Para el año de realización de este filme (1957), la industria cinematográfica de Estados Unidos estaba sometida a una serie de restricciones de censura, que le impedían abordar determinadas temáticas en su argumento o mostrar imágenes que podrían atentar a lo “moralmente aceptable” en la América de mediados del siglo XX.
No obstante, hubo realizadores y guionistas inconformes con la restricción y que idearon mecanismos de engaño a los censores, estructurando filmes que contenían mensajes de doble significado. De este modo, los contenidos de algunas películas de ese tiempo poseían diálogos subliminales y poses de actores que encajaban, por ejemplo, dentro del contexto gay, tal como sucedió con las famosas Ben Hur y Río Rojo. Obviamente, todo esto era ubicado en un trasfondo y no había manera objetiva de demostrar que se estaba afectando a las leyes “decentes” de la época.
Con este panorama se produjo The Strange One, un filme realmente subversivo, que no solo confrontó a la censura moral sino que se atrevió a poner en mal predicamento a una de las instituciones más respetadas de Estados Unidos: su ejército. Se trata de una gran película que es importante rescatarla por su alto contenido de crítica y, además, porque posee una buena dirección de Jack Garfein, envolvente trama y estupendos actores, encabezados por Ben Gazzara.
The Strange One cuenta cómo el oficial Jocko De Paris, integrante de una academia militar del Sur de Estados Unidos, en un acto de venganza, diseña una jugarreta en la que involucra a 4 cadetes para que el hijo del coronel, también un soldado, sea expulsado del ejército acusado injustamente por haberse emborrachado. De Paris se encargará de mantener en reserva su culpabilidad, advirtiendo a sus cómplices que ellos serán los primeros en ser echados de la milicia si abren la boca. Sin embargo, un complot de gran escala decidirá su suerte.
La connotación gay está doblemente representada en la película, manteniendo así un símil con lo que pasaba en la sociedad de ese entonces: lo que era evidente y lo que permanecía oculto.
Para el primer caso, el filme presenta a un cadete apodado “cucaracha”, quien vive obsesionado por De Paris. Lo vigila, lo acosa y le envía señales de atracción con sus miradas, gestos y tono al hablar. Además, su pasatiempo preferido es escribir una novela en donde el principal personaje es su admirado oficial, a quien lo llama el “chico de la noche”, dejando entrever que algo conoce sobre su posible doble vida.
Precisamente, el segundo caso se encarna en el mismísimo Jocko De Paris, y es estructurado de un modo misterioso que puede prestarse a varias interpretaciones.
Al inicio de los créditos del filme se va desarmando una especie de rompecabezas para develar un dibujo de medio cuerpo de De Paris, con el semblante y trazo que recuerda algunos diseños homoeróticos muy conocidos; pero con el gran detalle de que la mitad de la pintura está vestida íntegramente con el uniforme militar y su mano sosteniendo una espada, mientras que en la otra parte la figura está solo con una camiseta interior y agarrando una botella de licor.
Y es que De Paris es un ser oscuro, lleno de autoritarismo e hipocresía a la vez. Jamás delataría sus posibles indecisiones sexuales ante los demás. Su potencial bisexualismo quedará sólo para el rumor de los espectadores, porque no hay pruebas fidedignas que confirmen aquello, pero sí señales que lo harán ver como un ser de doble personalidad, entre ellas la suave caricia que realiza al brazo musculoso de un cadete o el beso que da al afiche de una mujer para que lo vea su compañero de cuarto.
En el filme hay un momento de especial erotismo, cuando “cucaracha” ingresa al dormitorio del oficial y le lee un texto de su novela, que está inspirado en él, con un toque especial de excitación, mientras De Paris juega con la punta de su espada cerca del rostro del cadete.
The Strange One no solo fue polémica por estos aspectos, sino también por atentar a la majestuosidad de la academia militar americana, y mostrarla como un espacio lleno de deshonra, cobardía, complot y humillación.
El filme enfoca la manipulación psicológica que nace de la estricta verticalidad de los mandos militares. De Paris, pese a liderar la maniobra hacia el hijo del coronel, convencerá por un buen tiempo a sus subordinados que ellos fueron los culpables, a través de recriminarles o recordarles su pasado y conducta.
La película no sólo se conforma con advertir la presencia de elementos nocivos en el ejército sino que además aborda el complot grupal de todo un batallón para vengarse de un superior y proteger a algunos de sus integrantes. La contraposición ética llega aquí a niveles supremos, cuando casi todos los cadetes se aprestan, aparentemente, a linchar y torturar psicológicamente a De Paris, para luego deshonrarlo aunque eso signifique deshonrarse ellos mismos.
Y por si fuera poco, en la cinta se incluye además a un auténtico personaje de caricatura, se trata de un soldado de aspecto risible, con grandes dientes y lentes redondos, sudoroso, tan tímido que le tiene terror a las mujeres y tan sano que jamás tomará una gota de licor. Con esto, el filme quiso llegar a cuestionar en todos los niveles a la respetable institución militar, incluso al extremo de ridiculizarla.
The Stronge One es un filme increíble para la época, que ha permanecido maldito en casi todo el mundo pese a ser de gran calidad.
La pasión está también en el cine.