Este fin de semana llega a nuestros cines una de las sensaciones noruegas del pasado año. Se trata de Oslo, 31 de agosto, segundo largometraje de Joachim Trier tras Reprise que pasó por Un Certain Regard de Cannes y ahora tenemos la ocasión de ver en la gran pantalla. No podría haber mejor motivo para entrevistar a su autor, uno de los creadores más personales del momento que nos habla sobre la repercusión que tuvo su trabajo a nivel internacional, las distintas facetas de esta Oslo, 31 de agosto, su relación con el protagonista de los trabajos que ha dirigido, Anders Danielsen Lie, y con Eskil Vogt, su habitual colaborador que estará con su debut Blind estos días en Sundance, y el que iba a ser su nuevo proyecto, Louder Than Bombs.
* Agradecimientos a Daniel de la Cuesta por la ayuda en la transcripción del texto
Desde tu debut, has estado recibiendo galardones y premios como ser incluido en la sección Un Certain Regard de Cannes. ¿Cómo se siente esa atención entorno a tu cine?
Estoy agradecido por ello. Estoy rodando películas de la forma más personal que puedo, todas hechas en Noruega, la ciudad donde crecí, aunque ello no significa que no quiera viajar. Me encanta saber que a la gente le llega lo que hago y lo ve. Esta atención significa mucho. Creo que podemos estar agradecidos por ello. También estuvimos en Toronto y Sundance, que fue una buena oportunidad para conocer al público norteamericano, y es muy interesante que ahora, un par de años después, también seamos capaces de conocer al público español, lo cual resulta sorprendente y estoy muy, muy feliz por ello.
En Oslo, 31 de agosto, la historia acontece durante un día. ¿Por qué tomaste esa decisión?
Es básicamente porque… es la adaptación de un libro de Pierre Drieu La Rochelle, y la ciudad donde acontecía la trama es lo que me atrajo de ella, porque la historia podía ser contada en cualquier lugar y en cualquier momento, es como una fábula existencialista y atemporal. Así que eso me llevo a ello, y la posibilidad de centrarme en un personaje de un modo muy íntimo, y en ese sentido mi debut, Reprise, tenía muchas capas temporales saltando en el tiempo y tramas con múltiples personajes, y este es un enfoque muy distinto, así que una historia lineal era un reto, y me dio espacio tratar como se ve la ciudad a través de los ojos del protagonista.
Anders Danielsen Lie protagoniza de nuevo tu segundo trabajo tras el buen resultado de vuestra colaboración en Reprise. ¿Cómo es tu relación con él?
Muy buena. Escribí Oslo, 31 de agosto para él de forma específica. Nos hicimos amigos después de Reprise, y me dio la sensación de que estaba un poco más viejo y estaba preparado para afrontar un nuevo papel. Hay similitudes entre el personaje de Philip en Reprise y Anders en Oslo, 31 de agosto, pero tengo la sensación de que Oslo es más sobre la ambición y esa clase de momentos cuando has llegado al final de los 30, y sientes que no eres tan joven, y tenía la sensación de que Anders estaba listo para eso. Soy un gran fan suyo, quiero decir… cuando estoy en el set con él siento que siempre puedo hacer algo interesante.
En tus películas siempre hay una angustia existencial entorno a tus protagonistas. ¿Cuánto hay de personal en tus historias?
Sí, angustia existencial. Sí, tengo un poco de eso. (Risas) Es una buena pregunta. Pienso que me siento atraído por estas preguntas. Creo que en ocasiones la vida se siente un poco corta, siento que hay mucho por hacer, y me interesa cómo esta angustia existencial influye en cómo percibimos la identidad. Es una pregunta compleja la que me estás haciendo. Es difícil dar una buena respuesta. No uso necesariamente mis propias historias, me refiero a que no vivo a través de mis personajes, pero intento identificarme con ellos y aprender algo a través de esta exploración. También con otros personajes aparte de los principales, creo que nunca he hecho una película donde haya muchos antagonistas, gente que sea malvada, perversa o algo así. Estoy más interesado en entender a todo el mundo y sí, hay una gran cantidad de conflictos en la vida.
Tras la angustia de Anders, hay una sensación de fracaso. ¿Hay alguna relación entre la situación de este personaje y la situación actual que vivimos más allá del tema central de la película?
