Un día cualquiera tiene momentos muertos en los que no sabes qué hacer y los utilizamos deambulando por internet o mil cosas más. Esos momentos para cualquier cinéfilo pueden ser vitales ya que hay cantidad de cortos cinematográficos que merecen la pena ver y recordar. La mayoría no superan los 25-30 minutos pero son tan intensos y buenos como cualquier largometraje.
En el que es su tercer corto, el danés Anders Walter ha ganado el premio de la academia de Hollywood, el ansiado Oscar, por Helium el mejor cortometraje del año 2013. Nunca he creído en el hecho de que una película que gane un premio sea mejor que otra pero en este caso y sin ver los otros cortos nominados me aventuro a decir que estoy de acuerdo con la Academia. Helium en 21 minutos de metraje nos cuenta la historia de un niño llamado Alfred que es enfermo terminal y que vive en un hospital donde hay un nuevo conserje, Enzo, que ayudará al joven Alfred a vivir sus últimos días con esperanza y alegría esperando ir a ‘Helium’, un lugar alterno al cielo. Poco a poco el conserje irá contándole como es ese lugar que en palabras de Enzo está detrás de las nubes, donde hay mucho espacio y donde podrá vivir feliz jugando.
Este lugar alternativo al cielo llamado ‘Helium’ es un mundo que el conserje improvisa a partir de las preguntas de Afred, un niño muy listo que consigue adivinar por unas palabras de Enzo que el hermano del mismo también murió a temprana edad. Enzo no está familiarizado con un lugar así y por eso tratará de ayudar a Alfred con sus historias. Anders Walters nos muestra el mundo imaginario ‘Helium’ en varias partes, acompañadas de una música suave que en los momentos finales hará que al público se le haga un nudo en la garganta. Un mundo donde vemos casas reposadas en trozos de tierra sostenidos con helio, el famoso gas de los globos. Estas bellas imágenes harán que ‘Helium’ nos parezca un lugar maravilloso y así no sentir tanta pena por ese pobre crío.
Un tropiezo con las enfermeras hará que Alfred esté a punto de perderse el final de la historia que de forma muy sabia el conserje ha ido contándole poco a poco. Alfred cierra los ojos y las imágenes vienen a su mente. El propio conserje quedará tocado ante este niño pensando que no ha podido hacer mucho por él, quizás le recuerda a su difunto hermano o quizás no está capacitado para ver morir a ese chico sin hacer nada al respecto. Como dice la amable enfermera ha hecho más que cualquier otra persona, más incluso que sus padres.
Lo que quiere decir Walters con este «short» es que las personas debemos usar más la imaginación y no siempre recurrir a las viejas historias de toda la vida. Con un par de elementos Enzo consigue que Alfred vaya feliz al nuevo mundo que le espera y que no sea tan duro abandonar la tierra, aunque quizás con las imágenes que vemos a alguno le apetecerá irse también a ese mundo de ensueño. Mucho talento de este danés de 36 años que merece que le sigamos de cerca.