El aborto, sus causas y sus consecuencias profundas son un tema que lleva muchos años en el debate público de la mayoría de países industrializados. No hay evidentemente una solución fácil, una manera de legislar que contente a todas las mujeres sin importar sus creencias religiosas y/o políticas o su situación económica y social. Es un tema complejo, con multitud de aristas y de «sí, pero…» y que muchas veces transita entre el terreno ético más personal y la opinión pública de la sociedad.
Lo que sí que parece claro es que toda sociedad avanza (y retrocede) porque hay un caldo de cultivo social que lo demanda. Las leyes pueden ayudar, sí, pero si de verdad se quiere realizar un cambio, hay que hacerlo a todos los niveles: educativo, económico, político. De nada sirve legislar a favor de una liberalización del aborto si las mujeres que vayan a la clínica se encuentran con la firme oposición de médicos antiabortistas, de nada sirve hacer una ley que recoja supuestos si no se ayuda a las familias que no tienen recursos y no entran en esos supuestos. Lo que sí que es claro, aunque a veces parece olvidarse, es que quien aborta son las mujeres. Por tanto, se hace esencial que sean ellas las que decidan sobre su cuerpo, su sexualidad y sobre si quieren tener un hijo o una hija.
El documental La ola verde registra la movilización que hubo en Argentina en los primeros meses de 2018 ante la votación, en congreso y senado, de una ley para despenalizar el aborto, castigado por hasta cuatro años de cárcel. Imágenes de las manifestaciones se intercalan con la opinión de activistas, declaraciones de antiabortistas y la historia de mujeres que se vieron obligadas a realizar un aborto clandestino y sufrieron consecuencias por ello, arriesgando su vida y viendo cómo médicos, familia e incluso estado se ponían en su contra, hasta el punto de acabar en la cárcel o muertas.
Premio Otra mirada de TVE en la pasada edición del Festival de San Sebastián, La ola verde no pretende ser un reportaje objetivo sobre el aborto, sino una declaración política que parece decir que incluso las cosas más obvias se tienen que defender. Su director, Juan Diego Solanas (Nordeste, Upside Down) no parece tener demasiado interés en buscar aquellas opiniones antiabortistas, más allá de cortes de televisión e imágenes que dan voz a las posiciones más histriónicas y sectarias. Su búsqueda es otra, dar la voz a todas aquellas mujeres que normalmente no la tienen. Es ahí donde está su fuerza, en los testimonios de mujeres que se jugaron la vida por decidir interrumpir su embarazo. Como bien se dice en el documental, abortar es un ejercicio de responsabilidad, y estas mujeres tuvieron la valentía de tomarla. Si la película es reveladora por momentos es por su capacidad de ver que algo no funciona cuando una mujer se somete a una intervención clandestina que le puede provocar la muerte y además tiene que recibir el rechazo de médicos, legisladores y policía.
Para ser obra de un director que mostró una gran fuerza visual con Upside Down, La ola verde está realizada con un estilo entre televisivo y “youtubesco”, un documental de guerrilla sin apenas florituras, a excepción del lento zoom que usa para algunas de las entrevistas y que logra reforzar su fuerza dramática.
Pese a que pueda sorprender su estreno en España (al hablar exclusivamente de Argentina), la película de Solanas es más que interesante para un público que quiera salir de la burbuja occidental y toparse de bruces con una realidad que, aunque no queramos ver, existe y es poderosa, como demuestra el hecho de que la ley no fue aprobada finalmente.