan mucho fuera, pero sentíamos que realmente es una oportunidad y había que hacerlo. Como decía Sonia muy buenas películas, pero entonces te preguntas ¿por qué el premio? Fue una conversación donde fuimos y venimos, realmente fue algo muy trabajado y digerido. Nos lo tomamos muy seriamente cada premio, por eso está muy bien explicado porque se lo dimos a cada película.
S. H. D.: Primeramente, lo más importante fue lo que dijimos, que cada una de las películas hubiera merecido un premio, quisiéramos haber partido un premio entre trece. ¿Por qué unos si y otros no? Era una decisión un poco desármonica.
H. T.: Además son películas muy valientes, cada una en su tema. La mayoría de las películas tiene que ver con alguna problemática; avasallamientos, corrupción, problemas ambientales… Eran películas fuertes y densas, de esas que después de una sesión de cuatro películas sales diciendo «si este es el mundo en el que vivimos: estamos jodidos». Partíamos de la base y no lo decimos a la ligera, de que cualquier película podría haber ganado el premio, porque estaban todas muy bien hechas. No había ninguna que dijéramos «de esta ni hablamos». Comentamos las trece todo el tiempo, las sopesamos mucho y por eso también ha sido tan placentero, aunque no sé si la palabra es placentero, porque suena un poco extraño cuando te sientas a ver dramas humanos descorazonadores. Ver a un inmigrante africano intentando llegar a tener una vida mejor y que está siendo maltratado como lo maltratan, pero por otro lado es un privilegio estar en una sala como la que estuvimos durante cuatro o cinco días, viendo la selección de documentales donde cada película nos dejó algo fuerte.
De todas formas, al final, ya ser parte de un festival cuando sabes que a veces llegan 1.000, 2.000 o 3.000 películas depende de cada festival, eso ya un premio, porque hoy gana una película, mañana gana otra. Pero la gente apoyando todas las películas, todas las salas estaban siempre llenas, ese es el mejor premio.
Me imagino que teniendo en cuenta la calidad de las películas sería difícil de llegar a un consenso. ¿Cómo os pusisteis de acuerdo?
S. H. D.: Siempre hay un sistema donde puedes votar y luego mirar a qué lado caen los votos. Entonces luego se puede hablar, no es una cosa de decir esta tiene tantos puntos. No es que hubiera diferencias grandes, pero, en fin, cada uno tiene su propio gusto. Una cosa, es decir, está muy bien hecha y profesionalmente cumple con todas las reglas del cine y otra que una película te puede gustar más que otra. Un premio refleja los gustos de un jurado, yo siempre digo que los premios dicen más del jurado que de la película, no es como si marcas un gol que, seguro que has ganado, aquí los gustos de los jurados tienen mucho que ver. No es que hubiera grandes diferencias, entre opiniones, pero eran más las sutilezas: esta me gustó ¿Por qué? ¿Cuál tiene más peso? Pero no tuvimos que llegar a un acuerdo a base de votos, al final fue un consenso.
H. T.: Lo más interesante de la elección del jurado, es que tenemos cada uno una experiencia muy distinta y eso enriquece la conversación. No es lo mismo ser realizadora de documentales, que ser como Álvaro realizador y productor (pero sobre todo una mirada de productor) o yo que vengo de la programación. Te complementas, se enriquece la conversación y es lo mejor que te puede pasar como jurado, cuando no te gusta algo, alguien te lo explica y empiezas a ver cosas que no habías visto. En la práctica partíamos de un grupo en el que casi todos estábamos de acuerdo, pero bueno, luego hay matices. Era una conversación de detalles. No hubo dogmatismo, nos hemos convencido el uno al otro.
S. H. D.: A veces quieres tener un criterio para facilitar las cosas, si tienes películas totalmente diferentes pues ahí no sabes porque camino ir. Pero aquí como todas trataban conflictos en el mundo; no había ninguna película sobre arte, música o algo más cultural. Todas las películas eran sobre conflictos en el mundo, obviamente han escogido para esta edición este tipo de películas así que teníamos ya un camino marcado. Pero hay festivales que te ponen de todo y no sabes cuál es el criterio.
El primer premio ha sido para When Two Worlds Collide de Heidi Brandenburg y Mathew Orzel ¿Cuáles han sido las razones?
