El nuevo documental del reputado cineasta francés Nicolas Philibert se fija en la formación de enfermeras y enfermeros, con sus clases teóricas, sus pruebas prácticas y sus primeros pasos en la profesión con pacientes reales. A través de los puntos de vista de diferentes alumnos, de secuencias sueltas de su etapa formativa y de entrevistas, En todo momento busca con su narración una perspectiva eminentemente intimista, metiéndose par ello en la cabeza de estas personas a través de sus gestos, reacciones y comentarios y dando a entender cómo viven y afrontan ellos su futura profesión.
El enfoque es, en cualquier caso, ejemplar, y una declaración de intenciones que en mi opinión da un gran valor a esta cinta dentro de su género. Porque en un documental destinado no tanto a informar y presentar datos sino a exponer emociones, a acercar por tanto el punto de vista a la subjetividad de las personas que se ven reflejadas, no sería fácil resistir la tentación de comenzar a utilizar el montaje para forzar dichas emociones y estructurarlas en torno a una conclusión. Pero la película de Philibert logra evitar esto sin aparente dificultad. Sabe captar y transmitir esa sensibilidad necesaria para efectuar dicho acercamiento intimista sin llegar nunca a instrumentalizarla artificialmente, sin buscar de manera consciente un discurso ni adaptar su contenido a éste.
Las bromas inapropiadas, las cagadas y el agobio, la sed de conocimiento, la impaciencia por no entender o atascarse con un paso. El miedo, la ilusión, las perspectivas de futuro, la sensación de no estar donde deben estar. Cada momento y cada persona tienen su estado de ánimo. No existe un discurso porque no puede haberlo en algo tan poliédrico. Y el autor retrata esto a la perfección, captando todas estas circunstancias con la misma elegancia, sin juzgar ni redimir a nadie. Entendiendo y dando a entender que detrás de cada alumno hay motivaciones propias, una individualidad que se expresa de una forma o de otra a través de su formación. Es cierto que se puede hablar de una vocación común, o incluso de una creencia firme en valores y códigos deontológicos, al fin y al cabo en todos ellos puede adivinarse dicha convicción, pero no es menos cierto que la película no trata en ningún momento de establecer una conclusión con esto; si acaso, esto es la base a partir de la cual comienza a explorar libremente sus personalidades y sus maneras de enfrentar los retos diarios.
Pese a los méritos que le reconozco en cuanto a la elegancia formal de su acercamiento, debo decir que me cuesta un poco mantener ese entusiasmo en el último tercio, en particular porque la sucesión de entrevistas de evaluación realizadas a los alumnos se sienten como un formato más rígido y menos natural, porque a pesar de los esfuerzos de Philibert por no transmitir esa rigidez en su forma de filmar, siguen siendo momentos en los que la cámara capta cómo se interpela directamente a los alumnos, conduciéndoles a expresarse con claridad ante la cámara. No es en ningún momento incoherente con el enfoque del resto de la cinta, pero sí transmite con menos eficacia sus cualidades. Y probablemente esta parte se alargue demasiado y se sienta esa recta final, sin serlo, demasiado estructurada para una película en la que la práctica invisibilidad de su estructura —sigue estando dividida en capítulos, al fin y al cabo— es esencial para su buen funcionamiento.
De todas maneras, no puedo echar demasiado en cara a un documental que me ha cautivado tanto, más allá de la eventualidad de conectar menos con ese tramo final. La sensación de estar observando la realidad de estas personas de una manera limpia, sin interferencias, pero no fría y aséptica sino empática y respetuosa, la suavidad y elegancia de las que hace gala toda la cinta, compensan por mucho esa bajada de interés puntual. En todo momento es, en resumen, una elocuente lección sobre la manera adecuada de abordar y mostrar la subjetividad y los sentimientos en el formato documental, que me ha descubierto de lleno a un autor con quien me puedo llevar muy bien si el resto de su cine comparte las mismas y muy valiosas virtudes que he encontrado en esta película.