Me gustaría explicar gráficamente, en el siguiente párrafo, por qué una película no vale la pena sólo por haberle echado muchas horas a la planificación y a la escasez de errores y ninguna al argumento. Recordemos que se trata de una cinta rodada en un solo plano secuencia de casi dos horas y media:
Victoria es una película que trata sobre una chica española que se llama Victoria y está viviendo en Berlín o no sabemos si está viviendo realmente aunque trabaja y suponemos que es así aunque la vemos empezar en una fiesta y ella sola está bailando y luego está bebiendo y luego está saliendo hacia la calle y va y se encuentra con unos tíos que son gentuza y ella no lo es y ya es mayor de edad para saberlo, porque ella es española y en España también hay gente así de la que sabes que te tienes que alejar y me da igual si en tu infancia fuiste una niña muy adulta y parecías una vieja para hacer de esta razón una película donde tu vida no te importe ya un carajo y hagas cualquier cosa que te digan unos raros que te encuentras por la calle y les ves robando y hacen cosas o las dicen que si yo las oigo me las piro desde ya y mucho menos me enamoro en una noche que ni es una noche en realidad. (Mitad del texto: dejo respirar). Pero claro, si algo saben los alemanes de nosotros españoles es que hacemos siempre lo que quieren y de ahí habrán tirado los guionistas Olivia Neergaard-Holm y Sebastian Schipper para desarrollar esta gran trama sobre una chica que se va a ir a trabajar por la mañana y nunca va porque se queda con sus nuevas amistades hasta que por fin se va y luego ellos llegan a la tienda donde está y la necesitan y ella va y sigue yendo allá donde la digan como si no tuviese nada mejor que hacer o como si mereciese la pena vivir esa experiencia en lugar de cualquier otra y encima lo peor de todo es que todo lo que ocurre es cada vez más tonto en este caso y no se acaba nunca y en un momento dado de la cinta tuve tanta hambre que pensé que me moría y nunca se acababa o si se acababa no acababa porque era todo junto en una sola toma y a mí me daba igual lo que pasaba en realidad y por eso yo diría que esta cinta es más bien fallida y no por ello niego que también tenga cosas buenas como cuando al final en una escena en un hotel me sentí más involucrado por lo que pasaba que en otras cintas en momentos parecidos. Quizás por el hambre que sufría.
Conclusión: La gente menosprecia el valor de un buen «¡corten!», como yo lo he hecho de una coma, un punto o un aparte. No sobrevaloremos la i griega en exceso.
Victoria vagabundea sin rumbo fijo, como sus personajes, no te deja respirar entre los no-actos, como no dejan respirar a la protagonista los demás, y resulta muy cansada de seguir con la mirada pero nada con la mente, como si estuviéramos con una gran resaca. En definitiva, es un experimento en el que el director (y el cámara) parecen querer hacer Currículum y nada más.
Pero lo peor de todo es que Victoria no tiene el más mínimo interés más allá del detalle de moverse por Berlín como lo haría mi primo ‘El gorrilla’, pero con una batería de mayor aguante. En todo lo que eso implica es un 10, añadiendo a los actores y su arduo y continuado trabajo a la nota, por su preparación y lo demás, pero es que la historia como tal no lo merece… y su lirismo da vergüenza ajena.