S. H. D.: Sobre todo, que toca muchos temas a la vez, tiene muchas capas. Trata el drama humano más personal, pero también el drama humano colectivo que nos toca a todos porque la Amazonia son los pulmones de nuestra tierra. Es como David contra Goliat, un individuo que consigue que masas se levanten y que sepas que lo está haciendo, también por ti y por mí. Toca el tema medioambiental pero también hay amor, hay odio, hay política. En una película con un montaje recoge muchísimos puntos de vista sobre un mismo tema y te lo enseña sin juzgar. De todas las películas incluía muchísimos elementos que otras películas no tenían. Estaba construida muy inteligentemente con el uso del material de archivo. Tenía muchísimas facetas, y a veces puedes decir, quieren enseñar tanto que no queda nada, pero no. Cuando pensabas que ibas para un lado te llevaban para otro, era impredecible.
De algunas de ellas, quizás tenías ideas previas de lo que habéis leído o escuchado ¿Alguna ha estado por debajo de vuestras expectativas?
S. H. D.: Yo no esperaba nada de ninguna película, entraba completamente en blanco.
H. T.: Yo no sabía nada, excepto las que ya conocía de antemano por mi trabajo de programadora. No me gusta conocer nada, me siento en la sala prácticamente como un niño y espero a ver que me cuenta y que siento. Por ejemplo, en The Land of the Enlightened donde ves este mundo apocalíptico que existe. Estamos ahora aquí, pero allí estos niños están viviendo como Mad Max. Después ves otra como When Two Worlds Collide y dices «Aah, bueno esta es una película sobre…» y luego te ponen como en un tobogán de agua y te llevan de un lado para otro y te das cuenta de que estabas viendo a alguien en la pantalla y de golpe estas tú, porque es nuestro planeta, nuestro pulmón. Como es eso la película es sobre ese señor, pero estoy yo y este señor está peleando a morir por mí. Películas donde no es solo lo que está en la pantalla, esto no me lo esperaba.
Durante muchos años el género documental ha sido menospreciado y no ha tenido buenos canales de difusión ¿Pensáis que es importante rescatar el género?
H. T.: El documental es una manera de contar historias y esto es una necesidad intrínseca del ser humano. Desde el principio de la humanidad, se sentaban alrededor de un fuego a contar historias. Los medios de como contar historias van a cambiando, pero siempre se contarán historias porque parte del ser humano lo necesita. Creo que el documental sobre todo en los últimos quince años viene a cumplir un rol fundamental, es como realmente te enteras de lo que pasa en el mundo. Lamentablemente por una cuestión de cómo se fue monopolizando la distribución de la información, por medio de los medios masivos de información, lo que uno ve del mundo es nada. La realidad es que el documental en general, sirve para enterarte de un descubrimiento científico, de un niño especial, de un pintor, de un maestro… Todo esto solo te enteras porque existe el documental y es importante, porque es parte de ser y entender como somos. Entendernos hoy y entender lo que paso. Películas como Holy Hell y When Two Worlds Collide que hacen una mirada hacia atrás, que es fundamental.
A mí lo que más me encanta de este género son los estilos, se discute mucho de si el documental es solo una cámara en mano con luz natural o puedo hacerse algo con producción y con un gran equipo. Pero lo maravilloso de esto y lo vemos aquí, es que hay de todo; maneras mucho más contemplativas como la de Tatiana en “La tempestad” que contrapone un relato en off con imágenes casi mundanas y el horror de lo que cuenta o algunos como “When two worlds collide” que te muestra cómo están masacrando a los indígenas. Pero en ambos casos la historia llega y sobre todo la emoción. No vamos a decir cuándo, pero lloramos.
La emergencia de festivales así en los últimos quince años no es casualidad, sigue siendo difícil la comercialización, pero la verdad es que ahora existen cantidad de festivales dedicados al documental y el hecho de que DocumentaMadrid lleve trece años dice mucho. Ahora la gente tiene esa necesidad de ver lo que está pasando en el mundo. Como sabríamos nosotros lo que pasa en otras partes del mundo, sino fuera por los documentales. Luego hay que ver qué hacemos con eso, que es lo que nos queda como tarea pendiente, venimos vemos la película seleccionamos los ganadores, pero todo lo que está allí no desaparece cuando se enciende la luz.
Como dices los conflictos en el mundo no desaparecen cuando se enciende la luz. ¿Creéis que el cine puede contribuir a un cambio?
