Quentin Dupieux continúa con su canto al absurdo, y aunque ya presentó en Cannes 2012 un avance de su Wrong Cops: Chapter 1, había suficiente expectación entorno al nuevo trabajo de un cineasta que, incluso en cintas más irregulares como Wrong, fue capaz de crear momentos cómicos inolvidables.
¿El reto marcado en esta ocasión? Realizar una comedia coral, gamberra y tan negra como sus anteriores aportaciones, hecho que contrasta a la perfección con la galería de personajes diseñada por el cineasta, y en la que un Mark Burnham genial sintetiza prácticamente a la perfección la figura de unos policías que bien podrían no serlo, y es que lejos de enfrentar los habituales problemas de una comisaría, más bien los fomentan: trafican, asaltan sexualmente, sobornan y disparan a sus vecinos accidentalmente.
Con un elenco en el que destacan, además de Burnham otros habituales del cineasta como Eric Judor, Steve Little y Arden Myrin, además del tremendo cómico canadiense Jon Lajoie, el famoso cantante Marilyn Manson e incluso un pequeño cameo del protagonista de Wrong, Jack Plotnick, el cineasta y compositor galo maneja a la perfección los registros de cada rol para llevarnos a algo que bien podría ser una colección de «sketches» más o menos divertidos que Dupieux redondea transformando en varias subtramas que nos llevan a situaciones de todo tipo teñidas por un humor que empieza en el absurdo, degrada en una negrura que incluso más de uno censurará, y se diluye en lo más descacharrante.
Así, las típicas secuencias que suelen poblar cualquier cinta policíaca quedan relegadas a un plano inexistente, y nos enfrentamos a los acontecimientos durante un día que poblarán la particular rutina de estos seres amorales y muy lejanos al típico estereotipo del agente del orden, ya no únicamente por las acciones que llevan a cabo, también por su comportamiento habitual, un comportamiento que nos acerca a una nueva calaña de policía perversa, ácida e incluso inmoral.
Tras Wrong, que se mostraba algo más irregular en conjunto pese a destilar algunos de los mejores momentos humorísticos del cine del galo, Dupieux parece saber como pulir esas taras narrativas, ya sea por su naturaleza coral o por la planificación de secuencias que, como ya comentaba, básicamente son «sketches» en más de una ocasión.
Partiendo de ese Wrong Cops: Chapter 1 donde ya nos encontrábamos con Burnham realizando tareas como traficante que pasa su mercancía en el interior de ratas ante la sorpresa de los consumidores, el autor de Rubber nos presentará además una colección de personajes de entre los que destacan un maníaco/obseso sexual, un aspirante a compositor y DJ, e incluso uno de sus superiores, consumidor de droga con deudas a sus espaldas.
Aunque bien es cierto que Dupieux deberá afinar más el pulso o urdir otra joya metacinematográfica para superar Rubber, lo cierto es que Wrong Cops resulta un anexo superior y cuasi complementario de aquella Wrong a la que se echaba en falta quizá un poco más de intensidad en su faceta más humorística, hecho que aquí consigue paliar con una concatenación de escenas a cada cual más hilarante que toma cima en una última secuencia prácticamente anticlimática que resulta idonea para cerrar otro nuevo episodio de este genio francés que vuelve a tener, y como no podía ser de otro modo, en su BSO una auténtica protagonista.
Larga vida a la nueva carne.