A Guido Van Driel, autor de diversas novelas gráficas, le conocíamos hace 6 años a través de su debut, una The Resurrection of a Bastard que se llevó galardones en festivales como Austin, además de ser el film de apertura del IFFR, donde compitió en aquella edición por el Tiger. El neerlandés vuelve de nuevo a aquel escenario, y lo hace de nuevo con una ‹premiere›, en este caso de su segundo largometraje, una Bloody Marie que nos remite (de un modo distinto), como su ópera prima, al mundo del cómic (allí adaptaba una novela gráfica propia).
Susanne Wolff —protagonista de una de las sorpresas de 2017 con Styx— protagoniza este nuevo trabajo de Van Driel, que ha contado con otros nombres conocidos del panorama como los del rumano Dragos Bucur —en 2016 le vimos en el thriller Câini, aunque anteriormente había protagonizado films como Policía, adjetivo y aparecido en cintas como Camino a la libertad de Peter Weir— y el emblemático Jan Bijvoet —protagonista en títulos como El abrazo de la serpiente o, con el que se diera a conocer, Borgman—.
Escrita por el cineasta junto a Lennert Hillege —reconocible por su labor como director de fotografía, además de en la cinta que nos ocupa, en trabajos como la recientemente estrenada Cadáver, además de Beyond Words de Urszula Antoniak o Tricked de Paul Verhoeven—, Bloody Marie nos cuenta como Marie Wankelmut, otrora reconocida autora de cómics, vive entre prostitutas, en el Barrio Rojo de Ámsterdam. Actualmente, borracha y desinhibida, se mete en lío tras otro. Sin embargo, un espantoso suceso entre sus vecinos, la obligará a tomar cartas en el asunto.
Trailer de Bloody Marie
Póster de Bloody Marie