Ayer daba pistoletazo de salida la edición número 40 del Festival de Molins de Rei, uno de esos certámenes de género imprescindibles del panorama patrio que, tras un año de lo más atípico, regresa por todo lo grande, tanto repitiendo la exitosa edición online del pasado año en Filmin —en la que hay que tener muy presente, en especial, esa sección Remember, donde se rescatan joyas de años anteriores como The Witch in the Window de Andy Mitton, Found de Scott Schirmer o The Man in the Orange Jacket de Aik Karapetian; además de rescatar títulos del cine de género reciente en el resto de apartados— como volviendo a su formato habitual donde, temporada tras temporada, destacan no pocas propuestas —desde coloquios y actividades variadas a secciones en las que ver títulos alternativos como The scary of sixty-first (Mejor ópera prima en Berlinale), la animada The Spine of Night o Jacinto, una de las sorpresas del año en cuanto a cine patrio—, pero del que merece la pena repasar una Sección Oficial repleta de títulos de lo más interesantes.
Entre esos títulos, no faltan algunos de los más representativos de la temporada, como esa The Medium [trailer] de Banjong Pisanthanakun —autor de uno de esos títulos que surgieron a colación del ‹boom› del J-horror, Shutter, que más tarde tendría remake americano con Joshua Jackson al frente—, producida por Na Hong-jin —autor de films como El extraño o The Yellow Sea—, que ya pudimos ver en Sitges (aquí nuestra reseña); In The Earth [trailer], el nuevo trabajo de Ben Wheatley que regresa al cine de género con un título que no ha generado precisamente indiferencia (algo ya propio del cine del británico); The Boy Behind Door, una de las sorpresas del cine independiente del pasado año a cargo de David Charbonier y Justin Powell, que ha dejado muy buenas impresiones a su paso por distintos certámenes; o la última propuesta de un indispensable del cine de terror reciente como Mickey Keating (responsable de la magnífica Darling o la reivindicable Psychopaths), que a buen seguro nos traerá con Offseason una de esas miradas distintivas a las que tan acostumbrados nos tiene.
No obstante, aquello que destaca este año en la oficial de Molins son las óperas primas: entre estas, se halla el nuevo pelotazo llegado de tierras suecas, esa Andra sidan de Tord Danielsson y Oskar Mellander que ha sorprendido a propios y extraños; una nueva aportación australiana llega también gracias al thriller Coming Home In the Dark de James Ashcroft, que dejó otra muestra de talento del país oceánico; una de las ya usuales aportaciones independientes del gran Pat Healy en el terror entre cuatro paredes con We Need to Do Something [trailer] de Sean King O’Grady; o la cuota de ‹mondo zombie› gracias al debut en solitario —ya rodó un largometraje a seis manos, Lucidité passagère— del habitual compositor Julien Knafo con Brain Freeze.
Tampoco faltan, por último, muestras de género de habla hispana entre las que encontramos una producción con sello Álex de la Iglesia, esa Y todos arderán protagonizada por Macarena Gómez que supone el primer largometraje de producción patria de David Hebrero tras Dulcinea; el nuevo trabajo del argentino Fercks Castellani después del thriller Pájaros negros, que para la ocasión nos trae esta Lo inevitable; y, por último, otro debut, en esta ocasión el de Raúl Cerezo —viejo conocido del certamen con su cortometraje 8—, quien junto a Fernando González Gómez —que ya hizo sus pinitos en el largo con la comedia Estándar— llegan con La pasajera (nuestra reseña tras su paso por Sitges): nada somo subirse a una furgoneta para pasarlo mal.
En definitiva, un buen puñado de títulos prestos a generar sensaciones entre los habituales al Terror Molins, cita indispensable donde disfrutar de propuestas que, seguramente, sorprenderán a un público ya acostumbrado a encontrar en la ciudad catalana algo más que un remanso desde el que rescatar los mejores títulos de la temporada: también descubrirlos.
Larga vida a la nueva carne.