Que corren tiempos ciertamente complicados para la industria cinematográfica nacional ya no es noticia a estas alturas. En un contexto como el actual, se requiere un esfuerzo colosal para levantar un proyecto de largometraje, ejecutarlo y llevarlo a buen puerto en el mercado de la exhibición. Esta sensación se incrementa notablemente si hablamos de realizadores noveles que pretenden dar el salto del corto al largo, como es el caso de Juanra Fernández y su Para Elisa; cinta ubicada dentro de un género tan prolífico a la hora de descubrir nuevas promesas como es el terror, y rodada con unos humildes 700.000 euros y muy buenas intenciones.
La premisa de Para Elisa recuerda hasta cierto punto el arranque de La casa del diablo de Ti West: tenemos a una chica universitaria (Ana) con necesidad de conseguir dinero en el menor tiempo posible, un anuncio para ejercer de canguro, y un ambiente de trabajo que terminará resultando de todo menos agradable.
Con una propuesta tan aparentemente sencilla, Juanra Fernández, lamentablemente, desperdicia gran parte de los óptimos 74 minutos que dura el filme en un primer acto en el que se presentan personajes que no pasarán de poseer un cariz meramente testimonial, y en incidir de manera redundante en explicar los simples caminos que llevarán a Ana al infierno en el piso donde se desarrolla la mayor parte de la cinta. Todo esto se traduce en un arranque ligeramente torpe y en la apertura de subtramas que no servirán para otra cosa que entorpecer la narrativa y generar altibajos de ritmo dentro de la parte principal de la obra.
Es precisamente en los segmentos ubicados dentro del domicilio donde se vislumbran los puntos álgidos de Para Elisa. Resulta más que evidente que el director vuelca todos sus esfuerzos en crear una atmósfera malsana y retorcida que llega a evocar a obras como À l’interieur dentro de las paredes del Tercero B y, ciertamente —teniendo en cuenta en todo momento el reducido presupuesto de la cinta— logra conseguirlo. Esto es, en parte, gracias al efectivo trabajo de iluminación de David Valldepérez, que con unos medios limitados logra captar imágenes verdaderamente inquietantes y, por otro lado, debido al trabajo de Ona Casamiquela, muy convincente en su papel de inocente torturada intentando sobrevivir.
Aunque la cinta consiga alcanzar cotas de tensión más que notables en algunos tramos con momentos inspirados e indudablemente retorcidos, la torpeza con la que se resuelven las escenas de acción y lo identificable de algunas referencias, que llegan a caer en el cliché, deshinchan las esperanzas depositadas en Para Elisa. Sumado a esto, los tramos que transcurren fuera del edificio en el que está cautiva la protagonista resultan, además de innecesarios, carentes de todo interés dramático y formal. Asimismo, el elenco de secundarios que los protagoniza se muestra muy poco acertado en sus actuaciones, y se suscita la sensación de que nos encontramos ante puro relleno para alcanzar la duración mínima exigida para considerar al filme un largometraje.
Pese a lo interesante de su planteamiento y al titánico esfuerzo empleado en conseguir pasajes tan efectivos con la austeridad presupuestaria del proyecto, Para Elisa cae en el error de querer abarcar más de lo que puede, dando la impresión de que lo que ha terminado resultando ser un largometraje de género que llega por los pelos a lo aceptable, podría haberse convertido en un cortometraje fantástico de haber focalizado los esfuerzos en lo que de verdad interesa del filme: el ‹tour de force› de una adolescente intentando sobrevivir a una tortura desmesurada.
Víctor es tan obvio tu necesidad de protagonismo, protagonismo que es obvio te negó la vida, que casi ninguna producción es buena. Me gustaría, tu que sabes tanto, rodarás una película y nosotros te criticaremos y ojalá le pusiéramos un 10. Detrás de una producción hay mucha vida y situaciones para que venga un desconocido con las manos limpias para hundir una producción, ” ES MÁS FÁCIL CRITICAR QUE DAR TRIGO ” espero no te olvides nunca y no borres el comentario. La gente como tu han contribuido mucho a hundir la industria cinematográfica española en favor de otras.
Es verdad que a uno le queda la sensación de que esta podría haber sido una película excepcional, que se malogra por algunas escenas mal resueltas. Aún así, es muy entretenida e inquietante. La actuación de la madre es soberbia, también el clima que se crea en la casa (iluminación, decorados, música).
Es muy superior a los bodrios que llegan enlatados desde EEUU. Saludos
Es la película más mala que he visto, y se gana un premio pero por lo mal desarrollada la trama, la iluminación y escenografía puede que le ayude un poco pero el director mejor que se dedique a otra cosa, por que se podría hacer algo mejor con menos presupuesto. Y el final es tan malo, que del 1 al 10 le doy un 3, y eso 3 es por que las tias en la peli estaban buenas.
ES LA PELÍCULA MAS MALA QUE HE VISTO EN MI VIDA, NO TIENE UNA TRAMA CLARA, NO SE ENTIENDE, ES ABURRIDA, SIN SENTIDO Y EL FINAL ES LO QUE LO QUE LE PONE EL MOÑO COMO LA PEOR PELÍCULA QUE HAYA EXISTIDO