«Encuentro que las películas de hoy en día son cada vez más planas, más banales y al espectador le tratan como si fuera tonto y con esta película intento protestar contra eso. Quiero que me tomen en serio como espectador y cuando hago una película intento pensar en mi espectador como una persona inteligente, no tonto, eso es todo»
Michael Haneke
La eterna contradicción entre la industria y el arte donde el desarrollo de una termina con la otra…No me entendáis mal, es posible la creación del arte dentro de la industria, pero este hecho no quita que la esencia de ambos aspectos sea contradictorio entre si y que el desarrollo de uno termine por suprimir poco a poco al otro. La televisión es el lugar idóneo para ilustrar esto, productos sin ningún valor artístico que repiten una y otra vez los mismos formatos e historias porque generan ganancias. En la televisión el espectador es un sujeto completamente pasivo, no se espera nada de el, no se busca generar pensamientos ni reflexiones simplemente mantenerlo en una estado de embriaguez mientras observa la pantalla. Un medio donde la única intención es hacer que el espectador asuma un mensaje (publicitario, propagandístico o informativo) sin que éste lo cuestione por ningún momento, sin generar un ejercicio mental. Como decía antes, pueden existir excepciones pero terminan por ser arrastradas y aisladas por la tendencia general del medio. Vivimos en un mundo donde el dinero controla todo y se apodera de ello, pero en el cine aún existe una resistencia —artistas que se niegan a que la industria encierre su creatividad—.
Norberto López ha realizado su tercer largometraje La decisión de Julia. La protagonista interpretada por Marta Belaustegui acude a un hotel de Madrid con una pequeña maleta cargada de recuerdos donde tendrá que tomar una difícil decisión. Julia se enfrenta a los recuerdos de su vida, la utilización del fuera de campo consigue reflejar la vida de la protagonista sin salir de las cuatro paredes de la habitación. La fotografía en blanco y negro genera una atmósfera dramática que es acompañada por la lluvia golpeando los cristales de la habitación. Toda la película tiene un estilo teatral en sus interpretaciones y en la puesta en escena, lo que ayuda a potenciar la atmósfera dramática. La estructura narrativa se conforma por la sucesión de recuerdos de la protagonista, nos adentramos en su pasado a través de sus recuerdos subjetivos.
La película esta tratada con cierto lirismo buscando una belleza estética que en ocasiones resulta estar vacía de contenido. En el cine la forma y el contenido son parte de un mismo cuerpo y estos deben relacionarse en consonancia el uno con el otro. El director parece centrarse en generar una gran belleza estética sin respaldar esta en el contenido. Los recursos utilizados en infinidad de veces antes y que no parecen tener una relación directa con el contenido de ésta, dando la impresión por momentos de ser un mero capricho del director. Que intenta simplemente crear una estética concreta, que termina cansando al espectador al no aportar nada nuevo a la narración. La utilización de recursos necesitados de significación que chocan con un contenido en ciertos momentos plano y previsible. Este es el mayor error de la obra intentar aparentar algo terminando por ser un perfume que se va desvaneciendo a medida que avanza.
Pero el mayor problema de la obra es tomar al espectador por un ser incapaz de razonar. Dando mascada toda la información de la película, recalcando una y otra vez cada momento a través de la música hasta terminar resultando agotador. El espectador no necesita que expliques cada giro, cada cambio, cada información nueva como si no fuera capaz de percibirlo por si mismo. Aquí se encuentra la raíz del problema el querer maquillar de innovadora una obra con un contenido televisivo, que no aporta nada nuevo. La obra podría haber desarrollado una buena historia, pero termina por convertirse en producto fallido, sin ninguna solidez y cargada de estereotipos, que comienza a derrumbarse cuando intentas profundizar en ella. Una obra comercial que aparenta ser independiente, buscaba el camino intermedio, pero termina perdiéndose en medio del descampado.