Específicamente en Noruega hay una sociedad donde la gente es llevada a sentir que hay muchas oportunidades y si fracasan, tras esas oportunidades hay una doble cadena de acontecimientos en la que no sólo te sientes avergonzado por haber fracasado, sino también porque has fracasado en un país rico. Pero siempre tienes la sensación de que fracasas en un país rico donde deberías ser feliz a causa de los bienes materiales que se te ofrecen. Así que hay un arma de doble filo para los que tienen éxito, o los que parecen exitosos, entre los noruegos. De este modo, puedes verlo como que hay un tema de fondo en la película sobre cuestionar cuáles son los valores de las vidas que vivimos, si estan solamente basados en lo material, en lo externo, o si en cambio hay otros aspectos de nuestras vidas más espirituales que son aún más complejos. Es una pregunta difícil. Creo que es una pregunta que preferiría que tratara la película antes que tener que responderla yo mismo (Risas) Pero, gracias, gracias por la pregunta.
Tus protagonistas siempre están pensando en huir de Oslo como forma de intentar resolver sus problemas, ¿por qué?
(Risas) Es una pregunta interesante. Creo que hay una extraña ambivalencia sobre Oslo porque además de la cultura de la ciudad, como capital de Noruega debería ser grande, urbana y emocionante, y pese a ello es una ciudad bastante pequeña al mismo tiempo. No es como Copenaghe o Barcelona, se siente como una ciudad pequeña en algunas ocasiones. Creo que esto crea una ambivalencia. Es divertido porque existe actualmente una gran discusión, un gran debate entre la gente que vive en la parte rural de Noruega y la que vive en Oslo, y mucha gente hablaba mal sobre Oslo. Así que, recientemente en un periódico noruego, dije que si había una cosa que se nos daba bien en Oslo esa era odiar nuestra ciudad, y también os podemos odiar a vosotros. Así que que os jodan, porque podemos odiar Oslo más que tú y ni siquiera te podrás acercar. Pero esa es mi actitud, estoy orgulloso de odiar y amar mi ciudad. Escapar, claro, sí, el gran escritor noruego Knut Hamsun empezó su libro Sult (Hunger-Hambre), de 1890 diciendo que Oslo, o como se llamaba entoneces, Cristianía, es un lugar que no puedes abandonar sin que te deje marca. Así que hay una gran tradición literaria acerca de la ambivalencia de Oslo.
El silencio y la voz en off están muy presentes en Oslo, 31 de agosto. ¿Cómo trabajaste con estos elementos? ¿Por qué son tan importantes?
Bueno, depende, creo que hay un significado distinto de mi primer film al segundo. En el primero, Reprise, flirteábamos con lo literario, con los valores literarios dentro de la narrativa de la película. Me inspiraba más en el Barry Lyndon de Stanley Kubrick o el Jules y Jim de Truffaut y su voz en off literaria dentro de la película. Es lo que le da a la película, de alguna manera, la sacudida necesaria para evitar que las imágenes se vean esclavizadas a contar la trama. No es necesario que cuenten la trama, son libres para poder hacer algo más. La historia se cuenta de alguna manera mediante la voz en off. Entonces te das cuenta de que es más fácil contar una historia con voz en off y quizá no es tan cinematográfico, así que es un tema con el que seguí trabajando tras Reprise, cómo las imágenes, la historia y narrativa encajan, es casi un experimento. Con Oslo, 31 de agosto creo que tiene un interesante sonido y atmósfera y movimiento porque me aseguré de tener espacio para ello, así que pensé en una voz en off más clásica, pero hay momentos como el principio cuando uso entrevistas documentales de gente hablando sobre las recuerdos de Oslo, y también hay un momento en el que habla sobre lo que ha aprendido de sus padres, que es un tipo de secuencia con voz en off, así que… no sé si realmente quiero ser un poco confuso en la forma. Creo que el modo en que cuentas la historia, y la forma y estilo que usas es aquello que lo hace personal en ocasiones, no siempre el contenido de la historia sino también la forma que le das.
Sobre esa forma, en Oslo, 31 de agosto, hay varias escenas donde la situación del protagonista es explicada en un contexto concreto, sin diálogo, ¿cómo trabajaste esas escenas con Anders?
Investigamos mucho al principio, él leyó varios versos del guión, él se metió de una forma muy profunda en el personaje, fue a un programa sobre drogradicción sin tener ninguna experiencia entorno a ese mundo, fue a grupos de terapia intentando aprender algo sobre esas experiencias, y contactó con mucha gente de cuyas historias podía aprender. Así que, básicamente, surgió cuando llegamos al set, en ese momento y en ese lugar, aunque la planificación tras el film fue muy larga, y somos buenos amigos así que tenemos nuestra propia forma de comunicarnos por ahora que a veces, incluso, va más allá de las palabras. Él me conoce y sentimos las escenas juntos de la misma foma. Le di mucho espacio para explorar y le intenté dar mi apoyo. Sólo tiempo y espacio, es lo que necesitas. Creo que eso es lo interesante.
