La renombrada actriz y cantautora Margherita Vicario hace su debut en el Festival de Berlín con su primera película, Gloria!. Ambientada en la Italia del siglo XIX, esta obra cinematográfica pone la música en el centro de la trama al retratar la vida de una orquesta en un orfanato/conservatorio de chicas. La película compitió en la Sección oficial.
En el antiguo y decadente colegio de Sant Ignazio, un instituto musical para niñas, reside “La muda”, una criada silenciosa y solitaria relegada a las tareas más humildes. Desde la primera escena nos sumergimos en el mundo interior de la protagonista. Mientras realiza sus quehaceres, ella teje música en su mente, fusionando los sonidos de la cruda realidad que la rodea; para ella, la música representa una vía de escape, una esperanza y un futuro. Bajo el anonimato de Teresa, oculta su extraordinario talento, capaz de percibir la armonía del universo y transformar la realidad a través de la música.
Mientras el colegio se alborota por la próxima visita del recién entronizado Papa, y el viejo maestro de capilla se esfuerza por componer una nueva pieza para el Pontífice, Teresa hace un descubrimiento en un oscuro almacén: un invento revolucionario, un hermoso instrumento: un piano. Alrededor de Teresa y su innovadora “máquina de música”, se congrega un sorprendente cuarteto de jóvenes mujeres: las más destacadas y dinámicas músicas de Sant Ignazio. Desde esta clandestina cuna de talentos ignorados, surge una nueva música que sorprenderá al Papa y al mundo entero.
Gloria! explora la imaginación y el talento de todas aquellas compositoras que, como flores prensadas, yacen ocultas entre las páginas de la historia.
Todas las canciones de la película están compuestas tanto por Margherita Vicario como por otras artistas, y son interpretadas por las propias actrices. A lo largo del filme, se produce un constante trasvase de géneros musicales, desde lo clásico hasta el pop, en una misma canción. De manera similar, la perspectiva temporal fluctúa; aunque la historia se sitúa en el siglo XIX, los valores y aspiraciones de las protagonistas reflejan la contemporaneidad, generando una continua alternancia entre el pasado y el presente.
Las letras de las canciones desempeñan un papel significativo en la narrativa de la película. Suelen adoptar la forma de cartas o poemas escritos por las protagonistas a hombres que las han abandonado; como alguien menciona en la película: ellas cantan sus pensamientos. Siempre es música que intensifica la emoción de la escena: «No es solo la alegría; es el éxtasis de la música. Para mí, es un sentimiento tan poderoso. La música es alegre cuando estás sola pero también cuando estás rodeada de personas», dice Margherita Vicario.
La película ofrece una reinterpretación del mundo de la música clásica en una Venecia del período barroco, presentándola en una posición más equitativa. Inspirada en historias reales de la época, la película visibiliza las problemáticas sexistas que persisten en el ámbito musical de la actualidad. Es una vibrante oda a las innumerables compositoras borradas por la historia, fusionando el realismo con la fantasía. Es una fábula donde la creatividad de las protagonistas se entrelaza con la experiencia interna y personal de la directora.
«La compositora italiana nacida en 1745, Maddalena Laura Sirmen, es una de las pocas que recordamos en realidad», explica Vicario. «Sus obras existen porque su maestro básicamente le dijo: ‘Tienes talento, pero debes casarte con un músico. Es la única manera de seguir adelante’».
Gloria! aborda cómo estas jóvenes aprenden a colaborar entre sí. Si bien está enraizada en la solidaridad femenina, también desmitifica este tipo de dinámicas al mostrar conflictos entre ellas. La directora encuentra inspiración en su propia vida, donde las relaciones entre hermanas pueden ser complicadas. «Creo que finalmente estamos dejando atrás la idea de que las mujeres siempre se envidian entre sí. Puede suceder, por supuesto, pero los hombres también perpetúan esta creencia. Simplemente se siente anticuado y no me interesa».
En resumen, Gloria! es una aproximación a la sororidad en un contexto tan alejado como es el siglo XIX. Aunque sigue una narrativa convencional, las efervescentes secuencias musicales son la principal virtud de este debut enérgico. Se aprecia el bello retrato de la química entre el joven reparto femenino que lo interpreta; sin embargo, el guión abraza positivamente algunos clichés. A través de una combinación de música clásica y pop, ofrece una perspectiva refrescante sobre la historia, desviándose de lo que comúnmente aprendemos.