Frances Hodgson Burnett fue una escritora británica que adquirió fama por sus novelas de historias sobre niños entre finales del siglo XIX e inicios del s. XX. Su estilo narrativo fue muy destacado por la crítica y por el público.
Sufrió la desgracia de quedar huérfana de padre desde muy temprana edad lo que alteró la vida de toda su familia. Es probable que este hecho la haya marcado en su sensibilidad y en el deseo de apegarse a profundas creencias espirituales, aspectos que supo reflejar en sus trabajos escritos.
Fue tal el interés por sus obras que el cine desde la etapa silente empezó a adaptar en películas las historias creadas por Frances, como sucedió con La pequeña princesa, en 1917, y La familia secreta, en 1924.
El jardín secreto es uno de los libros más famosos de la escritora británica y en el cine sonoro tuvo una primera adaptación en 1949, que fue dirigida por Fred M. Wilcox, un realizador experto en tramas familiares ya que antes había conducido un par de películas con la popular perrita Lassie como protagonista.
El papel principal de esta película fue para Margaret O’Brien, una de las más famosas actrices infantiles en la etapa del cine dorado de Hollywood, que ha quedado relegada en el recuerdo si se la compara con figuras como Judy Garland o Shirley Temple.
Margaret interpreta a Mary, una niña que vive en la India (que en la época que se escribió la novela era colonia inglesa) en donde una epidemia de cólera ha matado a sus padres. Al quedar huérfana es trasladada a Gran Bretaña para que viva con su tío, un hombre extraño y atormentado por la repentina muerte de su esposa.
La mansión donde habitan es inmensa, llena de oscuridad y misterio. Mary vivirá más angustiada en su día a día cuando escuche los lloros de un niño que no sabe de dónde provienen. Luego, descubrirá que se trata del hijo de su tío, que no puede caminar y que cree que no vivirá hasta joven por lo que ha decidido dar berrinches todo el tiempo para desahogar su situación.
Ambos se unirán al pequeño hermano de una de las sirvientas de la casa para averiguar qué hay detrás de un portón del gran jardín que ha permanecido cerrado por diez años y que esconde un hecho trágico.
La película El jardín secreto resume el texto del libro de manera sencilla, el argumento es ligero y adecuadamente organizado para relatar una historia que poco a poco irá centrándose en la relación que nace entre los tres niños que no solo buscan una aventura sino ayudarse mutuamente para olvidar su soledad. Ellos descubrirán un espacio que será algo más que su sitio de encuentro, también un motivo de alegría y de paz.
Este es el aspecto más simbólico de la novela y, por ende, del film, y para rescatar este poderoso mensaje en la película, fotografiada en gran parte en blanco y negro, se utilizará la técnica del color para mostrar la transformación de la naturaleza muerta a una llena de vitalidad y belleza. Pero este cambio no solo se notará en el espacio físico, sino también en el propio sentir de los personajes.
El jardín secreto fue una de las grandes experiencias fílmicas del cine familiar de la década de los 1940, no solo por su buena producción sino por saber contraponer, tal como la novela, la felicidad y la tristeza. Al inicio del filme todos los personajes son gente atormentada y llena de sufrimiento, al final las cosas cambiarán. Wilcox supo crear las atmósferas necesarias para cada momento.
En esta cinta también actúa Elsa Lanchester, la famosa “novia de Frankenstein”, en el papel de la sirvienta que se encarga del cuidado de Mary en la mansión. Destacará por su personalidad siempre alegre, sin apartar ni por un segundo la sonrisa de su boca.
La pasión está también en el cine.