Anders intenta volver a la sociedad, pero en lugar de ello, su angustia interna se ve incrementada por sus relaciones. ¿Cómo crees que la sociedad puede influir en casos como este, más allá de la película?
La sociedad es un todo, y yo estoy más interesado en las relaciones individuales, en como nos comunicamos, pero también en como nos negamos a nosotros mismos la habilidad para conectar. Es una de las estrategias que se presentan en nuestras vidas durante la cual evitamos de un modo más o menos significativo las relaciones, creo que la negación es uno de los rasgos más importantes de la conducta humana, y uno de los más interesantes. Quizá negación no sea la palabra más apropiada, sino más bien una cierta forma de protegerse, de esconderse. Cómo nos guardamos información sin llegar a entenderla realmente, cómo hacemos esas cosas. Todos quieren ayudar a Anders de un modo u otro, pero él simplemente huye. Y creo que tras ello hay una gran melancolía, creo que es un tema que era interesante explorar.
Louder than bombs iba a ser tu nueva película y tu debut USA, pero fue según las últimas noticias retrasado. ¿En qué estás trabajando ahora?
Todavía no me he rendido con Louder than bombs, es un buen proyecto con buenos actores, todos están muy comprometidos, pero es difícil de financiar ahora mismo. Veremos, aún no me he rendido con ella. Al mismo tiempo estoy trabajando en una película noruega que estoy escribiendo ahora mismo, y que será un nuevo punto de partida para nosotros, aunque es un poco pronto para hablar de la historia, pero es algo que estoy escribiendo junto a Eskil Vogt, mi colaborador habitual, así que… en ello estamos ahora. Y al mismo tiempo, Eskil está lanzando una película de la que me han dicho que habéis hablado, ¿es así?
Sí, sí, de hecho tengo una pregunta sobre ello.
Ok, ok, hablemos sobre ello pues. Yo en realidad solo soy productor asociado, así que solo hago cosas aquí y allá, pero es un proyecto emocionante.
Ok, aunque antes de esa pregunta me gustaría hacer una última: creo que hay mucho talento en Escandinavia, en paises como Suecia, Noruega, Dinamarca, pero no muchos cineastas trabajando en Hollywood, ¿por qué crees que es eso?
En realidad sí que hay cineastas que han ido a trabajar a Hollywood.
Sí, pero quiero decir… en comparación con la cantidad de cineastas y aquellos que van a Hollywood, que incluso en muchos casos vuelven, como Ole Bornedal, Susanne Bier. ¿Sabes a que me refiero? Directores que van a Hollywood, quizá a hacer dinero, y luego vuelven a su país.
Sí bueno, creo que hay mejores posibilidades de crear proyectos más emocionantes y personales en Escandinavia que en Hollywood ahora mismo. Especialmente si eres un tipo de director como yo, quizá no si quieres hacer una película de acción con mucho dinero. En ese sentido, Louder than Bombs no era una película de Hollywood, sino una producción independiente. De hecho, muchas de las películas más emocionantes que van llegando son producciones independientes también. Así que la noción general que tengo es que prefieres un contexto distinto en el que trabajar, con gente que cree en tu material y quiere hacer esas películas. Es lo que sucede ahora en Escandinavia, y creo que es bueno. Creo que es una observación interesante y que hay gente que disfruta en Hollywood y va y vuelve, y hay gente que, como yo, prefiere trabajar en proyectos que me interesan a mí, que son creados por mí, y no en películas de estudio.
Para terminar, me gustaría preguntarte sobre el proyecto de uno de tus colaboradores, Eskil Vogt, que ha co-escrito todos tus trabajos y debutará en Sundance con Blind. ¿Has colaborado en esta película?
No, en realidad no. Soy su amigo y hablamos mucho de cine, y hemos tenido algunas charlas sobre la producción entorno al film, e incluso le he preguntado alguna vez, pero él lo ha escrito así que… bueno, yo soy más un amigo y consejero en algunos casos, pero no trabajo en ella directamente.
Y una última cosa, ¿de donde viene tu cooperación con él?
Bueno, somos amigos y vamos al cine juntos, acostumbrábamos a hablar de películas cuando éramos jóvenes, y entonces él empezó a escribir en una escuela, en Londres; después empezamos a escribir juntos. Creo que es un buen escritor y hemos creado una línea de comunicación que funciona muy bien, y creo que tenemos la misma curiosidad entorno a muchos temas y cine. Creo que nos gustan películas muy similares, así que por ello colaboramos.
Ok, pues eso es todo. Muchas gracias por tu atención y mucha suerte con tus futuros proyectos.
Muchas gracias, gracias por tu tiempo. Gracias, ¡adiós!
Gracias, ¡adiós!
Larga vida a la nueva carne.