Retorno triunfal de Wesley Snipes en su vuelta a la gran pantalla… Al menos, para él. Porque Gallowwalkers, película que comenzó a producirse antes de los problemas del actor con la justicia, gira en torno a la figura del intérprete. Todo el conjunto está hecho para ir amoldándose a un Snipes de ceño fruncido y vestido de vaquero dando una nueva versión de Harry el sucio.
Resulta complicado hacer una sinopsis de esta película tanto por el metraje como por la complejidad. En los primeros minutos asistiremos a una orgía de pólvora, planos de Snipes, sangre, más planos de Snipes, explosiones, Snipes, monstruos y efectos especiales. Enmarcado en una fotografía preciosa (cómo se nota que el Western es género norteamericano por antonomasia) que resulta de lo más alentador de la película, asistimos impertérritos a duelos que no comprendemos, ‹flashbacks› y ‹flashforwards› y una larga introducción en la que ni siquiera conoceremos los nombres de los personajes, pero en la que ya veremos como priman los efectos especiales.
A medida que pasa el tiempo, nos vamos enterando de que hay una serie de monstruos no muertos (los ahorcados vivientes o ‹gallowwalkers›) cuyas características no conocemos, pero que tienen los ojos claros. La labor de Wesley Snipes es acabar con ellos por una vieja venganza personal. Al más puro estilo western, duelos de honor en el desierto con un toque fantástico de fondo.
Pero esa idea, que no suena tan mal, se va diluyendo con el paso de los minutos. Porque el guión, después de trabajar este planteamiento, se diluye en un mar de acción sin sentido e imágenes de Snipes con diversos ‹looks›. De tanto en tanto le acompañará en pantalla Riley Smith ejerciendo, probablemente, uno de los peores papeles secundarios de la historia.
El antagonista principal, el líder de los no muertos, es un Kevin Howarth que, por lo menos, consigue hacer de su despiadado personaje un contrapunto positivo. Los efectos para mostrar a la banda de no muertos también están bastante logrados, hemos de reconocerlo.
No obstante, es en el guión donde la película hace aguas minuto tras minuto. Tras contarnos lo de los no muertos y enterarnos de la historia de amor trágico de Wesley Snipes, todo lo demás queda para que el espectador se las componga lo mejor que pueda. Se tocan un montón de temas (órdenes religiosas, sectas en el desierto, antiguas ruinas enterradas bajo las piedras que señalan tránsitos a otros mundos) pero no se profundiza la historia en ningún, dando lugar a una serie de personajes más planos que un charco (y eso, los que forman parte de la historia, porque la aparición de Tanit Phoenix en tres escenas para lucir corpiño es ridícula como poco).
Por supuesto, una película así, realizada para lucimiento personal de un único intérprete y del técnico en efectos en cuestión, no podía acabar de una manera distinta. Al estilo de los western más clásicos, Wesley Snipes irá luchando uno por uno contra todos los miembros de la malvada organización, acabando en una lucha final despiadada contra Howart que salvará solo gracias a la aparición de su escudero secundario. Está claro como va a acabar eso. Lo único que nos extraña es que no salga en ningún lado la bandera americana y suene The Star Spangled Banner en los títulos de crédito.
En fin, que no se le pueden pedir peras al olmo. Gallowwalkers tendrá la suerte de que la condena de Snipes suscitará el suficiente morbo para que la gente acuda a verla en masa. Pero, desde luego, no se lo merece.
Lamentablemente aburrida y sin sentido, casi me quedo dormido, pobre intento de Snipes al querer recuperar su vieja gloria que tuvo con Blade, evitar a toda costa.
e leido muchos comentarios de esta pelicula y la conclucion a lo que llegan todos es que al protagonista lo metieron preso y tubieron que terminar la pelicula con los cortes y las ediciones yo cambiaba al actor por que la verdad es que yo si me dormi y me desperte 30 hora despues y la pelicula no se habia desarrollado ,