Han pasado ya unos años desde que aquel boom de cine rumano denominado Nueva ola rumana liderada por cineastas como Cristi Puiu, Cristian Mingiu y Corneliu Porumboiu hiciera explosión, y parece que esa llama todavía pervive, o ello se puede deducir de las propuestas que continúan llegando cada temporada. Una de ellas, que parece realizar una tan valiente como interesante apuesta en el apartado formal, es Self-portrait of a Dutiful Daughter, el debut de Ana Lungu en solitario, quien además de codirigir en 2010 junto a Ana Szel la comedia Belly of the Whale, que pasó por Locarno, participó en un título capital de la cinematografía de su país como La muerte del señor Lazarescu.
En esta primera aventura en solitario tras las cámaras, Lungu nos pone tras la pista de Cristiana, una mujer de 30 años que se ha criado en una “adecuada” y burguesa familia de clase media. Su tiempo se divide entre el doctorado que realiza sobre ingeniería sísmica, sus conversaciones con Alex y Michelle, dos amigos cercanos y, ocasionalmente, sus esperadas citas con Dan, un hombre casado con quien tiene una relación. Después de que sus padres se muden a una nueva casa, decide tener un perro, algo que deseó desde niña y ahora que vive por su cuenta por fin podrá cumplir.
Veremos si esta película producida por Mandragora —responsable de algunos títulos de esa Nueva ola rumana como Morgen o Aurora, un asesino muy común— pasa finalmente por algún otro festival europeo más allá del IFFR, y por ahora os dejamos con su trailer.
Trailer de Self-portrait of a Dutiful Daughter
Póster de Self-portrait of a Dutiful Daughter (click para ver entero)
Redacción: Rubén Collazos