En Matangi / Maya / M.I.A. el director Stephen Loveridge explora la controvertida figura de Matangi «Maya» Arulpragasam, más conocida como M.I.A, la exitosa cantante, compositora y artista visual británica de origen tamil. Mediante material grabado en su mayor parte por ella misma, el documental es una amplia selección de escenas de su vida que traza desde su infancia hasta su situación actual, y que nos permite conocer su carácter polifacético, tanto el ascenso en su carrera musical como sus raíces como refugiada de Sri Lanka, sus antecedentes familiares y culturales y su adaptación a la vida occidental, su activismo político y contestatario y su integración en la cultura pop.
Alejado de una estructura de biopic al uso, la estructura del filme carece de linealidad y salta de un momento temporal a otro con soltura, buscando tal vez captar la complejidad y la dificultad para contener en una narrativa todo lo que ofrece un personaje tan inabarcable como el que nos ocupa. Al mismo tiempo, no es su intención hacer de ella una incógnita, sino meterse en su forma de ver el mundo y exponerlo todo sobre ella, para que pieza a pieza obtengamos un retrato emocionalmente completo. El resultado es un recorrido fascinante por su figura que logra desgranar su identidad en todas las facetas que se propone.
Ciertamente, bien podría catalogarse a Matangi / Maya / M.I.A como un documental político que denuncia a través del testimonio y el activismo de M.I.A los abusos del gobierno y el ejército esrilanqueses, la escalada de violencia de la guerra y el genocidio del pueblo tamil, prácticas impunes ante la comunidad internacional durante años. La contundencia que alcanza este mensaje es sin duda impresionante, pero lo que me fascina aún más es que ni siquiera es éste el propósito principal de la cinta; tal es el convencimiento que emana de la figura que retrata. Al fin y al cabo, esta película va sobre M.I.A y sus aristas artísticas y personales. Y no es casual que alguien con su pasado, hija de un activista político, refugiada y marcada de por vida por el ejemplo de su padre (como llega a decir en un momento dado, su padre no le permitió una infancia normal y le convirtió en alguien mucho más interesante) siempre haya pretendido conservar íntegros sus principios y explorar y celebrar sus raíces, incluso en una industria que parece querer que deje esto de lado.
Es de hecho el contraste entre la M.I.A tamil, refugiada y activista, y la M.I.A acomodada y absorbida por el éxito y la conformidad con la industria musical la mayor contradicción en la vida de la cantante, algo que está presente de manera explícita o subtextual en gran parte del documental. Entiende y empatiza con la búsqueda y revindicación de la identidad propia, con el rechazo a las reglas del ‹star system› y a su celebración de las personalidades encorsetadas y acomodaticias. Pero también refleja una desconexión entre su pomposo y mediático estilo de vida y la miseria que denuncia y que los medios mantienen oculta, algo que, sospecho, se convierte en un quebradero de cabeza para ella misma, y que explica aún más su reacción violenta ante el sistema que la ahoga y desafía su identidad, en ocasiones de una contundencia y muestra de integridad moral admirables, en otras en cambio mediante actos irreflexivos y chiquilladas, como es el caso de su famosa peineta en la Super Bowl de 2012. En todas ellas como un reflejo de la frustración y de la inconformidad frente a una industria que la silencia y tergiversa, y de la que a medida que avanza el documental se siente más y más alejada.
Con todo, no es éste un documental centrado únicamente en la obra y presencia mediática de la artista, nada más lejos. Repleta de grabaciones de su infancia, adolescencia y primeros años de carrera, mostrando detalles de su vida familiar y romántica e integrando anécdotas de sus viajes a Sri Lanka para visitar a sus familiares, de sus momentos entre bastidores o de las experiencias y necesidades personales que plasma más tarde en su obra de una u otra forma, el documental de Loveridge es por encima de todo un retrato íntimo que ahonda en su personalidad a través de esas vivencias que trascienden su figura de cara al público, y que también la explican y ponen en contexto, porque si algo se puede extraer de la cinta es que no se entiende una sin la otra.
Matangi / Maya / M.I.A es un documento biográfico excelente, que nos permite conocer pedazo a pedazo la personalidad de su protagonista, sin duda una mujer polémica, comprometida con sus ideales y complicada en las numerosas aristas de su vida personal y mediática, contradictoria en ocasiones y consciente de su pasado y de su identidad. Es a su vez una denuncia política, un dardo a la hipocresía de los ‹mass media› y de la industria del entretenimiento, un retrato familiar intimista y una narración de éxito lastrado en parte por la controversia y la censura. Pero por encima de todo, es la historia de M.I.A, con todo lo que es y todo lo que implica, que no es poco.