S. D. H .: Sí, yo estoy convencida. Lo que he leído o he visto, me ha hecho decidir cosas en mi vida. Yo cuando empecé a hacer documentales, no era por exactamente el motivo por lo que quería hacerlos, pero es algo que salió a partir de eso. La gente empezó a decirme lo que había hecho a raíz de ver una película mía. Todas estas películas pueden sembrar una semilla en la conciencia del público, a lo mejor alguien la ve y piensa en ir a Perú a salvar la Amazonia. Yo como documentalista siempre lo veo como un deber histórico hacer mis películas, si dedico tres años de mi vida a hacer un documental, lo hare por algo. Muchas veces gente me ha dicho después de años, que tras a ver visto alguna de mis películas hizo un viaje o le inspiro para hacer algo. Muchas veces pasa que inspiras a gente sin saber a quién será.
Para terminar, me gustaría preguntaros ¿Cómo ha sido vuestra experiencia en esta XIII edición de DocumentaMadrid?
S. D. H.: Ver como que se re-utiliza un matadero, que ha sido un lugar donde antes la gente no quería acercarse debido al olor, para transformarlo en un lugar cultural donde se realizan actos como este, eso me parece magnifico. Así que me parece “Chapo” me gustaría que se hiciera en más sitios del mundo.
H. T.: Para mí lo más importante, es que se presenten las películas de la mejor manera y en esto ha sido es un sobresaliente sobradísimo. La organización, el público, los compañeros ha sido una de las experiencias más lindas… Nosotras lo que queremos es volver.
DocumentaMadrid 2016 anuncia su Palmarés:
— Sección Oficial —
En la Sección Oficial de largometrajes, destinado a las películas de duración superior a 60 minutos, no estrenadas en España, cuyo carácter privilegie el punto de vista narrativo, la información y/o el interés social sobre la actualidad de nuestro mundo.
Primer premio del jurado: When Two Worlds Collide de Heidi Brandenburg y Mathew Orzel.
«Hemos elegido a esta película porque desde distintos puntos de vista de manera elocuente y poética, Heidi Brandenburg y Matthew Orzel reconstruyen la lucha por la defensa de la Amazonia del líder indígena peruano Alberto Pizango y su comunidad. Ellos ponen sus cuerpos y sus vidas en juego en una lucha desigual e injusta que ya no es sólo de ellos, sino que nos concierne de manera cada vez más urgente a todos nosotros. When Two World Collide es una película que cautiva, provoca e inspira de principio a fin.»
Segundo premio del jurado: Les Sauteurs de Moritz Siebert, Estephan Wagner y Abou Bakar Sidibe.
«Nos cautivó como Moritz Siebert y Estephan Wagner de manera efectiva retratan el drama de migrantes africanos al darle una cámara a uno de ellos, Abou Bakar Sidibe. Estas imágenes íntimas, casi una home-movie se contraponen a la cámara impersonal que vigila noche y dia la frontera y que no distingue en esas siluetas, apenas puntos oscuros en la lejanía, los sueños y las esperanzas que se esconden.»
Premio especial del jurado: The Land of the Enlightened de Pieter-Jan de Pue
«Por la maestría cinematográfica y original que despliega el director y camarógrafo Pieter-Jan de Pue, al retratar la vida desolada y brutal, pocas veces vista, de niños afganos obligados a sobrevivir en una tierra en guerra permanente, cuasi apocalíptica.»
Mención especial del jurado: Tempestad de Tatiana Huezo.
«La directora Tatiana Huezo logra de forma sutil y emotiva rescatar testimonios que describen la injusticia y profunda corrupción en México. Le otorga un rostro concreto a relatos de ciudadanos inocentes que si no hubieran permanecido invisibles.»
Premio del público: Sonita de Rokhsareh Ghaem Maghami.
— Sección Panorama —
Sección Panorama del documental español se alza con el premio a mejor documental español: La mayor locura de Adolfo Dufour.
«Por la originalidad con la que trata el tema de la memoria; así como por la elección de los personajes, la capacidad de lucha que trasmiten, su resistencia a la soledad y al paso del tiempo. También queremos destacar la calidad de la filmación del documental, y el sugerente lenguaje poético que utiliza.»
Premio MOVISTAR +: The Other Kids de Pablo de la Chica.
— Cortometrajes —
Los cortometrajes premiados nos ofrecen el reflejo de realidades de países tan lejanos como Siria, Corea del Sur, Brasil o Canadá. Las películas que merecieron los premios del jurado son:
Primer premio del jurado: My Aleppo de Melissa Langer.
Segundo premio del jurado: Then, Then, Then de Daniel Shioler.
Premio especial del jurado: Pele de pássaro de Clara Peltier.
Mención especial del jurado: Der biettere apfel vom stamm de Hana Kim.
Premio del público al mejor cortometraje: Yo no soy de aquí de Maite Alberdi y Giedré Zickyté.