Vivimos tiempos extraños para que se pueda celebrar y también para asistir a festivales de cine de cualquier tamaño. Mientras algunos se han reformulado como eventos puramente online —es el caso del último D’A Film Festival Barcelona—, otros han seguido adelante presencialmente adaptándose a las exigencias sanitarias de la situación con reducciones de aforo, reorganización de sedes, así como de número de películas seleccionadas y proyecciones (como ha ocurrido con esta 68ª edición del Festival de San Sebastián de 2020). En la XI Mostra de Cinema Periférico (S8) se han decantado por una solución híbrida, que les permita mantener la esencia del evento con la cercanía que proporciona compartir espacios con otras personas, la inmersión de la pantalla grande y la experiencia del acceso a los formatos originales de las obras, pero aprovechando la ocasión para explotar las posibilidades de un acceso telemático internacional a su programación y crear una selección que pretende utilizar este contexto diferente, más íntimo y de una aproximación a las imágenes predominantemente individual del visionado a través de la pantalla de un ordenador u otros dispositivos electrónicos. “El jardín secreto” es el nombre que quiere servir para recuperar esa primavera perdida en el confinamiento, que proporciona el tema y la identidad visual del festival, colectivizando la experiencia y promoviendo la catarsis personal de lo sucedido estos meses a través de lo comunal del cine.
Así que contamos con una edición que tiene eventos en formato dual, presenciales en A Coruña y a distancia, proyecciones exclusivas para las salas y también otras actividades creadas específicamente para el entorno virtual. Se recupera la sección Xerme ‘Falar por non calar’ comisariada por el crítico Jordi Costa con una selección de obras de Antonio Segade y Antón Reixa. Con esta idea de contacto de la naturaleza que sugiere el concepto y título de la edición se dará “La flor del día”, una serie de sesiones que pretende trasladar su lenguaje al cine con piezas de Suzan Pitt, Julieta Averbuj, Janie Geiser, Julie Murray, Shiloh Cinquemani, Erica Sheu, Jodie Mack y Claudio Caldini. La idea central del festival toma forma en el programa “Jardines Secretos” en sala, con la participación de Julieta Averbuj (Plantas trepadoras, 2013), Milena Gierke (Baumschatten, 1996), Margaret Tait (Garden Pieces, 1998), Jeannette Muñoz (Puchuncaví, 2019), Stan Brakhage (The Garden of Earthly Delights, 1981) o Nathaniel Dorksy (Interlude, 2019).
Además de las propias películas que cubren la cinematografía internacional, se mantiene el compromiso de especial atención a la gallega —con un foco dedicado a Adrián Canoura dentro del apartado Sinais—. Seguirán los talleres (Técnicas y posibilidades del cine analógico con Richard Touhy y Dianna Barrie), las performances (Desbordamientos, con Tânia Dinis, Valentina Alvarado y Carlos Vásquez, Miwa Matreyek realizando proyecciones en edificios para la clausura). Como novedad encontraremos el acercamiento a procesos creativos en Camera Obscura (con Amy Halpern, Tomonari Nishikawa y Alexandre Larose entre otros) y tendrá lugar un encuentro del sector del cortometraje donde se tratarán las ayudas a la producción y la proyección en el extranjero de las obras creadas en España con la presencia de todos los actores e instituciones implicados. Los programas de residencias artísticas BAICC (creada con el apoyo de Acción Cultural Española – AC/E y el Liaison of Independent Filmmakers of Toronto — LIFT), y las tutorías y asesoría de proyectos de INPUT en colaboración con la Fundación Luis Seoane expanden un año más las posibilidades del certamen en su faceta de promoción no sólo de la visibilidad o la recuperación y la exhibición de trabajos de cine experimental, sino también en el desarrollo de nuevas obras y de alentar las posibilidades de la creación fílmica más libre y estimulante.
Crítico y periodista cinematográfico.
Creando el podcast Manderley. Hago cosas en Lost & Found.