Después de encontrar en su última colaboración aquello que parecía la horma de su zapato, Sébastien Laudenbach —que nos dejó en 2016 aquella joya animada de título La doncella sin manos— y Chiara Malta —tras algún cortometraje junto a Laudenbach como Les yeux du renard, se pasó a la ficción en Simple Women—, que se llevaron el premio a Mejor film de animación en la última gala de los César por una Linda quiere pollo aún pendiente de estreno, ya preparan su nuevo trabajo en el mismo campo que tanto éxito les ha reportado.
En esta ocasión, y adaptando la novela My Stupid Intentions de Bernardo Zannoni, abarcarán una fábula sobre la mortalidad a través del relato de una marta nacida en la pobreza y criada en un mundo duro y destemplado.
Según la cineasta, «Es una historia muy oscura que trata sobre la muerte y el surgimiento de la conciencia en el reino animal. Porque con la conciencia llega la nostalgia, el recuerdo, el miedo a la mortalidad y la conciencia de ser finito. Con ello vienen la pérdida, el dolor y el caos, y ese es el desafío que nos hemos propuesto.»
Malta y Laudenbach, ahora inmersos en proyectos personales, ya tienen el apoyo de Miyu Productions, Dolce Vita Films y Dorje Film, que están probando estilos de animación que mezclan herramientas 3D con una estética sensorial 2D, por lo que esperamos que el proyecto pueda llegar a buen puerto, si bien todavía no hay ‹timings› definidos —ya se sabe lo difícil que es levantar un proyecto animado—.
Vía | Variety